Xenofobia: definición, factores de riesgo y prevención
La xenofobia es una palabra que suena fuerte. Cuando se habla de ello en los medios de comunicación se hace referencia a casos “graves” de grupos más o menos organizados que han cometido algún crimen contra una persona de otra etnia o país. Pero el racismo no es solo eso, ¿verdad?
Rara vez se habla de las situaciones que se dan día a día en la mayoría de los sitios en los que vivimos. Tampoco se comentan las pequeñas frases o ideas que están en las cabezas de algunas personas, ¿no? Por ejemplo, ¿considerar que una persona es mala trabajadora basándonos solo en su lugar de procedencia es xenofobia o no? ¡Reflexionemos!
“Nuestra verdadera nacionalidad es la humanidad”
-H.G. Wells-
¿Qué es la xenofobia?
Como se puede desprender de los primeros párrafos, la xenofobia no es solo llevar a cabo una agresión contra una persona por su nacionalidad. Está claro que ese acto supone un gran daño para quien lo sufre y para la sociedad en general, pero la realidad es que la xenofobia implica mucho más.
El centro del concepto está en la exclusión social de otra persona por su origen, normalmente distinto al que realiza los actos de xenofobia. Dicha exclusión se puede llevar a cabo mediante conductas directas, como no alquilar una vivienda piso a una persona por su nacionalidad o color de piel.
Pero incluye también actitudes y creencias respecto a esa gente, como considerar que son mezquinos o unos “liantes”: es aquí donde entran en juego los estereotipos. La realidad es que, aunque no llevemos a cabo comportamientos violentos, puede que estemos cayendo en la xenofobia igualmente por lo que pensamos sobre ellos, ya que esta también alude a las actitudes de miedo y rechazo.
“Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su origen o su religión”
-Nelson Mandela-
¿Qué factores de riesgo promocionan la xenofobia?
Si en teoría somos una sociedad tan avanzada, ¿por qué crecen constantemente los casos de xenofobia? En un primer lugar, la situación actual de incertidumbre que vivimos contribuye a ello. Ya han sido varias las amenazas terroristas que hemos visto materializarse cerca de nosotros por personas con otros orígenes. El hecho de que exista este factor común ligado a los atentados y agresiones hace que sea un desencadenante de la xenofobia.
El contexto que vivimos en el presente hace que estemos constantemente en alerta, con ansiedad y miedo, preparados para huir y atacar. Esa activación constante nos hace buscar culpables a ese malestar y esa inseguridad en la que vivimos. ¿Y a quién se le atribuye todo esto? A aquellos diferentes a nosotros.
Además, solemos alejarnos de estas personas: aislarlas o aislarnos. La falta de contacto directo con personas de otras culturas hace imposible que podamos contrastar (y derribar) esas ideas infundadas que tenemos sobre el peligro que pueden representar. Así, este es otro factor de riesgo importante para el desarrollo de la xenofobia.
“Debemos aprender a vivir juntos como hermanos o perecer juntos como necios”
-Martin Luther King Jr-
¿Cómo trabajar la prevención de la xenofobia?
De todo esto se deduce fácilmente un primer paso para prevenir la xenofobia: acercarnos y hablar con el extranjero, sumergirnos y conocer otras culturas. Esto nos va a ayudar a empatizar con ellos y a comprender que son personas que no se diferencian tanto de nosotros, y que por supuesto la mayoría no son terroristas en potencia que buscan destrozar nuestras vidas. Además, nos sensibilizaremos al conocer su historia y los retos que como comunidad tienen por delante..
Lo cierto es que no muchos ni en muchas ocasiones nos hemos parado a pensar qué puede hacer que una persona abandone su lugar de origen, poniendo en juego su vida. La realidad es que, si estuvieran bien, seguramente no habrían emprendido ese viaje tan duro, sacrificando el contacto con su tierra y su familia por una aventura con más matices de peligrosa que de emocionante. Se ponen en peligro tanto a sí mismos como a sus seres queridos porque la opción de quedarse donde estaban supone, en la mayoría de los casos, una muerte segura.
Para conseguir esto es importante que desde las instituciones gubernamentales se lleven a cabo programas de integración realmente eficaces, donde los ciudadanos de a pie conozcan de verdad a las personas que vienen de fuera y donde haya profesionales que puedan mediar si surge algún conflicto. Por último, es relevante que se transmita información veraz de toda esta situación, sin intereses políticos encubiertos que fomenten el miedo y el odio.
Imágenes cortesía de William Stitt, Eddy Lackmann y Vlad Tchompalov.