Cómo superar el insomnio gracias a la terapia cognitivo conductual
Es posible que hayas intentado superar el insomnio en innumerables ocasiones. Sin embargo, puede que tus intentos hayan sido en vano. Los tratamientos psicológicos breves, en comparación con los medicamentos populares, son la mejor solución.
El insomnio es un problema importante y, a menudo, muy mal tratado. Además, es muy frecuente, pues el 6% de los miembros de la población adulta sufre insomnio hasta el punto de cumplir con los criterios diagnósticos del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Además, hasta un 12% informa que interfiere de manera importante con sus actividades diurnas.
¿Qué se entiende por insomnio?
El insomnio es una alteración del sueño que implica dificultad para conciliarlo, permanecer dormido o levantarse muy temprano por la mañana. Este trastorno se asocia con un considerable deterioro funcional y grandes perjuicios para la salud.
Esta condición, además, suele predecir el desarrollo de numerosas condiciones psicológicas y médicas, de ahí la importancia de que sea bien tratado por los profesionales de la salud. De acuerdo con los criterios del DSM-5, debe asignarse un diagnóstico de insomnio cuando existe una queja subjetiva de dificultades para conciliar o mantener el sueño.
Estas dificultades deben estar asociadas con deficiencias durante el día. Además, no deben ser explicadas mejor por otra condición médica o psiquiátrica. Así es que, para diagnosticar insomnio se requiere que el tiempo para quedarse dormido o el despertar después del inicio del sueño sea mayor a 30 minutos. Esto debe suceder por lo menos durante tres noches por semana durante un período de seis meses como mínimo.
Superar el insomnio gracias a la terapia cognitivo-conductual (TCC)
La terapia cognitivo-conductual (TCC) para el insomnio ha sido identificada como un tratamiento efectivo en múltiples investigaciones. Una revisión reciente ha encontrado una elevada efectividad de dicha terapia para superar el insomnio y ganancias que se sostienen en un seguimiento a largo plazo.
En el tratamiento del insomnio se emplean diversas clases de medicamentos tanto recetados como de venta libre. Estos incluyen las benzodiacepinas, los hipnóticos no benzodiacepínicos, antidepresivos y antihistamínicos de venta libre (p. ej., difenhidramina y doxilamina).
Sin embargo, existe evidencia de que los tratamientos no farmacológicos para superar el insomnio son más aceptados por los pacientes y, además, producen efectos más duraderos. Así pues, la terapia cognitivo-conductual para superar el insomnio ha mostrado ser una intervención eficaz y prometedora.
El tratamiento cognitivo-conductual para el sueño es una intervención psicológica diseñada para ayudar a los pacientes a cambiar algunas conductas y pensamientos y creencias. Estos pensamientos y creencias contribuyen a perpetuar los problemas de sueño.
Esta terapia se caracteriza porque se enfoca en el sueño. Es relativamente breve en comparación con otros tipos de psicoterapia y el paciente tiene un papel muy activo en su tratamiento. El objetivo fundamental que se persigue es ayudar al paciente a mejorar su sueño y su funcionamiento durante el día.
Para lograr esas metas, se le brinda al paciente orientación directa. Sin embargo, el paciente es responsable de llevar a cabo las recomendaciones del psicólogo en casa.
¿Cómo se trata el insomnio desde la terapia cognitivo-conductual?
La terapia cognitivo-conductual se enfoca en los procesos conductuales y cognitivos que mantienen el insomnio con el propósito de revertirlos. El tratamiento se realiza en un formato de tiempo limitado, requiriendo de seis a ocho sesiones con una duración de 50 minutos cada una.
La primera sesión del tratamiento se dedica a realizar un resumen del tratamiento. También a establecer objetivos y a educar sobre el sueño y los ritmos circadianos. Las siguientes tres sesiones están orientadas a tratar la preocupación por dormir, la atención prestada a los síntomas, las conductas de seguridad y la energía diurna.
Las sesiones quinta, sexta y séptima se dedican a temas como la relajación, higiene del sueño, rutinas para acostarse y despertar, etc. Por último, la sesión octava está enfocada a prevenir las recaídas.
Tras una evaluación de la historia y severidad del insomnio se programa una primera sesión de tratamiento. Esta primera sesión incluye varios componentes críticos del tratamiento. Así, se presenta un resumen y se explica la lógica del tratamiento. También se realiza una formulación del caso y se informa al paciente sobre los procesos básicos del sueño.
Finalizada esta sesión inicial se seleccionan los procesos conductuales y cognitivos que serán los objetivos del tratamiento para superar el insomnio. Finalmente, el tratamiento concluye con una revisión de las herramientas y la atención en la prevención de recaídas.