Las asombrosas características de una persona aventurera

Las personalidades aventureras fascinan y atraen. Aquí te contamos qué las hace tan cautivadoras.
Las asombrosas características de una persona aventurera
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 05 septiembre, 2023

¿Te has preguntado alguna vez cuáles son las características de una persona aventurera? Esa gente que viaja de cualquier manera con tal de ver nuevos lugares, que toma riesgos con alegría o que es capaz de adaptarse a todo contexto social, sea la cultura que sea.

Lo cierto es que aquellos calificados como «aventureros» suelen reunir una serie de rasgos comunes fáciles de identificar. Si quieres conocerlos, ¡sigue leyendo!

¿Cuáles son las características de una persona aventurera?

Vivir en un cambio constante no es sencillo: todos necesitamos, en mayor o menor medida, algo de rutina para que nuestro cuerpo funcione bien. Pero parece que las personas aventureras requieren muy poco de esto. Te presentamos cómo son más a fondo.



1. Abandonan su zona de confort a menudo

La zona de confort, ese conjunto de actividades y rutinas que te hacen sentir tranquilidad y estar a salvo, se debe abandonar a veces para alcanzar logros o enfrentarse a situaciones por resolver. Si bien todo el mundo lo hace de vez en cuando, no deja de ser una experiencia incómoda.

Las personas aventureras abandonan con mucha facilidad esta zona de confort. Al confrontar muchas situaciones distintas, acostumbran a tener una mejor gestión de las emociones negativas y más recursos para sobrellevarlas. Les mueve la motivación por ampliar sus miras y ser capaces de superar cualquier obstáculo.

2. Les encanta viajar

Aunque no es necesario viajar para tener un carácter aventurero (ni todo el mundo tiene los recursos económicos para ello), estas personas suelen hacerlo cada vez que pueden. Viajar es una de las mejores formas de abrir la mente y exponerse a nuevos estímulos.

La motivación intrínseca a esto es explorar horizontes y seguir aprendiendo. Son personas que buscan con constancia emociones fuera de sí mismos, es decir, extrovertidas. Aunque esto no impide que tengan un mundo interior complejo, sí que suelen formarlo con las experiencias que adquieren viajando y conociendo gente.

3. Son inconformistas

Otra de las características de las personas aventureras es que rara vez se amoldan a las normas establecidas si estas no encajan en sus criterios. Al no ligarse de manera permanente a ningún sistema establecido, adquieren sus propios paradigmas y prefieren guiarse por ellos. Al fin y al cabo, mañana podrían estar en otro lugar, con otra gente o en una cultura diferente.

4. Arriesgan con facilidad

Ligado a su facilidad para salir de la zona de confort está su estilo de toma de decisiones, que tiende a alejarse de lo conservador. Saben que las aventuras, a pesar de reunir miles de momentos idílicos, tampoco están exentas de riesgos y contratiempos.

Por otro lado, una vez adquieren experiencia para enfrentarse a situaciones inéditas, son capaces de prevenir la mayoría de estos imprevistos. En consecuencia, los riesgos reales se reducen al tiempo que disfrutan de la adrenalina de ampliar sus vivencias.

5. Poca necesidad de rutina

La vida rutinaria no es más que un descanso entre aventura y aventura. Otra de las características de una persona aventurera es que, si puede, vivirá cada año en un lugar distinto y aprovechará cada oportunidad para salir de la monotonía. Cabe destacar que se aburren con facilidad cuando su día a día es siempre el mismo.

6. Les gusta el aprendizaje autodidacta

Este tipo de personas aprenden mucho mejor a través de la experiencia, aplicando conocimientos. Se motivan retándose a sí mismos con nuevas áreas de conocimiento, por lo que será raro que las veas dedicarse solo a lo académico. Si no son capaces de aplicar lo que aprenden a su vida diaria, no están conformes.

7. Arrastran a otros a sus aventuras

Se suma a las características de una persona aventurera la facilidad para contagiar su entusiasmo. Es común que persuadan a otros para acompañarlos en alguna excursión, pues lo pintan tan maravilloso que despiertan en los demás las ganas de explorar y embarcarse en lo novedoso.

8. Resiliencia

Una de las características de una persona aventurera más útil es la resiliencia. No faltan los disgustos en vivencias desconocidas. Sin embargo, la gran capacidad de adaptación de los aventureros les hace capaces de extraer aprendizajes de lo negativo, para recuperarse de cualquier disgusto. Además, una vez sortean un obstáculo no miran atrás: hay que seguir buscando estimulación.

9. Tienen una mentalidad joven

No hay edad límite para aventurarse. Las personas que buscan siempre horizontes que alcanzar, suelen mantener su mente activa y en forma. Asimismo, sus pensamientos se enriquecen con las experiencias que obtienen, así que es raro que se queden anclados en pensamientos conservadores o prejuicios.



Las aventuras y la capacidad de tu bolsillo

Para terminar, es necesario recalcar que tener un espíritu aventurero no tiene por qué ir ligado a una cuenta bancaria inflada. Si bien es cierto que el gusto por viajar es común a todas las personas que buscan estimulación (y lo que más suele promocionar el marketing), se pueden encontrar maravillas sin moverse del sitio.

Nuevos libros, una noche estrellada, personas maravillosas… el mundo es increíble en cada rincón. Por eso, si eres una persona aventurera pero no tienes recursos para ver las maravillas del mundo, no temas: trae tu vista un poco más cerca y siempre encontrarás algo por lo que fascinarte.


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