El éxito llega cuando estás a gusto con tu propia vida

La felicidad no es una obligación, pero estar bien con uno mismo, sí. Por eso, el auténtico éxito en la vida llega cuando por fin logramos sentirnos satisfechos con lo que somos, con lo que tenemos y con lo que nos rodea. Esa debe ser nuestra auténtica meta.

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 06 agosto, 2023

El auténtico triunfo llega cuando logras estar a gusto con tu propia vida, sea la que sea. Más allá de los cargos, de las conquistas laborales, de las cuentas corrientes, de las personas encontradas y dejadas atrás, está la satisfacción de estar bien con uno mismo. Satisfecho con lo logrado. Esperanzado por el futuro y consciente de que cada cosa que nos rodea, es valiosa y significativa.

Somos conscientes de que desde la psicología más popular siempre se ensalzan consejos como «la necesidad de salir de nuestra zona de confort», de «ser proactivos para conquistar nuestros sueños» o de, como decía Winston Churchill, «aunar coraje para triunfar en la vida». Bien, la verdad es que en realidad, la felicidad y el bienestar tiene muchas tallas y no todos tenemos por qué calzar unos mismos zapatos para tener éxito.

Para algunos, la auténtica satisfacción está en la propia zona de confort. Para otros, sus sueños son tan humildes y elementales que no hace falta desplegar gran ingenio o sistemas de estrategia para satisfacer deseos. A veces, basta la buena compañía, a veces la plenitud está en tener una buena biblioteca, algo de comer y personas a las que amar.

Éxito, es una palabra polisémica, tiene múltiples significados; abierta a que cada uno de nosotros le demos el nuestro.

Estar a gusto con tu propia vida, un ejercicio de construcción constante

Estar a gusto con tu propia vida es algo diferente al concepto de la felicidad. Desde el campo de la psicología positiva se lleva bastante tiempo tratando este tema. Para empezar, la satisfacción vital tiene que ver con la evaluación global que hacemos sobre toda nuestra existencia, sobre cada cosa que nos define, que hemos experimentado, que nos rodea en el momento presente y a su vez, a aquello que hacemos.

Felicidad en cambio, se relaciona con un estado puntual, momentáneo y limitado en el tiempo. Hoy, por ejemplo, puedo sentirme feliz porque me he reencontrado con un amigo que no veía hace tiempo. También, porque algo que me preocupaba se ha resuelto de manera favorable. La felicidad viene y va pero la satisfacción vital es algo permanente.

Como decía Michel de Montaigne, el valor de una vida no radica en el número de días vividos sino en el uso que hagamos de ellos, en la satisfacción que encontremos a todo ese tiempo transcurrido. No obstante, hay algo que debemos entender y tener presente: no puedes estar a gusto con tu propia vida si no estás bien contigo mismo.

Martin Seligman, uno de los padres fundadores de la psicología positiva, desarrolló el Modelo PERMA o teoría del bienestar para enseñarnos cómo alcanzar esa meta. Esa dimensión que, a fin de cuentas, constituye el auténtico éxito. Veamos en qué consiste.

P (Emociones positivas, positive emotions)

Para estar a gusto con tu propia vida, deben estar presentes en ti dimensiones como el optimismo, la confianza, la seguridad personal o la esperanza. Es evidente que en nuestro devenir habrá momentos complicados en los cuales no seremos inmunes a la adversidad.

Las emociones negativas o más complejas, como la tristeza, la rabia o la frustración también estarán presentes; no nos queda más remedio que aceptarlas, transitar con ellas, entender su significado.

No obstante, incluso en esos instantes difíciles, no podemos dejar de lado una visión constructiva y esperanzada de la vida por la que confiar que recuperaremos el control, que todo saldrá bien. Las emociones positivas son vitales para hallar el bienestar y la satisfacción.

E (compromiso, engagement)

El auténtico éxito en nuestra existencia acontece cuando nos comprometemos con dos cosas. La primera, con nosotros mismos. Sintiendo la plena convicción de que merecemos estar bien, que nosotros al igual que cualquier otro, merece aquello que sueña o desea. La segunda, requiere un compromiso hacia el trabajo, hacia el esfuerzo cotidiano para lograr aquello que ansiamos.

R (Relaciones, relationships)

Estás a gusto con tu propia vida cuando te rodeas de las personas que amas, que admiras y que aprecias. Eso y no otra cosa, te confiere auténtico bienestar, te sientes más pleno, más fuerte, más satisfecho. Algo así requiere sin duda de múltiples esfuerzos cotidianos.

Hay que cuidar lo que se ama y también, ser lo bastante asertivos para marcar límites ante quien solo sabe restar, ante quien solo trae tormentas en nuestros días soleados.

M (Meaning) Para estar a gusto con tu propia vida debes clarificar tus propósitos

Nada nos abre tanto el camino como tener claros nuestros propósitos. Saber qué esperamos de la vida, qué consideramos prioritario y tener presente a diario metas, valores y deseos confiere paz interna y motivación. A su vez, estas dimensiones actúan como grandes atenuantes para la ansiedad.

Cuando uno sabe lo que quiere y moviliza sus pensamientos, emociones y actos en esa dirección, los miedos se atenúan y las preocupaciones pierden fuerza. Tengámoslo presente.

A (Logro, accomplishment)

El éxito no llega cuando coronamos una montaña. Tampoco cuando hacemos nuestra una meta elevada. Éxito es entrenar a nuestra mente para que no se rinda, para que alcance pequeños logros constantes con los que ir avanzando. Cada metro ganado nos acerca más hacia esa cumbre, hacia esa meta puesta en el horizonte.

Esto significa que, para no rendirnos, necesitamos de esos pequeños triunfos cotidianos, por insignificantes que sean. Actuarán como indicadores de que vamos en la dirección correcta.

Para concluir, cada una de estas dimensiones descritas conforman el auténtico bienestar. Es ese estado de plenitud absoluta donde sentirnos bien con lo que somos, con lo que tenemos y vamos logrando. Sea mucho o sea poco, para nosotros siempre será bastante si nos sentimos satisfechos.

Trabajemos en ello, tengámoslo en cuenta.