¿Cuándo debo acudir al psicólogo?

Existen diversas razones por las cuales acudir al psicólogo. A continuación, te decimos las principales.
¿Cuándo debo acudir al psicólogo?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 08 noviembre, 2022

A pesar de que vivimos en una sociedad con más apertura, aún existen ideas erróneas sobre la visita al psicólogo y sus pacientes. Al contrario de lo que dice la creencia popular, no necesitas estar “loco” o desesperado para ir a terapia psicológica, y tampoco debes acudir al psicólogo cada vez que se te presenta alguna situación complicada.

Sin embargo, también es cierto que sí existen momentos en los que se debe buscar la asesoría de un psicólogo para que nos ayude a salir adelante y superar las situaciones que nos están dañando.

“El gran descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden alterar sus vidas al alterar sus actitudes mentales.”

-William James

Estas son algunas de las circunstancias es las que es conveniente acudir a la consulta de un profesional. Es el psicólogo quien puede ayudar a superar determinados problemas, emociones o conductas que afectan de manera negativa y que impiden seguir avanzando en la vida.

1. Experimentar emociones desagradables de forma constante

Si bien todas las emociones son una parte fundamental en nuestra vida (pues nos ayudan a decidir, procesar eventos, o afrontar situaciones desafiantes y dolorosas); también es cierto que pueden convertirse en una carga diaria.

Cuando esto sucede, la persona queda estancada en estados emocionales desagradables que la llevan a vivir con apatía, desanimo, insatisfacción o vacío. Impidiéndole disfrutar de la vida y restándole ganas de vivirla. En estos casos, acudir al psicólogo será la clave para que el individuo supere el malestar e identifique el sentido de la vida.

Hombre que ha ido al psicólogo y está en terapia

2. Abuso de sustancias y adicciones

También el psicólogo puede ayudar a superar el consumo y dependencia a sustancias tóxicas como drogas, alcohol o tabaco. Las cuales suelen utilizarse, erróneamente, como una forma de lidiar con el malestar y los conflictos emocionales, bien sea conscientes o inconscientes.

“No hay ninguna droga en este mundo que le de sentido alguno a tu vida.”

-Sarah Kane-

En este aspecto, también entran algunas adicciones comportamentales, que también provocan dependencia, síndrome de abstinencia y tolerancia. Entre las más comunes está el juego patológico o ludopatía, las compras compulsivas y la adicción al sexo.

En todos estos casos, la consulta con el psicólogo será complemento del resto del tratamiento y puede colaborar con otros médicos y especialistas.



3. Pérdidas y hechos traumáticos

La pérdida de un ser querido puede generar serios conflictos emocionales de los que es muy difícil salir adelante. Cuando somos conscientes de que no podemos superar esa pérdida, lo ideal será acudir con un especialista, él puede ayudarnos a encontrar el equilibrio emocional que necesitamos.

Hombre triste que necesita ir al psicólogo

4. Cambios en la actitud

Es complicado identificar las situaciones en que un cambio de actitud aconseja acudir al psicólogo. Esto se debe a que todos vivimos cambios constantes originados de nuestra evolución como personas. Sin embargo, algunos cambios pueden indicarnos la necesidad de ayuda profesional.

Un ejemplo típico sería los cambios constantes en el humor sin razón aparente. Pero también hay que estar muy pendiente de la modificación de conductas que nos generan problemas ulteriores o aislamiento injustificado.

5. Inseguridad y baja autoestima

Los problemas de autoestima son muy frecuentes en la población  y representan otro motivo fundamental para acudir al psicólogo. En estos casos, las personas poseen un concepto negativo de sí mimas (por ejemplo, creen que sirven no para nada, que son poco atractivos, que no soy lo suficientemente buenos en algo, etc.); también suelen sentir mucha culpa, vergüenza y miedo al rechazo o al conflicto.

Por lo que siempre tratan de complacer a los demás y les cuesta mucho decir “no”. Si esta situación se mantiene en el tiempo, puede generar mucho estrés, tensión e irritabilidad en la persona con baja autoestima.

6. Problemas en las relaciones personales

Los conflictos interpersonales pueden ser con las parejas, los amigos, los familiares, los compañeros de trabajo, etc.; y el origen de estos suele ser diverso como, por ejemplo: timidez, celos, dependencia, vergüenza, agresividad, distanciamiento, estrés, etc.

Seas cual sea el caso, si estos problemas son constantes, pueden traer sufrimiento a la persona. Pues, el establecimiento y mantenimiento de relaciones sanas son un pilar fundamental de la salud mental.

7. Haber vivenciado experiencias traumáticas en la niñez

Las experiencias traumáticas durante la infancia (como abuso, maltrato, acoso, violencia, abandono, etc.) dejan una huella emocional en las personas, a tal punto que repercute negativamente en el comportamiento adulto.

Cuando hay heridas emocionales sin sanar, es común que la persona asuma actitudes dañinas y auto saboteadoras que impiden el propio crecimiento personal. De allí, la pertinencia de acudir al psicólogo en estos casos.

8. Problemas en el trabajo

Para muchas personas el trabajo puede ser una fuente de malestar por diversos motivos. En algunos casos, los problemas laborales se asocian a malas relaciones con los compañeros o jefes; mientras que en otros, la sobrecarga de actividades son la principal causa de estrés.

