5 curiosidades sobre la memoria
Memoria. Infinita entidad que nos define y que edifica nuestra vida, ahí donde guardamos nuestras vivencias y nuestro ser, lo que somos y lo que nos identifica. Son muchos los que la definen como “un gran almacén”, pero en realidad, se trata de una especie de cajón sin fondo y sin límites. La información que podemos guardar en nuestra memoria es infinita, pero eso sí, lo almacenado no siempre es accesible.
Te explicamos pues algunas curiosidades que seguro serán de tu interés…
1. OLVIDAR PARA APRENDER
Tal vez te sorprenda este enunciado. Si antes te hemos indicado que la memoria es ilimitada ¿por qué hemos de olvidar alguna información? Básicamente porque el cerebro tiene un principio de economía básica: decide, simplemente, “guardar más al fondo” aquello que no nos sirve. ¿Para qué hemos de recordar el color de la camisa del hombre que nos vendió la revista en el kiosco? ¿Por qué hemos de recordar qué desayunamos el último domingo del mes pasado? Todo ello quita prioridad a lo que es verdaderamente importante.
No borramos información, lo que hace el cerebro es ponerla en un lugar menos accesible. Pongamos un sencillo ejemplo. Hoy tienes una cita importante, una entrevista de trabajo, o una exposición de un estudio o incluso un examen. Tu mente está centrado en ello, tu memoria está pues focalizada en ese importante aspecto. Pero justo cuando vas a salir de casa te das cuenta de que no llevas el móvil encima. ¿Por qué lo has olvidado? Porque tu memoria en ese momento tenía como prioridad otros aspectos y no precisamente el recordar que te habías dejado el móvil en la mesilla de noche.
2. LOS RECUERDOS NO SE PIERDEN
Este dato está relacionado con lo que anteriormente te hemos indicado. Nada se olvida, solo se esconde y se almacena muy-muy-muy al fondo de nuestra memoria. En ocasiones, basta un olor para evocar un súbito recuerdo de infancia, por ejemplo, un dato que casi creíamos olvidado. Es algo muy habitual, seguro que te ha ocurrido más de una vez…
3. NO TE FIES DEL TODO DE TU MEMORIA
En ocasiones, nuestra memoria no es muy fidedigna. Y más si se refiere a acontecimientos muy pasados. El cerebro introduce a veces pequeños cambios e incluso recuerdos inventados, son pequeñas pinceladas de nuestra propia cosecha inventiva, que incluimos casi sin darnos cuenta. La memoria no es como una cámara que graba a la perfección. Solo las personas que padecen hipermnesia, son capaces de evocar con perfección cada detalle y el más mínimo aspecto. Algo en ocasiones agotador.
4. CUIDADO CON EL ESTRÉS
El estrés, y el cortisol que segregamos en estos periodos de alto estrés y ansiedad, afectan directamente a nuestras estructuras cerebrales relacionadas con la memoria. Hemos de tenerlo en cuenta. Se ha visto por ejemplo que personas que han sufrido largos periodos de estrés, disponen de un hipocampo un poco más pequeño. Se producen además menos conexiones neuronales… es decir, nuestra concentración se reduce y nos cuesta almacenar recuerdos. Cuando nuestro estado anímico es más bajo, más suele fallar nuestra memoria.
5. LA MEMORIA SE RELACIONA CON EL CONTEXTO
Seguro que te ha pasado alguna vez. Recuerdas una frase, una palabra, y de inmediato puedes incluso recordar donde la oíste. Cuando estás preparando un examen, recuerdas también en qué lugar estabas cuando estudiabas un determinado tema.
O más aún, recuerdas incluso con qué color subrayaste las palabras del texto. Lo curioso de la memoria es que se relaciona mucho con los contextos, con las imágenes y también con los colores. De ahí por ejemplo que los clásicos post-it dispongan siempre de esas atractivas tonalidades.
Si eres estudiante o tienes que preparar algún examen importante, ten en cuenta que no es muy recomendable estudiar siempre en el mismo sitio, en la misma habitación. Si cambiamos de escenario ofrecemos un nuevo estímulo al cerebro y se asentará mejor la información: un día en la biblioteca, otro en el parque, otro en el salón, otro en la terraza… ve variando escenarios. Y utiliza también hojas de colores.
Otro dato importante es que la memoria recuerda mejor dibujos que palabras, de ahí que a la hora de recordar cierto material de estudio, es recomendable que te sirvas de los esquemas. Una información bien organizada, breve y esquemática, será bien recordada.
Ten en cuenta además que a partir de los 35 o 40 minutos de estudio el nivel de atención baja y la memoria disminuye su pico. Es pues el momento de tomarte un descanso. Y recuerda descansar y dormir bien. ¡Nuestro cerebro necesita que durmamos adecuadamente para poder reorganizar cada recuerdo, cada dato!