Cómo encontrar la luz en mitad de las tinieblas
Todos tenemos esos días en los que, por mucho sol que brille en el cielo en nuestro interior, solo sentimos oscuridad y tinieblas. Incluso las personas más motivadas o aquellas que son ambiciosas, pueden sentir dificultades no solo para conseguir las cosas, sino incluso, para sentir motivación para poder alcanzar sus metas. Pero, a veces, esa oscuridad puede envolver demasiado al corazón y puede que no deje escapar ni un rayo de luz.
Cuando se tiene el corazón en sombra hay que descubrir por qué no hay luz en mitad de las tinieblas. Así, es necesario encontrar las formas de salir de esa crisis existencial y auto-motivarse cuando la apatía y las ganas de no hacer nada están atacando demasiado a tu alma.
¿Por qué se ha ido luz?
La oscuridad en el corazón puede tener muchas razones diferentes, y es tu misión descubrir de qué se trata para evitar que se convierta en algo aún más complicado de solucionar, como puede ser una depresión. Algunas de las razones que pueden contribuir a tu oscuridad pueden ser las siguientes:
- Tienes miedo al futuro, te sientes cobarde y no quieres evolucionar. El cambio te aterra.
- Te sientes cansado y sin fuerza de llevar una vida saludable.
- No tienes confianza en ti mismo y no quieres salir de tu zona de confort.
- Crees que no eres capaz porque no te valoras.
Además, si eres una persona que quiere hacer las cosas pero siempre te quedas a mitad, la sensación de frustración hará que te sientas mal contigo mismo y que creas que eres incapaz. Pero no es así, solo es necesario poner un poco más de empeño en lo que haces y preparar las cosas para que no te falte motivación. Por ejemplo, si quieres hacer ejercicio cada mañana, ¡pon tu ropa de entrenamiento junto a tu cama para que sea lo primero que veas nada más despertar!
“Vencerse a sí mismo un hombre es tan grande hazaña, que sólo el que es grande puede atreverse a ejecutarla.”
-Pedro Calderón de la Barca-
Siguiendo el ejemplo del ejercicio, también puedes pensar en llamar a un amigo para hacer planes juntos, hacer ejercicio en el gimnasio a la misma hora, hacer deporte con tu pareja… ¡cualquier excusa para motivarte y llegar a tus metas siempre será buena idea!
Permite que la luz te deslumbre ante la oscuridad
Cuando notes que la oscuridad se intenta apoderar de ti, ve a tus raíces y escucha con atención que sonidos emite tu cuerpo. Puede que necesite un descanso o hacer algo de ejercicio, darle lo que pide no solo mejorará tu salud sino que también te lo recompensará llenándote de energía que puedes emplear para hacer las tareas que menos te gustan.
Piensa en tus hábitos, ¿has descansado bien últimamente? ¿Has comido saludablemente? Valora en cómo has tratado tu cuerpo, porque su cuidado es esencial para que te sientas mejor contigo mismo y con el mundo que te rodea.
Si en cambio, cuidas tu cuerpo pero luchas con pensamientos negativos, entonces piensa por qué tienes esos pensamientos que te impiden tener confianza en ti. Por ejemplo, si hay alguien que te ha hecho un comentario hiriente que te ha molestado, o si te comparas con otras personas. Quizás es hora de que pienses cosas bonitas sobre ti y que hagas algo que te haga sentir bien. ¿Ya lo tienes?
Ser perseverante es la clave del éxito, en cualquier aspecto de la vida. Al principio es fácil estar motivado para conseguir los objetivos porque se piensa en el resultado final, pero después quizás tengas que hacer un ejercicio de voluntad para terminar al tarea.
“El noventa y nueve por ciento de los fracasos vienen de personas habituadas a dar excusas.”
-George Washington Carver-
Cuando te encuentras a mitad de camino, puede que te des cuenta de que has empleado más de la mitad del tiempo y del esfuerzo que pensabas invertir para alcanzar tu meta y puede que en este momento aparezcan las tinieblas. Si esto sucede piensa que la inversión en tiempo y esfuerzo no suele ser lineal al progreso y que los comienzos casi siempre precisan más del tiempo que habíamos presupuestado.
Pero, ¿sabes qué? Que puedes conseguirlo, solo tienes que recordar por qué empezaste y así podrás alcanzarlo. Sigue caminando y llegarás a tu meta, y solo el hecho de alcanzarla… te llenará de satisfacción.
Pero recuerda, que después de la tormenta siempre llega la calma… pero en cuanto empieces a notar cómo la oscuridad empieza a envolver tu corazón es necesario que abras los ojos, escuches a tu alma y busques soluciones de inmediato para que sea tu luz la que irradie cada poro de tu ser.