Los 5 pasos definitivos para calmar a una persona enojada

Enfrentarse a alguien enfadado no siempre requiere de agresividad o miedo. Se puede apaciguar su enojo usando la empatía. ¿Quieres saber cómo? Aquí te lo contamos.

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 12 septiembre, 2023

Para algunos, calmar a una persona enojada es una tarea muy complicada, pues supone enfrentar una situación de agresividad e incluso faltas de respeto. La reacción natural en estas ocasiones es devolver esa agresividad o tomar una postura sumisa, esperando que la persona se apacigüe, pero es raro que esto funcione a largo plazo.

¿Y si hubiese una manera más efectiva de hacerlo? Una que conduzca a soluciones, que calme sin escalar el conflicto y sin asumir agresiones. No es fácil reconducir la ira ajena, pero es posible hacerlo. Eso es lo que vas a encontrar aquí: una guía para que la asertividad, la compasión y la empatía te ayuden a encarrilar estas aguas tempestuosas.

Qué no hacer para calmar a una persona enojada

Lo primero que debes saber es qué no hacer cuando alguien de tu entorno se enoja. Muchas de las respuestas automáticas que se generan en estos momentos no hacen más que empeorar las circunstancias, como es el caso de las siguientes:

• Interrumpir: deja que la persona se exprese. De esta manera liberará algo de tensión y obtendrás información con la que resolver.
• Mostrar enfado de vuelta: calmar a una persona enojada intentando oprimirla con tu propia rabia no solo es una agresión, sino que atiza el conflicto.
• Ponerse a la defensiva: el enojo de la otra persona no tiene por qué ir contra ti. Y, si eres la causa de su enfado, una actitud defensiva es un bloqueo para la comunicación efectiva.
• «Tranquilízate»: como de seguro has experimentado en tus propias carnes, cuando se siente ira y alguien te pide calma, lo único que consigue es avivar el enfado. Esto, aunque se hace de manera inconsciente, es invalidar los sentimientos del otro.

Los pasos definitivos para calmar a una persona enojada

Ahora que sabes qué actitudes y acciones son contraproducentes pare reducir el enojo de alguien, vamos con los consejos en positivo. Aunque parezca contradictorio e incluso injusto, la mejor estrategia a seguir es la empatía.

Ojo, no se trata de entonar el mea culpa, sino de atesorar información y redirigirla hacia soluciones óptimas. Mira algunos pasos para lograrlo.

1. Mantén la calma

Es normal que sientas nerviosismo, ansiedad, culpabilidad o miedo cuando alguien se enoja. No obstante, se trata de un momento en el que tu calma es la clave para que el conflicto no empeore y poner en marcha el proceso comunicativo. Respira hondo y escucha lo que la otra persona expresa.

2. Aplica la escucha activa

No basta con oír, hay que escuchar. La escucha activa, es decir, aquella orientada a estudiar el mensaje del interlocutor desde el punto de vista de la empatía, es el motor de una comunicación efectiva. Esta permite recopilar información necesaria y genera confianza para resolver el trance.

3. Valida los sentimientos de la otra persona

Cuando alguien expresa su enojo, canaliza su ira para promover cambios en su ambiente. Es decir, esa persona necesita que algo se transforme para sentirse bien. Ese algo puede estar claro en su mensaje o no, pero lo primero que necesitas es validar sus sentimientos.

Frases como «entiendo lo que me dices», «yo me sentiría igual en tu posición» o «comprendo que esto necesita una solución», ayudan a calmar a una persona molesta de manera efectiva. Es una forma de que se sienta escuchada y mostrar interés en arreglar aquello que le molesta.

4. Dale espacio si es necesario

Es posible que la ira que siente esa persona le impida comunicarse de manera efectiva. Si ese es el caso, retírate y manifiesta que tienes disposición más adelante para buscar soluciones. Así obtienes un doble efecto: le das tiempo para gestionar sus propias emociones y abordas el problema más adelante con algo de información en pro de resolver.

5. Ofrece soluciones para el futuro

Con los pasos anteriores tendrás las herramientas necesarias para manejar el momento presente: empatía, paciencia y escucha activa. Pero no se debe olvidar que la persona necesita cambiar algo y que el daño ya está hecho.

Por eso, las soluciones deben enfocarse en el futuro, de manera que se prevengan escenarios similares y complicaciones en general.

Más vale prevenir que curar

Enojarse forma parte de la vida. La ira es una emoción natural e inevitable, pues es imposible vivir sin sufrir. Ahora bien, mantener una actitud colaborativa y proactiva es una de las claves para no tener que calmar a una persona enojada. Cuando alguien se siente escuchado y sabe que podrá trabajar en equipo para solventar lo que le aflige, la ira pierde parte de su propósito y desaparece.

Por tanto, una comunicación efectiva, una actitud empática y la voluntad de cambiar las cosas serán las bases preventivas para muchos conflictos. Y, por último, no olvides establecer límites: deja claro que no tolerarás faltas de respeto ni agresiones. La comunicación efectiva nunca pasa por ponerse por encima de los demás.