11 características de las personas agresivas

La agresividad con frecuencia encaja con otros hábitos y características de personalidad que refuerzan y retroalimentan esta actitud. Conoce qué hay detrás de la conducta agresiva.
11 características de las personas agresivas
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 02 agosto, 2023

Si bien las características de las personas agresivas se dibujan en escala de grises, lo cierto es que hay ciertos puntos en común que se repiten en estos individuos.

La agresividad no solo se manifiesta a través de puñetazos, sino que asume múltiples formatos: ataques físicos, mentiras, insultos e incluso a través del silencio.

Todo ello tiene en común un solo impulso: hacer daño al otro. Puesto que la hostilidad tiene muchas caras, los rasgos que encontrarás aquí serán diversos. Seguro que te has cruzado con alguien violento en tu vida y te gustaría saber cómo verlos venir desde lejos. Comenzamos.

Rasgos de las personas agresivas

Antes de comenzar con la lista, debes saber que no vas a ver requisitos excluyentes para catalogar a alguien de agresivo. Por eso, es importante que consideres factores individuales antes de sacar conclusiones determinantes sobre alguien.

Compartimos contigo once rasgos generales que suelen estar presentes en este tipo de personas.

1. Se irritan con facilidad

Este es, quizá, su rasgo más llamativo. Se trata de personas que tienden a ver las bromas como una amenaza o una ofensa; es decir, son muy susceptibles. Mantienen un estado de alerta constante, y entienden el mundo, en cualquiera de sus planos, como un sitio hostil.

2. Les cuesta hacerse cargo de sus errores

Es raro que asuman la culpa o la responsabilidad cuando las cosas van mal. Tienden a atribuir a los demás las razones de sus fallos, lo que a su vez les suele llevar a un enfado de difícil resolución.

3. Son impulsivas

Otra de las características de las personas agresivas es su mala gestión de la ira. Así, este sentimiento suele estar presente en las decisiones que toman, de forma que no suelen parar a reflexionar antes. Tal como indica una investigación publicada en Acta Psychologica Sinica, estas personas recurren a la agresión como un intento de regular sus emociones, aunque esta estrategia no resulta saludable ni beneficiosa.



4. Son desagradables en el trato

El estilo de comunicación desagradable y tosco es una de las características más notables de las personas agresivas. Su presencia puede crear una atmósfera tensa y generar incomodidad en los demás.

5. Tienden a controlar

Su agresividad no solo es una reacción ante los estímulos que les rodean, sino una herramienta para dominar su entorno. A través de la victimización, consiguen que los demás crean que tan solo están muy enfadados, pero en realidad es una forma de manipulación.

A su vez, las personas agresivas con un temperamento más frío tienden más hacia la práctica del gaslighting, que consiste en intentar que otra persona dude de su propia percepción o juicio, para ejercer control sobre ella.



6. Usan el silencio como un recurso de castigo

Otra de las características de las personas agresivas es su tendencia a vengarse a través del silencio. Cuando se sienten ofendidas suelen adoptar actitudes pasivo-agresivas, como ignorar al otro, salirse del tema de conversación o contestar con monosílabos. Esta conducta es un tipo de violencia psicológica conocida como «ley del hielo».

7. Hacen uso del sarcasmo y del cinismo

Una investigación realizada con adolescentes de la ciudad de Medellín, señala una relación directa entre el sarcasmo y el comportamiento agresivo. Puesto que la agresión directa suele despertar reacciones fuertes, el agresivo recurre a menudo a la ironía como una forma de evadir las consecuencias de sus actos.

8. Aunque lo esconden, se sienten inseguras con su propia valía

Aunque puede sonar paradójico, las personas agresivas suelen tener baja autoestima y sentirse insuficientes. Tal como indica un estudio realizado con estudiantes peruanos, existe una relación inversa y significativa entre la autoestima y la agresividad.

Es habitual que las personas con un autoconcepto débil tomen medidas agresivas para protegerse de las amenazas sociales.

9. Guardan resentimiento hacia aquellos que les causaron un daño

Uno de los rasgos más limitantes de la tendencia agresiva es la atención selectiva hacia el lado más cruel y hostil de los demás. Esto provoca que graben a fuego en su memoria cada momento en que se hayan sentido ofendidos y lo recuerdan de forma persistente, manteniendo el resentimiento.

10. No suelen disculparse

La resistencia a pedir perdón nace de un razonamiento inconsciente: si cada vez que se actúa con agresividad se da una disculpa, se está reconociendo una mala actuación muy a menudo. Y para alguien con baja autoestima… ¿Qué hay peor que admitir un error propio?

11. Les cuesta establecer o mantener relaciones satisfactorias

Las explosiones de ira y los malos tratos pueden alejar a algunas personas de su entorno, por lo que es común que el resto opte por tomar distancia. Como resultado, a las personas agresivas les resulta difícil sostener vínculos satisfactorios.

¿La persona agresiva eres tú?

Si te reconoces en las características mencionadas debes saber que es posible trabajar en la agresividad con el apoyo pertinente. Un terapeuta o profesional de la salud mental puede brindarte herramientas y estrategias para abordar y gestionar tus emociones de una manera más saludable.

Pero que nadie te engañe: el poder para cambiar está en ti, no en los demás. El proceso puede ser difícil y llevar tiempo. Sin embargo, cada paso que des hacia una conducta más positiva te acercará a relaciones más satisfactorias y a una vida más armoniosa en general.


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