10 claves para vivir sin estrés

El estrés depende tanto de factores internos como externos, de cosas que podemos controlar y cosas que no. Sin embargo, podemos aprender a gestionarlo de otra manera. Por ejemplo, controlando aquello que depende exclusivamente de nosotros. Ahora verás cómo
10 claves para vivir sin estrés
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Sara Clemente

Última actualización: 24 febrero, 2022

Vivir sin estrés es, sin duda, el sueño de muchas personas que se sienten atrapadas por esta sensación tan desagradable. No obstante, una pequeña dosis diaria de estrés es necesaria para mantenernos activos, despiertos y dispuestos a enfrentar los retos diarios. El estrés no es tan malo como parece, lo malo es dejarse arrastrar por él, de forma que en intensidad y duración sea mayor de aquello que podemos gestionar.

En cualquier caso, en este artículo, cuando nos referimos a vivir sin estrés, haremos referencia a vivir sin ese estrés desbordante e imposible de gestionar. Para ello no hace falta irse tan lejos, ni soñar con imposibles. En este artículo te damos 10 claves básicas para que aprendas a disfrutar y a ser feliz con lo que tienes.

“Algunos están dispuestos a cualquier cosa, menos a vivir aquí y ahora”.

-John Lennon-

Algunas claves para vivir sin estrés que no puedes pasar por alto

Toma nota; vivir sin estrés es posible

1. Para vivir sin estrés debes actuar

A veces, cuando tenemos un problema que no sabemos resolver, le damos vueltas y vueltas en nuestra cabeza. Si no nos atrevemos a enfrentar nuestras dificultades, normalmente buscamos excusas y explicaciones enrevesadas para huir de ellas.

La solución es coger el toro por los cuernos y actuar. Normalmente, la manera más sencilla de solventarlo es yendo al grano. ¿Qué es mejor: la tensión del momento a la hora de la actuación o un estado de estrés sostenido en el tiempo por no actuar? Vivir sin estrés es actuar y tomar la iniciativa. Enfrentarse con aquello que nos molesta y comprobar que no era tan terrible.

2. Practica el optimismo

Ser optimista es ver el lado positivo de las cosas, a pesar de ser consciente de que las desgracias, las injusticias y los contratiempos ocurren. Hay acontecimientos que no podemos cambiar y que debemos aceptarlos. Pero lo que sí está en nuestra mano es la manera en la que nos los tomamos y la actitud con la que enfrentamos lo sucedido. En definitiva, lo que nos aportan y enseñan.

Por eso, si eres una persona negativa, puedes probar a forzarte un día a ver todo lo bueno que tienes alrededor. Tu familia, tus cualidades, potencialidades, lo que has conseguido… Aunque te parezca absurdo y ridículo al principio, con regularidad y constancia, terminarás acostumbrándote a ver la vida de otra manera. ¿Has probado y dejar de quejarte una semana entera?

3. Mejora tu autoestima

¿Estás contento con tu relación contigo mismo? ¿Te tratas bien? ¿Te cuidas? Es difícil estar en armonía con el resto de personas de tu alrededor, si no lo estás contigo. Deja de ser tan exigente y de autosabotearte.

Ámate, quiérete por cómo eres y por quién eres. Si tu autoestima está fuerte, el optimismo saldrá solo y tu calidad de vida mejorará enormemente.

“Confía en ti mismo. Sabes más de lo que crees que sabes”.

-Benjamin Spock-

4. Hábitos saludables

Para vivir sin estrés es necesario cuidar mente y cuerpo. Ya sabemos que ciertos hábitos como comer a deshoras o el consumo de alcohol y drogas perjudican nuestra salud. Prueba a comer más moderadamente, a eliminar ciertos productos con demasiadas grasas o azúcares, a hacer deporte regularmente y a dormir bien.

5. Planificación y enfoque

Cuando estamos sometidos a un estrés habitual, parece que nos faltan horas al día para hacer todas nuestras obligaciones. Puede que sea así. Por eso, es mejor organizarse, y hacer una planificación funcional y práctica que nos permita ver qué prioridad tiene cada cosa y qué puede ser pospuesto.

