7 compañeros de vida que nos dañan
Hay “compañías” a las que tienes que decir “adiós”, el problema es que algunas han hundido de manera tan fuerte sus raíces que cuesta alejarlas. Por eso, resulta tan complicado decirle “adiós” a una pareja con la que hemos estado casi toda una vida, al igual que es difícil decirle “adiós” a todas esas personas que ya no aportan nada más a nuestra vida.
Aprender a despedirnos de todas ellas nos ayudará a crecer, a liberarnos de todas esas excusas que nos están impidiendo avanzar por aferrarnos constantemente a lo mismo que nos hacía prisioneros. Ahora es el momento de soltar. Ahora es el momento de crecer.
Dejar ir es mejor que retener, porque soltar es potencial y apretar es limitar
Hoy descubriremos algunas de las cosas de las que debemos despedirnos, porque muchas veces no es que no sepamos no soltar, sino que no sabemos a ciencia cierta de qué debemos librarnos Pero esto hoy va a cambiar, ¡es el momento de avanzar!
Es el momento de decir “adiós”
No todo el mundo está preparado para decir “adiós” y muy pocos son los que lo consiguen. Se trata de frenar una inercia, de manera que primero hay que eliminar la velocidad que nos lleva en el sentido contrario y luego empezar a construir en el nuevo. Primero hay que soltar para que las oportunidades nuevas puedan aparecer.
Seguramente, el hecho de quedarnos con la carga tenga que ver con que somos incapaces de identificarla. Es por eso por lo que hoy te presentamos 7 cosas a las que debes decir “adiós”, para continuar creciendo. No te aferres a ciertas cosas que te están haciendo daño. Es el momento de que te liberes de ellas.
1. ¡Adiós a la resistencia!
A veces, no nos sentimos “en sintonía” con lo que estamos haciendo y esto nos genera una gran infelicidad. El gran problema es que hay algo que nos impide avanzar, quizás porque un miedo infundado nos impide realizar ese cambio que tanto necesitamos.
Deja de atarte a eso que no te está dejando ser libre, porque nadie te está obligando a ello, ¡eres tú quién se está limitando! Es mejor que dejes de resistirte y espantes el miedo. Eso a lo que te aferras no te está dando la seguridad que crees tener.
Identifica eso a lo que te estás resistiendo y ¡suéltalo! La resistencia te atará a una circunstancia indeseada que no dejará que te sientas bien. Es el momento de cambiar y solo tú tienes el poder y la voluntad para hacerlo.
2. Aleja las limitaciones
Nuestras creencias nos limitan mucho más de lo que pensamos. Por ejemplo, si pensamos que algo no nos gusta es probable que ni siquiera asumamos el riesgo de probarlo y estar equivocados. Por otro lado, si lo hacemos nos alejaremos de ello al menor matiz de desagrado que sintamos. No olvides que nuestra mente trabaja intentando confirmar nuestras creencias y no intentando falsarlas, como hace el método científico.
Piensa que todas esas barreras que existen a tu alrededor han sido creadas por ti. Nadie las ha puesto ahí, son pura creación tuya. Por este motivo, solamente tú puedes derribarlas, en tus manos está destruir todo aquello que te ha estado limitando.
Una vez que alejes a todo eso que está frenando tus sueños, te sentirás libre e invencible para lograr todo lo que te propongas. Aprende a identificar las barreras y empieza a destruirlas. Ahora ya puedes realizar todos tus sueños.
3. Las expectativas son irreales
Muchas de las expectativas con las que trabajamos nos son reales. Esto no importaría sino fueran una fuente de esperanzas infundadas que muchas veces, y por el propio peso de la realidad, no se cumplen. Al no cumplirse aparece la frustración, la desconfianza y la decepción
Las expectativas pueden ser un verdadero reto al que decir “adiós” ya que llevamos muchos años siguiendo el camino que nos marcan. Lo más negativo de ellas es que la mayoría de las veces son creadas por alguien externo a nosotros, condicionado de manera interesada nuestro comportamiento.
