Claves para ayudar a los niños a desarrollar una actitud positiva
La negatividad, la violencia y el sufrimiento de una u otra forma parece que van a existir siempre, pero aprender a enfrentarse a ellos con una actitud positiva puede ser el primer gran dique de contención que podemos edificar frente a ellos. Al fin y al cabo, aunque es imposible controlar totalmente lo que ocurre, sí que puedes controlar las reacciones a lo que sucede.
Desarrollar una actitud positiva refuerza nuestro poder para hacer frente a los desafíos. Cuando los niños desarrollan una actitud positiva, estarán generando al mismo tiempo una inercia que les ayudará a aliviar las presiones asociadas al crecimiento.
Sin embargo, es muy habitual que los padres noten problemas de actitud en sus hijos, bien porque tienen un carácter especialmente rebelde, porque la educación que han recibido no ha sido buena o porque el entorno ha ayudado. De hecho, hay muchas razones que hacen que sea difícil para un niño desarrollar una actitud positiva.
Un ambiente enrarecido en casa, el exceso de críticas por parte de padres y educadores, la sobreprotección o el exceso de restricción favorecen que los niños muestren una actitud negativa.
Cómo fomentar la actitud positiva en los niños
Los padres tienen un papel fundamental a la hora de fomentar el pensamiento positivo en sus hijos. Un hábito de pensamiento que les ayude a desarrollar una actitud positiva ante esa especie de película que pasa fuera de nosotros pero en la que al mismo tiempo podemos intervenir.
Una de las claves para hacerlo es ofrecer un modelo de positividad y optimismo. Es más fácil que un niño desarrolle una actitud negativa si sus padres están siempre enfadados y se muestran pesimistas que si los ve con una actitud optimista y valiente, interpretando de forma positiva los sucesos y experiencias.
Además, hay que tener en cuenta que la actitud negativa o positiva empieza a adquirir tendencia muy pronto como forma de afrontamiento. Por eso es importante estimular al niño cuanto antes, para que desarrolle una actitud positiva ante los pequeños problemas y disgustos que experimenta, que por supuesto para él son grandes.
Sin embargo, estimular el pensamiento positivo no implica dejar de lado las emociones negativas. Todo lo contrario. Los niños deben poder vivir e identificar todas sus emociones para, después, aprender a lidiar con ellas con actitud positiva. Pensar en positivo no es pensar siempre en cosas bonitas, sino enfrentar las bonitas y las feas desde el optimismo.
Claves para desarrollar la actitud positiva en los niños
Para fomentar el desarrollo de una actitud positiva en los niños, hay que tener en cuenta que el pensamiento positivo es un estado mental que se adquiere en la medida que se estimula y se integra en la lista de costumbres.
A medida que crecen, los niños van evolucionando en su comprensión de las situaciones y en su forma de enfocarlas desde un punto de vista positivo. Empiezan ser conscientes de que entre el mundo real y la imagen que tienen de él hay un espacio en el que se puede intervenir y en el que de hecho nuestra mente actúa.
Hay que motivar a los niños a mirar las cosas de una manera positiva, ofreciendo un modelo a seguir y apoyándoles en momentos clave. En realidad, los niños tienen capacidades innatas para captar el pensamiento positivo debido a los cambios cognitivos que se producen en la mitad de la infancia.
Es importante ayudar a los niños a reconocer una situación o sentimiento negativo. Es en ese momento cuando se puede ayudar al niño a mirar la situación de manera constructiva y positiva. Alentar al niño a desarrollar una actitud positiva le ayudará a centrarse en hacer las cosas que le gusta hacer y le ayudará también a atraer interacciones y experiencias más positivas.
Por otra parte, es una buena idea que el niño aprenda a valorar cualidades como la intuición, la compasión, la sabiduría, la armonía o la creatividad. De mismo modo, debe aprender a valorar cuestiones como la importancia de tener ideas propias, el conocimiento de sí mismo, la sensibilidad o el autocontrol.
Es importante que ayudes a tu hijo a reconocer estas cualidades y características en él. De esta manera le ayudarás a sentirse capaz, más allá de las áreas de conocimiento establecidas por la sociedad o la escuela. Esto le dará seguridad, lo que le permitirá ampliar su perspectiva de la vida y de sus propias posibilidades.
“Los padres siempre piensan que están aquí para guiar a los pequeños. Cuando, en realidad, son los pequeños que vienen con la claridad para guiarte a ti”
-Abraham Hicks-
