Cómo resolver conflictos en el trabajo de forma eficaz

En todo entorno laboral pueden surgir conflictos, pero ¿sabemos resolverlos de forma eficaz? Hoy descubriremos algunas claves para conseguirlo.
Cómo resolver conflictos en el trabajo de forma eficaz
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 21 septiembre, 2019

El trabajo es una parte importante de nuestra vida, pues le dedicamos unas ocho horas diarias de media, aunque hay personas que la superan. Este tiempo que pasamos llevando a cabo nuestras responsabilidades suele desencadenar, a veces, en diferencias con nuestros compañeros o superiores. Cuando esto sucede, ¿de qué manera podríamos resolver conflictos en el trabajo de una forma más eficaz?

Resolver conflictos en el trabajo no es nada sencillo. Como bien señala el artículo Estrategias de manejo de conflicto en clave emocional, “el conflicto es un proceso básico e inevitable que caracteriza la dinámica interna de las relaciones humanas“.

Sin embargo, en el momento en el que surgen puede que digamos palabras que no queremos, que las emociones nos desborden y que, al final, la situación termine en un verdadero desastre. Afortunadamente, existen formas de salir de esto y gestionar las diferencias de una mejor manera.

Compañeros de trabajo discutiendo

Gestionar eficazmente las emociones

Está claro que gestionar eficazmente nuestras emociones es difícil. Nadie nos educa para hacerlo y poder, en el momento en el que surja un conflicto, salir reforzados en lugar de destrozados. Porque, si analizamos los conflictos desde una perspectiva externa, nos daremos cuenta de que su desarrollo (positivo o no) tiene que ver más con cómo nos sentimos que por cómo se está desarrollando la situación.

Pensemos en dos circunstancias concretas que hayamos experimentado en diferentes momentos de nuestra vida. En una de ellas actuamos de una manera más tranquila y, en la otra, más exaltados. La forma en la que se desarrolló la situación tuvo más que ver con cómo nos sentíamos en ese momento que con la circunstancia en sí. Una discusión con nuestra pareja o un contratiempo de última hora puede hacer que las emociones que sentimos interfieran en el momento en el que un conflicto laboral aparece.

Para ello, trabajos como el de Hendrie Weisinger, La inteligencia emocional en el trabajo, nos advierten de los beneficios de gestionar de manera inteligente las emociones para resolver conflictos en el trabajo. Esto favorecerá un mayor entendimiento sobre lo que sentimos, nos ayudará a empatizar con nuestros compañeros, a expresar nuestras emociones de manera asertiva y, lo más importante, regularlas.

“El 10% de los conflictos se deben a una diferencia de opinión y el 90% a un tono de voz equivocado”.

-Vea Mariz-

Buscar la negociación, clave para resolver conflictos en el trabajo

Cuando surge un conflicto en el trabajo este puede estar relacionado con nuestros compañeros. Por ejemplo, estamos haciendo muchas más horas que ellos o asumiendo responsabilidades que no están siendo remuneradas de la manera que consideramos pertinente. Sin embargo, también puede darse con nuestros superiores como un supervisor, el jefe de nuestra sección o el jefe.

En todos estos casos los conflictos en el trabajo están surgiendo como consecuencia de una diferencia de intereses. Para resolverlos de nada sirve enemistarnos con los compañeros o el jefe. Lo mejor es comunicar de una manera efectiva lo que sentimos y utilizar la empatía, dos elementos fundamentales para conseguir un beneficio mutuo.

Además, tenemos que estar abiertos a ceder en determinadas cuestiones e incidir en otras. No vamos a poder conseguir todo lo que queremos en estas negociaciones, ya que las decisiones, a veces, se toman de manera unilateral. Por eso, hay que aprovechar lo máximo posible los acuerdos a los que podamos llegar con la otra persona.

Personas hablando de negocios

Evitar el “discutir por discutir”

Si atendemos a todo lo anterior, es importante evitar lo que se conoce por “discutir por discutir”. En ocasiones, si analizamos la situación con la perspectiva adecuada no es necesario llegar a esto. De hecho, esto tan solo nos llevará a entrar en un bucle donde señalamos los defectos de la otra persona sin llegar a lo que interesa, a un acuerdo que beneficie a todos.

“Recuerda que cada discusión tiene, al menos, tres puntos de vista: el tuyo, el del otro y el de los demás”.

-Napoleón Hill-

Con estas tres claves, se pueden resolver conflictos en el trabajo de forma eficaz. Pero, aunque es sencillo entenderlo, lo importante es ponerlo en práctica pues es en esos momentos en los que surgen los problemas cuando las emociones nos embargan y podemos olvidarnos de estos tres elementos.


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