11 diferencias entre la lujuria y el amor

El amor y la lujuria son dos manifestaciones de afecto distintas que muchas veces se confunden. En este artículo explicaremos qué son y en qué se diferencian.
11 diferencias entre la lujuria y el amor
José Padilla

Escrito y verificado por el psicólogo José Padilla.

Última actualización: 06 abril, 2022

En algún momento de nuestras vidas, hemos confundido la lujuria y el amor; creemos estar hablando de una, cuando en realidad estamos aludiendo a la otra.

Es común creer que sentirse atraído por otra persona implica necesariamente un sentimiento amoroso por ella, que pensar en ella todo el día o desearla de manera intensa son manifestaciones claras de nuestro amor. Sin embargo, no tiene por qué ser así, el amor es más complejo y trasciende las emociones o los sentimientos que experimentamos a lo largo del tiempo.

Para conocer mejor las diferencias entre la lujuria y el amor es pertinente definir las dos dimensiones y enumerar su características. Profundicemos.

El amor

El amor no se queda solo en la expresión afectiva o en el cúmulo de sensaciones, emociones y sentimientos que experimentamos en la presencia o ausencia de la persona amada. El amor es también una actitud ante la vida, los demás y nosotros mismos. En palabras de Erich Fromm “el amor es una acción, la práctica de un poder humano, que solo puede realizarse en la libertad y jamás como resultado de una compulsión”.

Es decir, donde hay posesión, no hay amor, porque este deviene de la libertad, es libertad misma. Es potencia para expresar la autenticidad de cada uno y la preservación de nuestra propia integridad e individualidad, pero no desde el egoísmo.

El amor es una unión donde la libertad es fundamental y donde, paradójicamente, dos personas se convierten en una, sin dejar de ser dos.

Pareja mirándose

Características

Siguiendo a Erich Fromm, podemos identificar cuatro características esenciales del amor:

  •  El cuidado: implica ocuparse del ser querido, estar atento e interesado en su bienestar. Es la preocupación por la vida y el crecimiento de la persona amada. Cuidar no es sobreproteger o hacer todo por esa persona, es dejarla ser y querer que esa persona esté bien porque es importante y valiosa como ser humano.
  • La responsabilidad: es la respuesta a las necesidades, expresadas o no, de la otra persona. No es cumplir con el deber, es actuar, dar y responder a ese otro al que estamos unidos. Es la disposición atenta a estar ahí para lo que la persona necesite.
  • Respeto: es ver a una persona como es, aceptar y ser consciente de su individualidad. El respeto conlleva una preocupación genuina por el crecimiento de la otra persona y el deseo de que se desarrolle tal cual es por sí misma.
  • Conocimiento: es acercarse desde la aceptación al mundo interior del otro, con el fin de conocerlo, pero no para dominarlo, sino para cuidarlo, respetarlo y responder a lo que realmente necesita.

La lujuria

La lujuria es un deseo desordenado e ilimitado de los placeres sexuales (Villegas, 2018). Aunque, si analizamos su etimología, nos daremos cuenta de que no necesariamente es un deseo sexual, pues lujuria viene del latín luxuria que significa ‘abundancia’ o ‘exuberancia’, es decir, se refiera todo aquello que devenga en exceso, en gran cantidad.

En la lujuria la persona “amada” o deseada se cosifica; ya sea en imaginación o en la realidad, la persona se transforma en un mero medio para la satisfacción del deseo. El valor central es el placer, es suplir la necesidad sexual que se está experimentando. El egoísmo es propio del gobierno de la lujuria, que restringe el horizonte de la persona a sus propios deseos.

Características

Las principales características de la lujuria en las relaciones son las siguientes (Mandiotra, 2021):

  • No se siente deseo de construir una conexión profunda con la persona.
  • La relación es efímera.
  • Deseo intenso de intimidad sexual con la otra persona.
  • Atracción excesiva por el físico de la otra persona.
  • No hay interés en mantener una conexión después del sexo.
  • Fuertes deseos de tocar, abrazar, besar, acariciar.
  • Falta de control de los deseos sexuales.