Además, piensa en las veces en las que has esperado algo de alguien. ¿Cuál fue el resultado? Seguramente, la decepción. Así que aprende a dejar de esperar, aprende a aceptar. Solo alejándote de las expectativas lograrás ser más feliz.
4. Miedos, ¿dónde?
Los miedos son las grandes barreras que se interponen entre nosotros y lo que queremos y que nos mantienen en nuestra zona de confort. Aprende a enfrentarte a ellos para superarlos porque ¡para eso están! Los miedos te ayudarán a crecer, te permitirán avanzar y aprender.
Además, si analizas tus miedos te darás cuenta de que ellos son creados por ti y que muchos son miedos infundados que hemos creado sin saber muy bien por qué. Miedo a la soledad, miedo o vergüenza a hablar en público… ¿Son verdaderos miedos?
Mira al miedo a los ojos, enfrentarte a él y tómalo no como una barrera sino como un impulso que te haga seguir hacia adelante. Tan solo míralos desde otra perspectiva, utilízalos a tu favor, pero nunca en tu contra.
5. Seré libre, adiós al apego
Muchas son las personas que se aferran a otras porque creen que su felicidad está en manos de los demás. Esto es un error grave y arriesgado. Si tu felicidad está en manos de los demás, esta depende de un hilo.
Aprende a verte como un ser completo que no necesita a nadie para ser feliz. Será difícil despedirte del apego mal dirigido, de la dependencia emocional, de la responsabilidad de dejar nuestra felicidad en manos de los demás. Pero, será necesario.
Por eso, aprende a ser libre, reconcíliate con la soledad y nunca te ates a nadie por miedo a no ser lo suficientemente hábil como para tomar tus propias decisiones. Ser libre será tu mejor opción para sentirte bien contigo mismo.
6. El pasado ya no me importa
¿Por qué te empeñas en vivir en el pasado? El presente es lo que importa y en lo que debes centrarte si quieres ser feliz y seguir adelante. Aprende de tu pasado, supéralo, pero vive el ahora que es lo que verdaderamente importa.
Hay muchas personas que moran en el pasado y no superarlo implica que no puedan centrarse en su presente. Por eso, es importante que analices aquello que aún te duele, lo que no has superado. Una vez lo identifiques, es el momento de soltarlo.
Cuando te liberes de tu pasado te darás cuenta de que desprenderte de él parecía algo mucho más difícil de lo que en realidad ha sido. Ahora podrás centrarte en tu presente y dirigirte hacia tu futuro. Mirar atrás no es negativo, pero residir en el pasado sí.
7. Dile “adiós” a la culpa
Muchas personas hacen sentir culpables a los demás de acciones que son solamente responsabilidad suya. Los demás no tienen que hacerse responsables de tus decisiones y tú tampoco tienes ninguna responsabilidad en las decisiones de los demás.
Aprende a ser consecuente con tus propias decisiones y a no sentirte culpable por ellas. Toda decisión tendrá un resultado que puede ser una consecuencia negativa. Pero, siempre podrás aprender de todas ellas, algo muy positivo para ti.
Por todo esto, ¡acepta tus decisiones! Toda decisión que tomes te va a llevar por un camino u otro, por lo que arrepentirte de ella es una estupidez. Puedes reparar sus consecuencias, puedes enmarcar lo que has aprendido pero lo que no podrás hacer es ir para atrás en el tiempo y escoger otra opción.
“Aprender a dejar ir. Este es el secreto de la felicidad”
-Buda-
¿A qué te cuesta decir “adiós”? ¿Hay algo más que añadirías? Hay muchas situaciones a las que nos aferramos porque no son fáciles de soltar. A pesar de esto, es importante que pongamos todo nuestro empeño en intentar conseguirlo. Decir “adiós” será tu mejor decisión.