¿Cómo afrontar una semana emocionalmente difícil?
Seguro que más de una vez te has tenido que enfrentar a días especialmente duros. Esa temida semana emocionalmente difícil que te hace estar en un estado constante de nervios y no te deja descansar bien. Ya sea por trabajo, por importantes decisiones personales, salud de familiares, gastos imprevistos…
Como vemos, las razones pueden ser variadas, pero las sensaciones que nos producen suelen ser siempre las mismas: angustia, intranquilidad y malestar. ¿Cómo puedes afrontar este pico emocionalmente tenso de forma satisfactoria? Te damos algunas claves para enfrentarte a ese acontecimiento, reto o evaluación que te causa tanta ansiedad, evitando que de alguna manera esta emoción te secuestre.
Aprende a reaccionar bien
Si sabes cómo sueles reaccionar ante distintos tipos de acontecimientos, estás de enhorabuena. Así, podrás elegir si esa reacción te gusta o por el contrario preferirías cambiarla. Si no sabes o intuyes cuál va a ser tu comportamiento en un determinado momento, presta atención y haz un viaje por tu pasado para recopilar pistas. Quizás no encuentres una situación exactamente igual, pero sí alguna que comparta algunas características importantes.
Por ejemplo, cuando tu jefe te levantó la voz, ¿qué hiciste? ¿Te fuiste a tu sitio, te sentaste y continuaste trabajando o te sumaste a la escalada del tono de voz? ¿Fuiste a desahogarte con tus compañeros? La respuesta que obtengas te dará pistas de cómo puedes reaccionar ante una situación concreta en una semana emocionalmente difícil.
Pongamos otros casos. Si tu hijo suspende dos asignaturas, ¿inmediatamente le castigas? ¿Decides ponerle un profesor particular? ¿Le chillas? Dependiendo de cuál sea tu actitud ante su falta de responsabilidad sabrás cómo puedes actuar ante circunstancias similares. En definitiva, autoobservación y conocimiento personal.
Cuenta hasta diez y respira
Aunque parezca algo muy obvio, lo cierto es que, a la hora de la verdad, lo hacemos muy poco. No hace falta contar en voz alta y expirar de manera exagerada: a cada persona le irá mejor un método u otro. Pongamos que en vez de contar de 1 a 10, para ti es más práctico levantarte de la silla y mirar por la ventana unos segundos para relajarte. ¡Pues hazlo!
Lo importante es que seas capaz de controlar ese nerviosismo. Además, el pico de ansiedad sigue una distribución normal. Es decir, alcanza un máximo que dura relativamente poco. Y si logras superar ese instante y no adoptas actitudes huidizas, notarás como la sensación de angustia va disminuyendo poco a poco.
Busca reírte y diviértete
Un chiste, un programa de humor, una situación cómica… Busca algo que te haga aliviar ese malestar interno y te permita evadirte un rato. En ningún lado está escrito que en una semana emocionalmente difícil esté prohibido el positivismo. Todo lo contrario. Aboga por él y abraza la ilusión, la diversión, el amor, la gratitud. Son formas estupendas de cargar a tu organismo de energía.
La risa no tiene ni contraindicaciones ni efectos secundarios.
Mantén tu rutina horaria
Conservar tus mismos horarios y hacer cosas que te mantienen dentro de la rutina semanal puede ser beneficioso. Por ejemplo, si sabes que el viernes va a ser el día en el que vas a tener más estrés, lo mejor es que te apoyes en la medida que puedas en la rutina, de manera que te sobrecargues lo menos posible ahorrando en el número de decisiones a tomar.
Alimentación y descanso adecuados
Comprarte un helado de chocolate y sentarte en el sillón durante horas, a pesar de que sea algo muy común en películas, no es una actitud resolutiva que te ayude a afrontar una semana emocionalmente difícil. Todo lo que ingerimos tiene un efecto en nuestro cuerpo, e inflarnos de azúcar no mejora ni incrementa nuestros recursos de afrontamiento.
Todo lo contrario. Puede que durante los primeros minutos te sientas realmente bien (el chocolate contiene triptófano y produce serotonina), pero su efecto es pasajero. Por eso es muy probable cuando te levantes del sofá, te sientas aún peor, porque no has cambiado de estado de ánimo de la manera más inteligente, de alguna manera lo has enmascarado y obviado.
Es preferible que duermas las horas que necesites y que incluyas en tu dieta aquellos nutrientes que tu cuerpo necesite, especialmente en lo que se refiere a vitaminas y minerales. Además, intenta no saturarlo con calorías extra sin ningún valor nutricional.
Valora la dificultad de la situación
No todas las personas perciben los acontecimientos de la misma manera. A lo mejor uno de tus hijos afronta con mucho nerviosismo un cumpleaños familiar porque no le gustan las reuniones sociales, cuando para ti son ilusionantes. Estas diferencias de percepción marcan la diferencia.
Por eso, muy relacionado con aprender a conocer tus reacciones está el hecho de saber valorar la dificultad de la situación. Ese acontecimiento, ¿te paraliza? ¿Te molesta? ¿Te incomoda? Ganarás mucho si eres capaz de hacer una buena estimación de la importancia le das a cada circunstancia y de cómo te afecta en tu día a día. Si te impide seguir con tu día a día normalmente, quizá sea el momento de intentar incorporar un mayor control emocional en ese momento.
En este sentido, el hecho en sí es importante, pero no lo es menos nuestra manera de afrontarlo. Por eso, cuanto más preparados estemos para enfrentarnos a esa semana emocionalmente difícil, mejor parados saldremos de la misma.