5 aspectos a tener en cuenta a la hora de regalar un "smartphone" a mi hijo
Vivimos en la era digital. Una era hiperconectada donde los niños tienen acceso a internet muy pronto. Gracias a ellos, los menores se conectan más entre sí y tejen redes sociales más amplias, a la vez que aprenden más rápido y se convierten en nativos digitales. Sin embargo, regalar un smartphone a un niño o preadolescente tiene una serie de riesgos para el menor y de responsabilidades para los tutores.
Estas son algunas de las cuestiones que queremos reflexionar. Para ello, recurriremos a los consejos que nos ofrece la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), en colaboración con el Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés).
Transmitir conocimientos, instruir y formar a los niños sobre el amplio abanico de oportunidades que ofrece la tecnología a veces es difícil. En especial porque los riesgos son, en muchas ocasiones, poco visibles. Además, debería ser la labor del adulto, en vez del niño, identificarlos y adoptar medidas de protección.
«Un móvil es más que un móvil».
-AEPD-
¿Qué debe ser tenido en cuenta a la hora de regalar un smartphone a un menor?
Como adultos, está en nuestras manos que el niño tenga una experiencia segura y placentera en sus primeras relaciones con la tecnología. En más de una ocasión se han podido producir sustos relacionados con el mal uso del teléfono móvil. Desde cobros sin autorizar por parte de los padres (referidos, por ejemplo, a videojuegos) hasta circunstancias más serias, como la pedofilia, porque hay personas que incluso estando en la adultez se hacen pasar por jóvenes y acechan a los menores en la web.
Asimismo, debemos tener en cuenta que internet es la vía de acceso a las nuevas formas de acoso, como el ciberbullying, por lo que deberemos estar posando nuestra mirada sobre el móvil con frecuencia. El objetivo es evitar que el menor pase un mal trago.
También deberemos estar pendientes de que el niño tenga tiempo de calidad fuera del universo digital. Jugar y relacionarse con sus iguales en la vida real es de extraordinaria importancia de cara a su correcto desarrollo evolutivo.
1. Anticípate al aterrizaje del móvil
Antes de que llegue el smarphone a sus manos, es conveniente cerrar un acuerdo sobre sus usos. Para ello, podemos encontrar un lugar cómodo y tranquilo a fin de contarle qué usos beneficiosos puede darle y qué riesgos debe evitar.
Es normal que encontremos niños cada vez más jóvenes adentrados en la tecnología; sin embargo, los padres deberían considerar cuál es el grado de madurez de sus hijos antes de proporcionarles un móvil. Para garantizar el uso seguro del aparato, se puede utilizar un documento donde figuren los usos correctos, así como los riesgos, acompañados de imágenes o dibujos que sean atractivos para el menor.
2. Revisa, monitorea y pon restricciones
Actualmente, existen programas de software y diversas apps que permiten a los tutores monitorizar los accesos a internet de sus hijos. Algunas personas podrían pensar que esto es una intromisión en la vida privada del menor. Sin embargo, como menores de edad, su seguridad está en manos de sus tutores.
Es importante que el día a día del niño pivote en áreas tan importantes como estudiar, realizar tareas, jugar, conversar y otras muchas. Si observamos que el tiempo dedicado a estas áreas disminuye, sería conveniente establecer restricciones para el uso del smartphone. Es importante que el niño se desarrolle correctamente, y para ello, la interacción con sus iguales «en el mundo real» es imprescindible.
«Mantén abierta la posibilidad de desbloquear contenido de interés apropiado para su nivel de madurez, y acuerda con ellos los filtros, restricciones y tiempos».
-AEPD-
3. Protégele
Si a los adultos nos puede asustar el hecho de estar demasiado expuestos en internet, los niños también son vulnerables a esta exposición pública. Debemos hablar con ellos sobre el cuidado a la hora de proporcionar datos sobre sí mismos a terceras personas.
A tal fin, tras regalar un smartphone es conveniente conversar sobre los usos que ofrecen las diferentes apps de redes sociales y sobre cómo utilizar sus datos personales, por ejemplo, su nombre y apellidos, sus fotografías, su descripción o sus intereses. Es conveniente que la configuración de los datos personales se haga en equipo, es decir, entre el menor y sus padres.
Aunque a veces se desconoce, las diversas aplicaciones permiten la configuración de diferentes niveles de profundidad respecto a la privacidad. Es interesante establecer qué personas pueden acceder a según qué niveles de privacidad, y qué otras personas quedan excluidas del acceso a esta información. También se recomienda el empleo de pseudónimos en vez del nombre real.
4. ¿A qué juega?
El smartphone ha dejado de ser únicamente una puerta de acceso a otras personas. Ahora es mucho más. Desde fotografiar escenas inolvidables hasta jugar online con otras personas de todas las partes del mundo, los teléfonos móviles proveen de todo un universo digital de opciones.
Interesarse por los juegos virtuales en los que invierte el menor sus horas de ocio puede proveer una información valiosa. Muchas veces estos poseen contenidos poco aptos para la madurez o el nivel de desarrollo del niño. En este sentido, es pertinente demarcar un límite: restringir el acceso a juegos que graviten entorno a contenidos violentos o sexuales.
«Acompañarlos en su vida digital también significa supervisar a qué juegan, cuánto tiempo le dedican y cómo se comportan».
-AEPD-
5. ¿Con quién habla?
Supervisar con quién hablan los menores a través del móvil tiene una relevancia especial. Como cada vez hay más niños conectados digitalmente, el número de casos de «ciberbullying», «ciberbaiting» o ‘acoso del niño al personal docente’, y «grooming» están en ascenso. Si queremos evitar estos sustos, lo apropiado es monitorear de vez en cuando con quién chatea.
Para lo anterior, puede establecer un «contrato de uso» en el que se acuerde con el niño qué cosas puede realizar y cuáles debe evitar. En él pueden establecerse los días y el horario en el que los padres revisarán su terminal, o si la revisión es aleatoria y sin previo aviso. Si el menor sabe que esta supervisión se realiza, es probable que cumpla las normas y que se sienta menos violento tras las supervisiones.
Como hemos visto, son muchos los gestos y los aspectos que podemos tener en cuenta si decidimos regalar un smartphone a nuestros hijos. Si mediante estos consejos evitamos que el menor quede expuesto en la web, le estaremos protegiendo frente a numerosos riesgos. En este sentido, cabe recordar que los tutores son los responsables, también a nivel legal. Y tú, ¿cómo proteges a tus hijos frente a los riesgos que derivan del smartphone?
«Identifica de manera temprana cualquier situación que esté afectando a su bienestar físico y mental. Presta atención a sus emociones, especialmente a cambios de humor fuera de lugar tras periodos de uso intensivo».
-AEPD-
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- García-Maldonado, G., Joffre-Velázquez, V. M., Martínez-Salazar, G. J., & Llanes-Castillo, A. (2011). Ciberbullying: forma virtual de intimidación escolar. Revista Colombiana de psiquiatría, 40(1), 115-130.
- Un móvil es más que un móvil. (2022). AEPD. https://www.aepd.es/es/mas-que-un-movil