El divorcio y su efecto sobre los hijos
A veces, la mejor decisión que podemos tomar es acabar y dar por finalizada una relación de pareja. Pero, cuando hay niños o adolescentes de por medio, es necesario tratar la situación con delicadeza y sensibilidad. Pues, el divorcio y su efecto sobre los hijos es una realidad que no siempre se tiene en cuenta. Ser sensibles, accesibles y sinceros en todo momento facilitará ese proceso de cambio, donde todos los miembros deben habituarse.
En este sentido, cabe señalar que la separación o el divorcio, no siempre implica una experiencia traumática o negativa para los hijos, pero sí implica considerar una serie de aspectos.
Hay expertos en el tema, como el psicólogo Carl E. Pickhardt, que nos indican algo llamativo. En muchos casos, y dependiendo de la edad de los hijos, puede darse un retroceso madurativo. Aparecen miedos, dependencias, etc. Estas, son circunstancias muy diversas que siempre debemos tener en cuenta.
“En cada niño se debería poner un cartel que dijera tratar con cuidado, contiene sueños”
-Mirko Badiale-
El divorcio y su efecto sobre los hijos
Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Berkely demostró que el divorcio y su efecto sobre los hijos es duradero. A menudo, los niños y adolescentes sienten la imagen de ese vínculo fallido de los padres como una especie de fracaso sobre sí mismos y sobre la propia sociedad. Así, se puede decir que, en la mayoría de los casos el impacto es negativo, aunque todo depende de la edad de los hijos y de su personalidad.
Por otro lado, los autores de este estudio, los doctores Wallerstein J. S. y Johnston J. R. señalan que a veces, ese divorcio es altamente necesario. Ya que, en ocasiones, esa distancia permite poder distanciar a los niños de un progenitor problemático.
Efectos del divorcio sobre los niños pequeños
Desde el punto de vista de un niño pequeño, cuando los progenitores se separan, ocurre algo insólito. Puesto que entienden que sus padres ya no se aman. De modo que, es común que lleguen a pensar que ellos también serán objeto del desamor.
Por lo general, les cuesta comprender que, si bien el amor se acabó entre sus padres, el amor que ellos sienten por él, en cambio, es incondicional. Lo cual, les lleva actuar de la siguiente manera:
- Solicitan continuamente atención, mimos y cariño, desean sentirse queridos en todo momento.
- Suelen dar marcha atrás en cuanto a habilidades y destrezas que ya habían adquirido para hacerse más autosuficientes.
- Pierden autonomía, se niegan a dormir en su propia cama, a comer por sí solo y a usar el baño.
Es importante que los padres en hogares divididos den énfasis y un apoyo especial al progreso de los pequeños hacia su autonomía. Para ello, ambas partes deben proporcionarle seguridad, sostén y, sobre todo, un amor incondicional.
El divorcio y su efecto sobre los hijos adolescentes
El divorcio y su efecto sobre los hijos adolescentes es otro aspecto que hay que tener en cuenta. Así, los jóvenes de hogares con padres divorciados son más propensos, que los hijos de familias unidas y estables, a abusar del alcohol y las drogas y hacerse sexualmente activos.
De hecho, según un estudio realizado en La Universidad de Toronto, los adolescentes cuyos padres se divorciaban antes de que ellos cumplieran 18 años, tenían significativamente más probabilidad de comenzar a fumar cigarrillos que aquellos que pertenecían a familias cuyos progenitores mantenían una relación armónica.
Efectos a largo plazo
El divorcio y los efectos sobre los hijos pueden llegar a ser muy duraderos. Al hilo de esto, la psicóloga Judith Wallerstein hizo un seguimiento a un grupo de niños de padres divorciados, observándolos durante veinticinco años.
Ella esperaba ver el impacto del divorcio disminuir al ir pasando los años. Sin embargo, los resultados de su estudio sorprendieron indicaron que, aun habiendo transcurrido 25 años del divorcio, estos hijos todavía seguían experimentando sentimientos de temor a ser abandonados.
En este estudio, también se concluyó que los hijos de padres divorciados enfrentaban más retos como adultos en el área afectiva, especialmente cuando llegaba el momento de formar sus propias relaciones amorosas
Los niños que viven en hogares divididos no solo son afectados emocionalmente, sino que, además, son más susceptibles a padecer enfermedades y pueden tardar más tiempo en recuperarse.
¿Qué hacer cuando el divorcio ya ha ocurrido o es inminente?
Hay cosas que, como adultos responsables, podemos y debemos hacer para ayudar a nuestros hijos a comprender los cambios en la dinámica familiar. A continuación describimos algunos aspectos que hay que atender:
- Mantener una buena comunicación con tu hijo: esto puede contrarrestar el resentimiento que lleva al niño o adolescente a realizar conductas destructivas. Es necesario ser honesto en cuanto a lo que está sucediendo a fin de evitar que tu hijo se sienta traicionado.
- Evitar que el niño asuma el papel de confidente o consejero: esto causa un tremendo daño, ya que tu hijo no está preparado, ni emocional ni moralmente, para asumir ese papel. Los hijos que asumen el rol de confidente de sus padres son más propensos a sufrir de trastornos de la alimentación, como la anorexia. Así que no te aproveches de la posible empatía o madurez que demuestra el niño.
En definitiva, es fundamental que, como padre o madre, estemos dispuestos a brindar todo el apoyo y contención que nuestros hijos necesitan en una situación de estas características. Incluso sobreponiéndonos a nuestro propio dolor y sufrimiento, hay que entender el impacto del divorcio y su efecto sobre los niños y adolescentes.
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- Amato, PR (2000). Las consecuencias del divorcio para adultos y niños. Revista de matrimonio y familia . Consejo Nacional de Relaciones Familiares. https://doi.org/10.1111/j.1741-3737.2000.01269.x
- Wallerstein, J. S., & Johnston, J. R. (1990). Children of divorce: recent findings regarding long-term effects and recent studies of joint and sole custody. Pediatrics in review, 11(7), 197-204.