Diferencias entre la lujuria y el amor

Ahora que conoces la definición de cada uno de los conceptos, quizá quieras ahondar en la cuestión. A continuación tienes algunas matizaciones que diferencian de forma más compleja cada uno de los dos términos.

1. El lugar del otro

Una diferencia central entre la lujuria y el amor es la importancia que tiene la otra persona. Para la lujuria, el otro es importante en tanto que satisface los deseos, en especial el sexual. En el amor, el otro es valioso en sí mismo, importante por lo que es.

2. Recibir y dar

En la lujuria, la persona asume una actitud receptiva en la que espera que se le proporcione lo que desea de inmediato. En el amor, la actitud es la de dar, ofrecer a la otra persona lo que se tiene, dar apoyo, aceptación y compromiso.

3. La duración

Otra diferencia esencial entre la lujuria y el amor es su duración. En la lujuria el interés por la otra persona es efímero, dura lo que se tarde en satisfacer la necesidad sexual, siendo dependiente de la intensidad del deseo que se esté sintiendo. El amor es más prolongado en el tiempo, es una actitud constante en la vida de la persona en relación con el ser amado.

4. Compromiso

En la lujuria no hay compromiso por el crecimiento personal de la otra persona, solo hay deseo sexual, pasión y necesidad. En el amor hay una implicación genuina por el desarrollo del ser amado, por su bienestar y calidad de vida.

5. Manipulación y respeto

La lujuria manipula, busca de una u otra forma hacer que el otro acceda a lo que se quiere. En el amor hay respeto por la integridad y la libertad del ser amado.

6. La paciencia

Otra distinción entre la lujuria y el amor es la paciencia. La lujuria es impaciente, quiere que sus deseos se satisfagan de inmediato. En cambio, el amor es paciente, sabe esperar los momentos oportunos y reconoce que todo tiene su tiempo. No se apresura por sí solo, sino que busca caminar en sintonía con la otra persona.

Manos entrelazadas de una pareja en la cama

7. Superficialidad y profundidad

La lujuria es superficial, no le interesa lo que hay en el corazón de la otra persona, no le importa conocerla ni acercarse a sus misterios. En el amor hay profundidad y un deseo auténtico de saber cómo es el otro.

8. El vínculo

En la lujuria no hay conexión ni un vínculo real que permite sintonizar con la vida de la otra persona y que promueva una preocupación por su bienestar. En el amor hay un vínculo profundo que involucra una unidad entre ambas personas, pero sin perder su propia individualidad. Es una penetración activa en la vida del ser amado.

9. Emoción y actitud

Otra diferencia importante entre la lujuria y el amor es el carácter emocional de uno (la lujuria) y la actitud en el otro (el amor). La lujuria se desenvuelve en un conjunto de emociones, deseos y gratificaciones. En cambio, el amor se mueve en el ámbito de la actitud, de la acción, del ser; más que un estado emocional es una forma de relacionarse con la otra persona, es una actitud ante la vida, un modo de ser y de vivir.

10. La libertad

La lujuria es esclavizante, mantiene a la persona prisionera de sus propios deseos y necesidades sexuales. El amor es liberador, pues su esencia se despliega en la libertad de cada persona.

11. Duración de la intensidad de los sentimientos

Por un lado, el amor tiende a aumentar con el paso del tiempo. Se vuelve más complejo y evoluciona. Por otro lado, la lujuria tiende a disminuir su intensidad a medida que pasa el tiempo, siempre que se satisfaga este deseo.

Para terminar, quizá tengas la impresión de que el deseo sexual no es compatible con el amor; al contrario, lo es, pero no es el eje central. Todos tenemos deseos, el problema es cuando estos se vuelven excesivos, exuberantes, incontrolables y se convierten en el medio y fin de toda relación, como en la lujuria.

El amor va más allá del deseo y de su satisfacción, no se queda solo en el placer, sino en la libertad de cuidar, respetar, responder y conocer a quien se ama.


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