Ayúdate de la psicología para conseguir bajar de peso
Nos miramos al espejo y nos encontramos con que hemos ganado unos kilos de más. Puede que esto haga que nos veamos peor. Pero no es sólo una cuestión de apariencia física, mantener un peso normal es importante por más razones. Desde luego, influye también en nuestro estado de salud.
El caso es que nos ponemos a dieta para controlar el peso. Empezamos a hacer ejercicio. Pero algo pasa. Aunque empecemos concienciados al respecto, hay un día que nos saltamos la dieta. Otro no vamos al gimnasio. Total, por un día no pasa nada. Al final acabamos abandonando esos hábitos saludables… ¿Qué podemos hacer al respecto?
“Un cuerpo sano es un recinto para el alma. Uno enfermo, una prisión”
-Francis Bacon-
¿Por qué es importante controlar el peso?
El estilo de vida ha cambiado de forma considerable en los últimos años. Ha variado el tipo de alimentos que tomamos y el número de comidas que hacemos al día. Prima la rapidez a la hora de cocinar, ya que no hay tiempo para nada. De esta forma se recurre a comida pre-cocinada o, directamente, comemos fuera de casa, y no siempre en los sitios donde se cocina de forma más saludable.
Ademas, el tipo de trabajos que se realizan hoy en día son más sedentarios: muchos trabajos con una carga física importante han pasado a ser cosa de máquinas. Esto no sería un problema si después le dedicáramos unos minutos a realizar ejercicio de forma moderada. Pero volvemos a lo mismo: nos faltan horas en el día. Todo esto hace que controlar nuestro peso requiera un gran esfuerzo consciente por nuestra parte.
“Los que piensan no tener tiempo para el ejercicio, más tarde o más temprano, tendrán que hacerse tiempo para la enfermedad”
-Edward Stanley-
Tanto es así que las personas con obesidad se han duplicado en las dos últimas décadas. Esto es alarmante, ya que el sobrepeso no influye sólo en que la ropa nos quede mejor o peor. Ni mucho menos. El problema es que con el aumento de peso las probabilidades de tener algunos problemas de salud importantes también se disparan.
Así, aumenta el riesgo de numerosas enfermedades: cardiovasculares, coronarias, hepáticas, endocrinológicas, etc. Pero no solo nos perjudica a nivel físico. A nivel psicológico también puede tener una influencia poderosa, ya que puede conllevar pérdida de autoestima, estigmatización o discriminación. Por todo ello, es importante aprender a controlar nuestro peso de forma efectiva.
¿Cómo podemos conseguir bajar de peso?
Pero, ¿qué podemos hacer para disminuir nuestro peso y que este sea saludable? Lo primero que tenemos que tener claro es que no va a ser fácil. Conseguir este objetivo va a suponer un esfuerzo por nuestra parte -no se trata de cambiar conductas de manera puntual, sino de cambiar hábitos-, hay que ser conscientes de ello. No hay medidas milagrosas para lograrlo y si las hay pueden ser aún más peligrosas para la salud que el sobrepeso.
Uno de los pilares básicos gira en torno a una dieta saludable. Lo ideal es reducir el consumo de azúcares y grasas. Además, tenemos que aumentar la ingesta de otro tipo de alimentos que nos son más beneficiosos, como los cereales integrales, fruta, verdura, pescado y legumbres. También tenemos que aumentar la cantidad de actividad, de forma que nuestro cuerpo tenga estímulos para aumentar el metabolismo.
Pero esto ya lo sabemos todos, ¿verdad? Igual que sabemos lo complicado que puede llegar a ser algo que parece muy sencillo. Por eso, la psicología va un poco más allá. Nos podemos beneficiar de esta ciencia para conseguir cambiar estas conductas y hábitos de vida, así como los pensamientos y creencias que tenemos al respecto.
¿Qué nos aporta la psicología para controlar nuestro peso?
No solo los cambios que se han dado en nuestra sociedad influyen en las conductas que tenemos respecto a nuestro peso. También lo hace lo que pensamos y creamos, como en el resto de aspectos de nuestra vida. Desde la psicología, se fomenta el uso de los autorregistros. Realizar registros sobre la cantidad de actividad que realizamos a diario, por ejemplo, nos puede ayudar a tomar conciencia de si debemos aumentar el ejercicio que hacemos.
“Nuestro cuerpo es nuestro jardín, y nuestra voluntad el jardinero”
-William Shakespeare-
Además, podemos llevar un registro diario de nuestras comidas. Anotando lo que comemos y cuándo, así como lo que pensamos, sentimos y hacemos mientras nos va a ayudar. De esta forma vamos a poder identificar qué está bien y qué debemos modificar. Por ejemplo, se puede asociar la comida a ciertas emociones, experiencias o actividades diarias. Así, si normalmente comemos viendo la televisión, nuestro cerebro asocia la alimentación a este aparato.
¿Cómo podemos romper esta asociación? Evitando comer delante de la pantalla. Esto pasa también con las emociones. Tenemos que identificar qué sentimientos aparecen cuando comemos, para saber si utilizamos la alimentación o nos damos atracones para tratar de regular las emociones o para saciar nuestro hambre en realidad. Si descubrimos que comemos sin apetito, tenemos que aprender a manejar nuestras emociones de forma distinta.
Por otro lado, es necesario modificar nuestros pensamientos y creencias respecto a los hábitos de vida saludable. Generalmente, el comer de forma equilibrada y aumentar la cantidad de ejercicio lo vemos como un castigo. Tenemos que cambiar esta visión y recompensarnos por llevar a cabo conductas saludables que nos ayuden a controlar nuestro peso. Premiarnos a nosotros mismos es muy importante para conseguir cambiar nuestros hábitos.
Al final, mantener o reducir nuestro peso corporal es una tarea compleja. No sólo requiere que veamos que físicamente estamos mejor, sino cómo repercute en nuestra salud a todos los niveles. En este proceso, los factores psicológicos mencionados juegan un papel importante, por lo que es importante ser conscientes de ellos y trabajarlos. De esta forma, ¡nos podemos beneficiar de la psicología para mantener un peso saludable!
Imágenes cortesía de Ryan McGuire.