Asimismo, dentro del ambiente laboral también son frecuentes otras situaciones más complejas y traumáticas, como lo es el acoso laboral, amenazas de despido etc. Ahora bien, sea cual sea el caso, es pertinente la asistencia psicológica para poder superar la problemática.

9. Estrés crónico

El estilo de vida actual, tan acelerado y retador, ha provocado que gran parte de la población sufra de estrés crónico; cuyos síntomas más comunes son cansancio físico y mental, insomnio, migrañas, dolores y tensión muscular, problemas estomacales, entre otros.

Mientras más perdure la respuesta de estrés en nuestro organismo, más severos serán los problemas de salud consecuentes. Por tanto, en estos casos, acudir al psicólogo es la mejor opción para canalizar este estado emocional.

10. Cuando el círculo cercano manifiesta sus preocupaciones

A veces, la persona que sufre algún conflicto o malestar emocional no se da cuenta de ello. Sin embargo, los amigos y familiares cercanos sí suelen notarlo, por lo que se lo comentan o preguntan.

Un ejemplo sería que el conyugue o los hijos le manifiesten que últimamente la han notado dispersa, irritable o triste.  En estos casos, la persona debe indagar la razón de esos comentarios y, en caso de confirmarlo, acudir con un especialista que pueda ayudarla. Pues, es probable que detrás de ese comportamiento, se escondan otras razones de carácter inconsciente.



11. Intentos fallidos para lidiar con las dificultades

Por su parte, están aquellas personas que son conscientes de su aflicción, pero no saben cómo hacerle frente para superarlo. Una señal de ello es haber intentado varias técnicas para salir adelante, como hablar con un amigo, hacer ejercicio, meditar, leer autoayuda, etc., pero sin percibir mayor diferencia.

En estos casos, es vital la asistencia de un terapeuta, que pueda acompañar y dar otra perspectiva de la problemática y su posible solución.

12. Pensamientos e ideas agobiantes

Este tipo de pensamientos suelen ser negativos, intrusivos, catastróficos u obsesivos; y no hacen más que quitarnos la energía que necesitamos para hacer frente a otras cosas de la vida. Por tanto, si nos sentimos agobiados mentalmente y nuestra mente está cargada de preocupaciones difíciles de ignorar, es momento de acudir al psicólogo.

13. Sufrir algún trastorno psicológico

La ansiedad, la depresión y las fobias son algunos de los trastornos psicológicos más comunes. Por tanto, si sospechamos de estos o algún otro, es esencial acudir con un especialista. Pues, sin su asistencia, es muy dificil que podamos superarlos o canalizarlos.

Lo decíamos al inicio, no es necesario atravesar una situación complicada para decidir acudir al psicólogo. En otras palabras, la terapia psicológica será igualmente útil y beneficiosa cuando queramos potenciar nuestro crecimiento personal y optimizar nuestra calidad de vida. Por tanto, también se aconseja para:

  1. Enriquecer nuestras relaciones personales.
  2. Conocerse y aceptarse a uno mismo.
  3. Ser mejores padres.
  4. Profundizar en el sentido de nuestra vida.
  5. Fortalecer nuestra disciplina para lograr lo que nos propongamos.
  6. Mejorar la capacidad para gestionar y expresar nuestras emociones.
  7. Ser más productivos en el trabajo.
  8. Aprender a perdonar.
  9. Vivir en el aquí y el ahora.

¿Cómo es la terapia psicológica?

Muchas personas suelen estar conscientes de que necesitan un psicólogo, pero les da miedo acudir a uno porque no saben en qué consiste la terapia y a qué atenerse. Además, estos miedos pueden verse incrementados por los diversos mitos que rondan sobre la psicología, lo que ha ayudado a difundir una imagen errónea de la misma.

Lo cierto es que existen diversos enfoques terapéuticos, los cuales suelen tener sus propios métodos y técnicas. Por tanto, para disipar las dudas, lo ideal será investigar qué tipos de terapia existen e identificar cuál es la que mejor se adapta a tus deseos y necesidades.

Ahora bien, sea cual sea la terapia que elijas, un buen profesional de la salud mental siempre te escuchará y comprenderá sin juzgarte, así como también te ayudará a identificar y a poner en marcha aquellos recursos para mejorar tu situación. Por lo que no hay nada que temer.

Para concluir, queremos resaltar los beneficios que implica acudir psicólogo:

  • La psicoterapia te permite conocerte mejor, desarrollando una mayor autoconfianza y autoestima.
  • Elimina o alivia los síntomas que interfieren en tu vida cotidiana e impiden tu crecimiento personal.
  • Potencia una serie de habilidades que permitirán que seas una personas más resiliente.
  • Ayuda a encontrar el verdadero origen del conflicto, el cual suele ser de carácter inconsciente.
  • Afianza estrategias de resolución de conflictos más asertivas, que no solo permitirán solventar el problema actual sino los que pueden venir en un futuro.

Dicho esto, te invitamos a disipar las dudas y a atreverte a acudir con un psicólogo. Pues, una de las grandes ganancias será un mayor bienestar y calidad de vida.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.