Los cuidados que necesita la persona que cuida
Si cuidas de una persona con una enfermedad degenerativa o crónica, ya sea como trabajo o porque es un ser querido, quería decirte en primer lugar que realizas una labor muy importante. Imprescindible y hay pocas personas que hagan tareas imprescindibles. Lo que haces, día tras día, tiene un valor inmenso.
Tu labor habitualmente es sorda y ciega, porque ni se ve ni se escucha. Solamente tú sabes lo que significa porque solamente tú estás siempre ahí. Este artículo es para ti, para que te sientas reconfortado. Además, queremos contarte pequeñas cosas que pueden ayudarte a cuidar de ti; solamente cuidando de ti podrás cuidar mejor.
Tienes que cuidar de ti en dos sentidos: cuerpo y mente. Si te abandonas o si intentas darlo todo y olvidarte de ti, probablemente pronto caerás enfermo. No llegues hasta tu límite, porque no avisa y el precipicio está al otro lado.
Sé que parece que haces muchas veces y que estas no sirven de nada, porque no hay mejoría. La enfermedad se detiene o sigue su marcha implacable. Como una roca que poco a poco se viene encima y tú sumas más y más y más esfuerzo porque parece que queda poco para que caiga del otro lado. Pero no es así.
Estás dentro de una carrera de fondo con muchos kilómetros, con mucho tiempo y mucha vida en juego. No lo des todo durante un kilómetro, la meta es seguir corriendo y sumando. Las personas que corren maratones saben cual es el ritmo que tienen que llevar, han puesto un límite y saben que si lo exceden su rendimiento global será mucho peor.
Trabajas con una persona. Disfruta y aprende con ella. Seguramente también quiere hacer algo por ti. La sensación de recibir constantemente y no dar no es agradable y a menudo provoca culpa. Por otro lado, el tiempo que compartís también es tiempo de vuestras vidas.
¿Cómo puedes cuidarte?
Hay un mundo de posibilidades que están abiertas para ti:
Apóyate en la red de servicios que ofrece la Sanidad. Entre los servicios para enfermos y cuidadores de de enfermedades crónicas y degenerativas están:
- Los Centros y Asociaciones. El Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía, la Confederación Española de familiares de enfermos de Alzheimer y otras demencias (CEAFA), las Fundaciones Tuterales de Personas con Enfermedad Mental Asociada (FUTUPEMA) o la Confederación Española de agrupaciones familiares y personas con enfermedad mental (FEAFES) tienen muy buenas webs para informarte de todo cuanto quieras saber sobre el las enfermedades crónicas y degenerativas como el Alzheimer, el Parkinson, la esclerosis múltiple etc..
- El servicio de ayuda a domicilio. La Sanidad Pública ofrece en muchos casos la posibilidad de ofrecer ayuda al cuidador de una persona con una enfermedad crónica y degenerativa. Es una buena forma de que te tomes un descanso y sientas que tienes un apoyo adicional.
- Los Centros de Día. Pueden ayudarte a estar en contacto con otras personas que están viviendo lo mismo que tú y por otro lado ayudar al enfermo a ralentizar la enfermedad a comunicarse con otros enfermos que tienen las mismas dudas e incertidumbres etc.
- Las Residencias de Mayores especializados en personas con enfermedades degenerativas.
- Los Programas de Formación. Cuanto más informado estés, más conocerás la enfermedad, y sabrás como ayudarte a tu ser querido y como como ayudarte a ti mismo.
- Los Grupos de Ayuda Mutua (GAM). EL GAM se basa en “ Compartimos el mismo problema así cuando ayudo al otro me ayudo a mi mismo”.
- La Psicoterapia. Se ha demostrado que la terapia de grupo está dando muy buenos resultados. Compartir nuestras sensaciones con otras personas que sufren lo mismo con nosotros nos ayuda y nos hace sentir que no somos los únicos y que no estamos solos. También es muy importante aprender que el “autosacrificio total” no tiene sentido. Que cuidar de nosotros mismos es importante y no por eso somos peores personas.
Otras recomendaciones que te damos a nivel general son:
- Hacer ejercicio. No se trata de pegarte una paliza todos los días sino de respirar, de salir a un espacio abierto y estirarte. Somos seres que estamos diseñados para movernos. Así, generar movimiento activa la parte más placentera de nuestro sistema hormonal.
- Reconocer cómo te está afectando el problema psicológicamente y cómo este se te está escapando de las mano. Si no te apetece acudir a una terapia, el simple hecho de que charlar con personas que están viviendo experiencias similares a la tuya puede servir de gran ayuda.
- Apoyarte en todas las personas que sumen, que puedan aportarte tanto a ti como a la persona que cuidas.
- Dejar que la persona que sufre de una enfermedad crónica y degenerativa tenga independencia para realizar actividades hasta donde su caso lo permita. Por un lado le planteamos un reto a la persona enferma y por otro lado nosotros conseguimos un descanso físico y mental.
Desde aquí te damos todo el ánimo del mundo y esperamos haberte ayudado un poquito a través de este artículo realizado con todo el amor del mundo sólo para ti.