Lo mismo pasa cuando te piden en el trabajo que realices cinco tareas diferentes inmediatamente. Lo mejor es que te centres y enfoques en aquello que es verdaderamente relevante. Escoge aquella tarea que sea más urgente. Usa tu criterio y concéntrate al máximo.

6. Sé más listo que él y podrás vivir sin estrés

Si notas que tu estrés está aumentando peligrosamente las últimas semanas, párate y piensa. Tu inteligencia emocional es la que te ayuda a darte cuenta de que tu cuerpo está realizando un sobreesfuerzo, de que te estás angustiando. Reconocerlo y tratar de encontrar de nuevo la calma es una habilidad esencial para vivir sin estrés.

Pero no se consigue de la noche a la mañana. Requiere práctica y conocimiento de uno mismo. A base de tropezar con la misma piedra nos damos cuenta de qué nos afecta más y cómo podemos ayudarnos a obviar los sentimientos dañinos. Cuando te sientas estresado, trata de imaginar alguna sensación que te encante. Un aroma, una canción, un sitio…

Mujer optimista

7. Pide ayuda

Muy relacionado con lo anterior, se encuentra el paso de buscar ayuda. Muchas veces no acudimos al psicólogo o a terapia por el dinero. Creemos que la salud mental es algo superfluo, pero no. Con dolor de rodilla podemos vivir, mejor o peor, pero con un estrés paralizante, no.

Si no te sientes a gusto con el apoyo profesional, al menos deja que las personas más allegadas a ti te ayuden. Cuéntales lo que te pasa y seguro que encuentran la manera de cargarte de energía.

8. Cuida tu dinero

Por supuesto que el dinero causa estrés. Y más cuando no se tiene. Si lamentablemente tu situación económica no es boyante, puedes poner en práctica cuatro habilidades básicas para administrarte mejor.

  • Reducir tus gastos
  • Aumentar ingresos
  • Invertir para crecer o simplificar tu vida.
  • ¡Simplificar!

9. Desconecta y baja el ritmo

Hay personas que cuando llegan a su casa tras una jornada laboral, apagan el móvil y se olvidan hasta el día siguiente del trabajo. Hay otras que, por distintas razones, no pueden. Bien porque se ha quedado con un e-mail pendiente de mandar, porque está esperando una llamada o, simplemente, porque están estresadas.

En este último caso, es necesario que bajes el ritmo. Marca tus límites y dedica tiempo a tu vida personal. Si no lo haces tú, nadie podrá hacerlo por ti.

Mujer descansando

10. Un entorno social saludable es fundamental para vivir sin estrés

Dime con quién andas, y te diré quién eres. Aplicado a vivir sin estrés significa tratar de rodearse de personas alegres, empáticas y sanas. Seguro que algo se te pegará. La manera de pensar, la forma de vivir y de afrontar el mundo depende en gran medida de cómo hayas sido educado.

Pero puede cambiar, la experiencia te permite elegir cuál es tu filosofía de vida. Por eso, los amigos y el entorno social en el que te muevas, te ayudarán o perjudicarán en ese proyecto de vida que tienes.

En conclusión, vivir sin estrés es ser más feliz, más armónico, más alegre, estar más pleno. Esto se puede lograr en gran medida mediante ciertos cambios de actitud y hábitos. ¿Estáis dispuestos a disfrutar más y mejor?


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  • Almagiá, E. B. (2004). Apoyo social, estrés y salud. Psicología y salud14(2), 237-243.
  • Cuevas, S. G., & Gutiérrez, E. J. C. (2012). Estrés y salud: investigación básica y aplicada. Editorial El Manual Moderno.
  • Mafud, J. L. C., Arocena, F. L., & Moreno, M. P. (2017). La autoeficacia como mediador entre el estrés laboral y el bienestar. Psicología y Salud27(1), 71-78.

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