Conoce las 7 fobias más curiosas y raras
Las fobias se definen como un temor intenso e irracional hacia una persona, objeto o situación que entraña poco o ningún peligro. La palabra viene del término griego “Fobos” que significa “pánico”. Fobos era también el hijo de Ares, el dios de la guerra, y de Afrodita, diosa del amor, en la mitología griega. Personificaba al miedo. Alejandro Magno le rezaba a “Fobos” antes de cada batalla para alejar el temor.
Sigmund Freud estudió en detalle las fobias. Encontró que generalmente se forman en la infancia. También que en ellas opera una cadena de significado: primero, la persona tiene una experiencia traumática. Segundo, es tan fuerte o tan dolorosa esa experiencia que la persona desplaza la angustia que le provoca hacia un objeto, situación o persona que se relaciona con el trauma solo de manera arbitraria.
“El miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son”.
-Livio-
En otras palabras, en realidad la víctima de una fobia no le tiene miedo a ese objeto, persona o situación por el que aparentemente siente pánico. A lo que teme en realidad es a una experiencia traumática que asoció, arbitrariamente, con ese objeto, situación o persona.
Desde el punto de vista de la psiquiatría, las fobias corresponden con un trastorno de ansiedad. La víctima de una fobia llega a tener intensos ataques de pánico cuando es expuesta a lo que le origina temor. A muchos esto puede parecerles absurdo, pero es que así son las fobias: ilógicas vistas desde nuestro punto de vista. Para una muestra, enseguida te hablamos acerca de 7 de esas fobias curiosas y raras.
Crometofobia, una de las fobias más extrañas
Es difícil entender que en el mundo de hoy haya personas que le tengan miedo al dinero, pero así es. Este extraño temor se llama “crometofobia”. Algunas de quienes la sufren simplemente temen tocar el dinero porque les parece sucio, lleno de bacterias o generador de males.
En otros casos el asunto es más enigmático. Ocurre que inconscientemente se rechaza el dinero y por eso la persona realiza acciones, sin darse cuenta, para perderlo o no ganarlo. Eso es lo que sucede con quienes, por ejemplo, constantemente pierden billetes o invierten en “tonterías” que a nadie más le llaman la atención. Usualmente hay vivencias dolorosas o negativas detrás de este extraño temor.
Catisofobia
Aunque resulte difícil de creer, hay personas que le tienen miedo al acto de sentarse. Es lo que se llama “Catisofobia”. Quienes tienen este problema sudan, tiemblan y hasta sienten congestionada la respiración cuando ven una silla en la que tienen que sentarse. A veces también es un tipo específico de silla el que desata el pánico.
¿Por qué alguien llega a tener una de estas fobias? Es una manifestación de estrés postraumático. Lo que hay detrás de esto es una experiencia dolorosa y atemorizante. Por ejemplo, que de niño lo castigaban obligándolo a sentarse durante mucho tiempo o en condiciones terribles. O que pasó por un episodio de tortura o de profundo dolor emocional, mientras estaba sentado en una silla.
Hexakosioihexekontahexafobia
Esta es realmente una de las fobias más curiosas de cuantas existen. También se conoce como “Thrihexafobia” y es el miedo extremo al número “666”. Todo lo que esté relacionado con este número, directa o indirectamente, les causa una aprensión difícil de controlar. Esto es similar a lo que le ocurre a muchas personas con el número “13”.
Como es sabido, el número “666” es bíblico y se asocia con “la bestia”. Por eso muchos creen que es una cifra de mala suerte, que anuncia calamidades y desastres. Cuando la ven en la placa de un coche, o en la cuenta del supermercado, entran en pánico. Creen que algo malo les va a suceder. Uno de los hexakosioihexekontahexafóbicos más famosos es Ronald Wilson Reagan que, irónicamente, tiene tres nombres de seis letras.
Coulrofobia, una de las fobias más curiosas
Si bien es una de las fobias más curiosas, también es relativamente común. Se trata del terror a los payasos. Muchos niños la sienten. ¿Por qué no? Los payasos se maquillan de una forma que no es precisamente discreta. Sus grandes ojos y sus bocas exageradas pueden hacer, si se empeñan, que cualquier niño salga corriendo. Por algo han sido utilizados muchas veces como protagonistas en las películas de terror.
El miedo a los payasos corresponde sobre todo con el miedo que puede inspirar su apariencia. Obviamente no a su actividad. Algunos padres obligan a sus hijos a exponerse a los payasos porque les parece ilógico que les tengan miedo. El problema es que al forzarlos a enfrentar un temor de manera tan directa, lo que logran es incubar una fobia que podría quedarse enquistada toda la vida.
Clinofobia
Es el miedo a irse a la cama. Es una de las fobias con más variantes, pues el temor nace de muy diversas fuentes. Algunos creen que si se acuestan a dormir en la cama, pueden morir durante el sueño. Curiosamente, no sienten lo mismo si duermen en una silla o en un sofá.
Otros piensan que la oscuridad y las cobijas podrían estar escondiendo algún íncubo, súcubo o demonio. Algunos también, un poco más realistas, sienten que si se meten en la cama a dormir dejarán de controlar sus esfínteres. Por supuesto, casi todos los clinofóbicos tienen problemas de insomnio ya que en el momento de acostarse son presas de la ansiedad.
Hipopotomonstrosesquipedaliofobia
Esta extraña fobia consiste en el miedo a las palabras largas. También a las palabras extrañas. Es curioso que justamente se utilice una palabra súper larga y bastante rara para denominar este miedo obsesivo. ¿Cómo pedir ayuda si hay físico terror a pronunciar el nombre el problema?
La verdad es que el miedo no tiene que ver con las palabras en sí mismas. El temor está referido a no entenderlas o no poder pronunciarlas correctamente. Lo que hay en el fondo es más bien miedo a hacer el ridículo o sentirse en desventaja. Obviamente, está asociado a la timidez.
Ablutofobia
Casi todos hemos conocido a alguien que le tiene miedo a la suciedad. Son los que se lavan las manos cada cinco minutos y sienten asco de todo lo que pueda contener alguna mugre. Pues bien, en el extremo opuesto están los ablutofóbicos. Estos le tienen pánico al agua y al jabón.
En los casos más extremos, estas personas pasan meses y hasta años sin bañarse. Sienten que el agua y el jabón podrían enfermarlas. De hecho, algunos creen que posible ahogarse bajo la ducha. Otros experimentan mucho miedo al sentirse húmedos. Lo que hay detrás de esto es, generalmente, una experiencia traumática asociada a la limpieza.
La lista de las fobias es sumamente extensa. Hay quienes le tienen miedo a las agujas, a los espejos, a las nubes, a los árboles y casi que a cualquier tipo de objeto. Algunas son muy comunes, como la fobia a las ratas o a las inyecciones. Otras son muy extrañas, como aquellas de las que hemos hablado. Y si bien el tema se presta para lo anecdótico, lo cierto es que quienes las padecen, sufren mucho.
Todos tenemos alguno de esos miedos irracionales. No tienen importancia si no limitan nuestra vida diaria. En cambio, si se transforman en una obsesión o alteran negativa y persistentemente nuestra rutina, el asunto es más complicado. Lo bueno es que con el tratamiento adecuado, prácticamente todas las fobias se pueden superar.