Beneficios de las relaciones sociales en la salud física
Los beneficios de las relaciones sociales están claros: proporcionan salud mental y física. Requieren tiempo, apoyo, tolerancia, lealtad y reciprocidad, pero merecen la pena. Lydia Denworth es editora colaboradora de la revista Scientific American y autora de varios libros sobre este tema.
Para su trabajo se inspira en una serie de científicos sociales, neurobiólogos, genetistas, primatólogos y biólogos evolutivos. Examina los lazos sociales y su impacto en el bienestar y la longevidad. Denworth demuestra que el aislamiento social es un factor de riesgo importante en la salud.
En 1988, publica un artículo en Science acerca de todos los estudios de población existentes y su seguimiento sobre la mortalidad posterior. Concluyó que las relaciones sociales o la relativa falta de ellas, rivaliza con el tabaquismo o la obesidad en su asociación con la enfermedad y la muerte.
Beneficios de las relaciones sociales
Fortalecen el sistema inmunitario
En 2007, el científico social John Cacioppo descubrió que la expresión de los leucocitos es sensible a nuestra vida social. En las personas más solitarias, los genes que activan las respuestas inflamatorias estaban regulados por su aumento. Mientras, los que regulan las respuestas antivirales estaban regulados por disminución.
Unos hallazgos que han sido replicados en estudios personas pobres, con cáncer de mama y con trastorno de estrés postraumático. El aislamiento social parece aumentar la susceptibilidad a la inflamación e infección viral. En cambio, los sentimientos de satisfacción y una red de conexiones sociales pueden fortalecer el sistema inmunitario.
Contribuyen a que haya un menor número de hospitalizaciones
Denworth señala que el aislamiento de los estadounidenses mayores y en soledad le cuesta a Medicare casi 7 mil millones de dólares al año. Gran parte del gasto es en instalaciones de enfermería, visitas a la sala de emergencias y hospitalización para personas que no tienen una red en la que confiar.
Mejora del colesterol, presión arterial, peso y movilidad
Lydia Denworth está especialmente impresionada con los resultados de Generation Xchange, un programa intergeneracional. La División de Geriatría de la UCLA unió fuerzas con el Distrito Escolar de Los Ángeles para llevar a los adultos mayores a escuelas primarias con pocos recursos.
Se les asignó ir una escuela específica para todo el año. Allí pasan al menos 10 horas a la semana, ayudando a los niños con habilidades de lectura y comportamiento. El programa, escribe Denworth, “ha tenido éxito en todos los frentes”. Se ha constatado una mejora del colesterol, la presión arterial, el peso y la movilidad, además del placer de nuevas conexiones sociales para las personas mayores.
Otras investigaciones que relacionan mejor salud y relaciones sociales
Tener una vida social activa también puede proteger tu cerebro a medida que envejeces, según un nuevo informe del Global Council on Brain Health. La revisión de los datos demuestra que tener vínculos y actividades sociales significativas, ayuda a la agudeza mental y a la solidez de la memoria.
Una nueva encuesta de AARP sobre la socialización y la salud cerebral encontró que 1 de cada 5 adultos mayores de 40 años están desconectados en el plano social. Los adultos que dijeron que estaban contentos con sus amistades informaron de un aumento en su memoria y sus habilidades de pensamiento durante los cinco años previos. Aquellos que no estaban satisfechos con su vida social informaron de lo opuesto (que sus habilidades cognitivas disminuyeron).
“Si, como ser humano, al final de mi vida me preguntaran qué es el éxito, respondería que es haber vivido una vida en la que viví, amé y respeté y fui respetado por los otros a los que amé y respeté. Disculpe que use tanto la palabra “vida” o el verbo “vivir”, pero prefiero no buscar ni sinónimos ni otras formas de decirlo. El éxito de una vida entera, de una vida completa, es el éxito en las relaciones humanas. Una vida sin amor habrá sido desastrosa”.
-Tzvetan Todorov-
Conclusión
A medida que las personas envejecen, se enfrentan a muchos obstáculos para mantener una vida social. Sus familiares y amigos fallecen, problemas de salud, movilidad limitada y hasta vecinos que no desean socializar.
Todavía no se comprende bien cómo la sociabilidad mejora la salud cerebral, pero estos estudios nos dicen que interactuar con otras personas de manera significativa puede proteger el cerebro contra los efectos nocivos del estrés. Las investigaciones también apoyan la idea de que ayudar a los demás marca una diferencia en la salud cognitiva.
Por tanto, no solo tener relaciones sociales significativas es importante para la salud psicológica en diversas etapas de la vida. Las relaciones no solo dinamizan nuestra vida sino la de nuestras neuronas y nuestras defensas. Procurar que, las personas mayores -de manera especial- puedan tener un tratamiento enfocado a romper con la soledad tendría efectos muy potentes en sus resultados médicos, además de en los psicológicos.