Tengo miedo a decirte que te quiero
Tengo miedo a decirte que te quiero, a que esas dos palabras salgan a borbotones de mis temblorosos labios y acaben con todo lo que tenemos. Tengo miedo porque la amistad entre tú y yo es un vínculo único que construimos a través de los años y a pesar de las dificultades.
Esas dos palabras que he dicho varias veces pero que no sentía realmente, esos te quiero que eran más por cariño que por amor verdadero. Ahora entiendo que cuando realmente sientes lo que estás diciendo, el miedo aparece, porque esas palabras llevan una parte de ti que te muestra como realmente eres.
Tengo miedo, pero sé que te quiero, porque cada vez que rozo tu piel se me eriza el vello. Cada vez que te veo se me alborotan las mariposas del estómago, y cada vez que escucho tu voz me acaricia el alma como la suave brisa de primavera acaricia a las hojas de los árboles.
La verdad nunca daña una amistad real
He tardado en reconocerlo, pero sé que te quiero por tu forma de hacerme reír ante las dificultades, porque sabes que el silencio es parte de la confianza que nos tenemos y hace que el sentido de presencia sea suficiente para demostrarnos lo que nos valoramos.
Pero, sobre todo, sé que te quiero porque me conoces tal y como soy y aceptas mi lado más oscuro sin dudarlo ni un segundo. Un lado que ni yo mismo acepto en muchos momentos y tú me has hecho, incluso abrazarlo y entenderlo desde el amor. Has acariciado mis defectos y no te han importado. Por eso, te quiero, porque has hurgado en la herida y en lugar de causar dolor, la has sanado.
Por eso sé que el sentimiento es auténtico, porque no nos idealizamos, sino que nos conocemos. La ternura que nos mostramos, esa cercanía que tenemos, demuestra que el cariño entre nosotros es verdadero y en mi caso ese cariño ha tornado en un te quiero.
“La confianza es poner lo más preciado, lo más oscuro o lo más temido en las manos del otro a sabiendas que solo lo usará para ayudar a trascender”
-Diego Castrillón-
Dicen que nuestro hogar está donde está nuestro corazón y yo siempre me siento como en casa cuando estoy a tu lado compartiendo mi vida contigo. Por eso sé que si nuestro vínculo es tan real y sentido, la sinceridad de decirte que te quiero no podrá romperlo.
Cuando es una amistad real, la sinceridad no puede dañarla, incluso aunque ambos no estemos de acuerdo. Si decido contarte todo lo que te quiero puede que no sientas lo mismo o que nuestra amistad se convierta en un nuevo vínculo más profundo pero igual de eterno.
Necesito decirte que te quiero
Si decido contarte lo que siento es porque estoy sufriendo manteniéndolo en secreto. Es inútil sufrir por algo que podemos cambiar porque puede ser que me quieras también. No perderé nada más que los desvelos que ahora siento al contarte lo que pienso de lo nuestro. Una emoción tan profunda, sincera y limpia, no puedo retenerla por más tiempo dentro de mí. Necesito expresarla, que pase de mis labios a tus oídos.
Si no compartes mis sentimientos no te preocupes, sé sincero y dímelo sin miedo. Puedo aceptar un rechazo porque al quererte entiendo que quizás yo no soy la persona que te hace más feliz. Aceptaré que será otra la que llene ese espacio en tu corazón. Un espacio que yo no he podido o no he sido capaz de llenar. Como dice una la anciana maestra Tenzin Palmo, “el amor es libre”. Así que si no me correspondes, adelante, dímelo y sé feliz con quien quieras.
El amor no lo puede todo, pero la amistad siempre triunfa ante la adversidad.
No te preocupes, sé que el amor no se mendiga y si es un amor no correspondido hay que dejarlo marchar. Sé que no soy perfecta y que puede que ni siquiera me veas más allá de una amiga. Incluso puede que me consideres una hermana, pero he aprendido que quien no arriesga no gana. Así que yo he decidido arriesgar.
También sé que sufriré al verte con otras, pero eso ya lo hago ahora. Solo cuando esas dos palabras salgan de mi boca estaré segura de haber hecho todo lo posible para evitar este sufrimiento. Decirte que te quiero abre las puertas a una nueva vida con posibilidades infinitas.
Quizás esto que digo te parezca demasiado idealista. Puede que el dolor del rechazo rompa las amistades, pero el amor maduro es comprensivo. Pone por encima de todo la felicidad del otro, porque eso es el amor, respeto, entendimiento y comprensión, lo otro sería posesión.
Y si no demuestras tu amistad…
Por otro lado, si eres tú el que decide alejarse porque esas dos palabras te dan miedo, porque no concibes una amistad dentro de un rechazo a un te quiero, entonces sabré que no eres un amigo verdadero. La amistad de verdad es saber convivir en las contradicciones de sus miembros.
Las amistades de verdad saben que no siempre pueden estar de acuerdo y que sentirse incómodos después de esto no es nada extraño. Puede que antes de huir sea mejor tomar perspectiva y hablar intentando comprender y establecer límites que ambos podamos tolerar.
Aprender a convivir de nuevo será nuestro reto. Si somos amigos verdaderos tendremos una base sólida para reconstruirnos de nuevo. El miedo sólo está en nuestras mentes, no hay nada que temer. Ser amigos es precioso aunque el amor romántico no sea correspondido. Desearé tu felicidad de forma auténtica. Así que no te preocupes, te comprenderé e, incluso, te apoyaré.
Decir te quiero nunca debería de dar miedo
Por todo esto sé que decir te quiero nunca debería de dar miedo si es a un amigo al que va dirigido. Aunque tengamos miedo a destruir aquello que nos ha unido, vivir en una mentira hace más daño que aquello que realmente sentimos y que puede que no nos vaya a separar.
Podemos pensar que las amistades son frágiles al enfrentarse al amor. Sin embargo, en realidad son más fuertes porque no es la primera adversidad o tormenta que han tenido delante.
Las verdaderas amistades han superado muchas cosas juntas. Por eso los te quiero no deberían de dar miedo, sino ser entendidos como un nuevo reto. Por eso hoy alto y claro acabaré con este miedo para decirte que te quiero.
