Cómo ayudar a una persona con TCA en Navidad
Ayudar a una persona con TCA en Navidad es un propósito complicado. No solo se trata de lidiar con las comilonas que se celebran en estas fechas, sino con todo el paquete que acompaña a los trastornos mentales: culpabilidad, incomprensión, estigma.
Intenta recordar si ha habido algún periodo navideño en el que la felicidad no haya sido, prácticamente, una obligación o en el que la comida haya pasado a un segundo plano. ¿Has podido evitar los mensajes y anuncios sobre dietas para no engordar en fiestas, los chistes sobre Papá Noel o las redes sociales llenas de árboles de navidad?
Los trastornos de la conducta alimentaria producen un enorme dolor emocional, pues aluden a un proceso vital del que no se puede escapar. Sin embargo, son una de las entidades clínicas en las que la sensación de incomprensión es mayor. Por ello, el apoyo social es imprescindible para estas personas.
Si estás aquí, es porque quieres que alguien con TCA sea capaz de tener unas fiestas pacíficas, así que no te pierdas estos consejos.
¿Qué suponen las navidades para alguien con TCA?
En ausencia de un apoyo social adecuado, daremos un calificativo rotundo: un infierno. Incluso cuando la persona tenga la voluntad suficiente para seguir controlando su conducta alimenticia en fechas tan ligadas a la comida, tendrá que enfrentarse a la soledad de los mensajes tipo “una vez al año no hace daño”, “date un capricho, que es navidad”, “¡Pero si estás muy delgado, puedes comer lo que quieras!” o “no te pases en la cena de nochebuena, que tienes que adelgazar”.
La sensación de soledad es devastadora, pues el bombardeo de caras felices y de normatividad es constante, pero, paradójicamente, es una de las etapas en las que el amor al prójimo y la empatía más brillan por su ausencia. Una persona con sentimientos negativos hacia la conducta de alimentación verá multiplicadas sus dificultades para regularse en estas fechas y, sobre todo, para disfrutar de la vida.
Y esto es así, aunque la intención de sus familiares sea honesta. Es así aunque la persona con TCA esté en terapia, y aunque se quite las redes sociales un tiempo. Por eso, tu responsabilidad como ser querido, conocido o colega es tratar de que las Navidades sean lo más livianas posible. Para ello, a continuación te dejamos algunos consejos.
Claves para ayudar a una persona con TCA en Navidad
Si estás aquí es porque quieres mejorar la vida de los demás. Se trata del primer paso y del más importante, pero no el único. No vas a empatizar con la vida de otra persona de un día para otro, pero el largo camino de introspección y compromiso darán sus frutos. Vamos a verlo paso a paso.
1. Infórmate sobre el trastorno que padece esa persona
Los trastornos de la conducta alimenticia son muy heterogéneos. Por eso, tu primera tarea será documentarte sobre las circunstancias concretas de esa persona. Y no solo eso, sino que es muy necesaria una conversación para comprender cómo está viviendo su trastorno, pues nadie lo experimenta igual que sale en los manuales de psicología.
2. Haz un ejercicio de introspección
Todos caemos en prejuicios e imponemos la normatividad en mayor o menor medida: es inconsciente y fruto de una educación que se remonta al nacimiento. Por ello, hacer un ejercicio de identificación de los propios sesgos, así como deconstruir y reconfigurar nuestros valores morales, es un paso imposible de saltar si se quiere ayudar a alguien con TCA en Navidad.
Detecta qué comportamientos y mensajes se deben a prejuicios sociales y cámbialos, pues podrías hacerle daño a esa persona, incluso sin mala intención.
3. Prepara un menú adaptado en tu casa
Ahora que ya sabes lo que sucede, llega el momento de abordar el tema en sí: la comida. Puesto que ponerse delante de una colección de alimentos con los que no se tiene una relación sana puede llegar a ser una tortura, es importante acordar un menú de manera previa.
Qué comida se va a poner, qué cantidades y qué variedad son factores a manejar en este menú acordado.
4. Mantén el ambiente tranquilo y las mentes abiertas
Imagina lo que suponen los conflictos en la mesa para alguien que está sufriendo por su relación con las fiestas navideñas. De nada sirve adaptar un menú si después esa persona se va a tener que enfrentar a comentarios despectivos, discusiones o presiones sociales.
Por tanto, asegúrate de que todas las personas que van a participar en las celebraciones navideñas se comprometan a ser sensibles a las necesidades de las personas que se sientan a la mesa. Puede parecer obvio, dado que se trata del objetivo de las fiestas, pero si estamos hablando de ello es porque no siempre se tiene esto como meta en las mesas.
5. Celebra la Navidad de otra manera
¿Qué necesidad hay de celebrar las fiestas como lo hace todo el mundo? Si quieres ayudar a una persona con TCA en Navidad, ¿por qué exponerla a aquello que le hace daño?
Al final del día, adaptar menús y tratar de que los demás no hagan chistes gordofóbicos puede ser una manera de forzar una situación que no tiene por qué tener que ver con la comida (y dar pobres resultados).
Por eso, no tengas miedo de romper con costumbres incurables y traza un plan mejor, pues no es ley que las navidades y la comida tengan que ir unidas.
Requerirá esfuerzo
Por último, ayudar a una persona con TCA en Navidad no será una tarea sencilla. Se trata de una persona que está sufriendo en un entorno en el que puede haber infinidad de elementos que intensifiquen ese sufrimiento. Así, es posible que no notes resultados al tomar las primeras mediadas; no te rindas, y en esos casos ve tomando nota de lo que sucede para hacer cambios.
Ten por seguro que, cuando alguien te desea el bien y trata de ayudarte, esa intención acaba por dejar una huella mucho más maravillosa que cualquier festín navideño.
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