¿El optimismo es una cualidad innata o aprendida?
En los últimos tiempos el concepto de optimismo está cobrando protagonismo en nuestras conversaciones diarias. Cada vez somos todos más conscientes de la importancia que este tiene si buscamos experimentar bienestar y felicidad. Por tanto, a la luz de sus múltiples beneficios para nuestro mundo emocional y psicológico, cabe preguntarse: ¿el optimismo es una cualidad innata o aprendida?.
Desafortunadamente, con frecuencia el optimismo es malinterpretado y muchas personas se muestran escépticas hacia él. No es sencillo para quien aún no ha desarrollado esta cualidad comprender qué implica. Y aún más difícil resulta entender que es algo que se encuentra al alcance de todo aquel dispuesto a trabajar.
Entendiendo el optimismo
Nunca verás a una persona optimista decir que este se trata de un pensamiento infantil, irreal o ingenuo. Son quienes han crecido en el pesimismo y la negatividad los que suelen hacer este tipo de comentarios. Pues, indudablemente, no vemos la realidad como es, sino como somos.
Y a estos individuos, desde su perspectiva actual, puede parecerles imposible la existencia de otro tipo de paradigmas, creencias y actitudes que no sean los que ellos conocen. Por ello es común que común que confundan optimismo con evasión de la realidad, que lo vean como una predisposición fantasiosa y poco práctica. Y que consideren a los optimistas unos ilusos que deberían poner los pies en la tierra.
Pero, en verdad, las personas optimistas son completamente capaces de percibir los desafíos y las dificultades que se les presentan. No llevan una venda en los ojos y no viven en un mundo paralelo de fantasías.
Los optimistas ven la realidad, pero mantienen una disposición de confianza en que cada problema presenta también un aprendizaje. El optimista ve los sucesos negativos, pero en lugar de hundirse en ellos, los percibe como una oportunidad para cambiar, crecer y mejorar.
En definitiva, el optimismo es un hábito de pensamiento positivo. Es la tendencia a ver el aspecto más favorable de cada situación y a esperar eventos agradables del futuro. No consiste en cerrar los ojos ante la dificultad, si no en ser capaz de percibir más allá de ella, decidiendo poner el foco en los aspectos más favorables.
¿El optimismo es una cualidad innata o aprendida?
Entonces, ¿de dónde surge está disposición a percibir el lado amable de la vida?. ¿Por qué algunas personas tienen la fortuna de disponer de ella entre sus recursos personales y otras no?. ¿Están los individuos pesimistas condenados a la infelicidad?.
La cuestión de si el optimismo es una cualidad innata o aprendida es recurrente. Y no es para menos, ya que se ha comprobado que el optimismo es una de las mayores fortalezas humanas, que nos asegura una existencia más feliz, calmada y satisfactoria. ¿Dependemos de la lotería genética para disfrutar de todos estos beneficios?.
Hemos de tener en cuenta que el optimismo es una actitud, un hábito, una tendencia a percibir e interpretar la realidad de una forma determinada. Y, como todo hábito, es aprendido. La visión optimista o pesimista es algo que adquirimos en la infancia y continuamos desarrollando y alimentando durante los años siguientes.
Por lo general, de niños, adoptamos el estilo de pensamiento de nuestro entorno más cercano. Nuestros padres, al ser nuestros máximos referentes, juegan un papel primordial en ello. Aprenderemos a pensar, sentir e interpretar tal y como nos enseñen; y, sobre todo, tal y como veamos que ellos lo hacen. Pues el ejemplo que nos den con sus propios actos calará más hondo que sus palabras.
De esta manera, quienes tuvieron la fortuna de crecer en un hogar optimista, es más probable que hayan adoptado esta sana actitud positiva en su repertorio propio. Ver el lado amable de la vida es para ellos algo sencillo y natural, que ocurre sin esfuerzo ni deliberación.
Desarrolla tu optimismo
Sin embargo, aunque hayas crecido con una visión pesimista y negativa, y aunque la hayas mantenido durante toda la edad adulta, está en tu mano cambiar. El optimismo es un hábito, en cualquier momento puedes desaprender tus patrones negativos y desarrollar otros más funcionales.
El optimismo puede adquirirse, en cualquier momento de la vida. Será necesario tener una firme determinación de hacerlo y ser perseverante. Pues habrá que contrarrestar y sustituir muchos años de pensamientos pesimistas. Sin embargo, nunca es tarde para cambiar.
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- Seligman, M. E. (2014). Aprenda optimismo: Haga de la vida una experiencia maravillosa. DEBOLS! LLO.
- Moreno, Y., & Marrero, R. J. (2015). Optimismo y autoestima como predictores de bienestar personal: diferencias de género. Revista Mexicana de Psicología, 32(1), 27-36.