El poder de la cooperación grupal ante el bien común
La cooperación grupal es uno de los pilares fundamental en la situación en la que nos encontramos. Nos impulsa y nos motiva a alcanzar un objetivo común: superar el COVID-19 y paliar sus consecuencias. Podríamos definir la cooperación como el resultado de una estrategia o procedimiento desarrollado por grupos de personas o instituciones que comparten un mismo interés.
En el proceso de cooperación grupal generalmente se emplean métodos colaborativos que facilitan la consecución de la meta común. Es decir, se alinean esfuerzos para alcanzar objetivo deseado y reducir los posibles efectos negativos de una posible amenaza.
Como en el caso actual, la pandemia del COVID-19 es una situación alarmante que requiere- y es crucial- una unión y la solidaridad de todos los ciudadanos para conseguir salir de esto lo antes posible.
Es el momento de remar en la misma dirección, de cooperar entre todos a una. La solidaridad y la ayuda mutua deben primar sobre todo lo demás.
La cooperación grupal es un antídoto para el COVID-19
El Grupo de los veinte (G20) de Ministros de finanzas y Gobernadores de bancos centrales se estableció en 1999 para reunir a las economías industrializadas y en desarrollo más relevantes y debatir cuestiones clave en la economía mundial.
En caso de crisis internacionales, el G20 juega un papel crucial para afrontar las consecuencias de las mismas.
Arabia Saudita, que ejerce este año la Presidencia del Grupo de los 20 (G20), convocó una Cumbre “virtual” de líderes ante la aparición del COVID-19.
El objetivo de la Cumbre es definir acciones coordinadas para aliviar el padecimiento del COVID-19 sobre la salud, que incluye resguardar la situación económica internacional. Todos los líderes coincidieron en impulsar ante esta crisis una respuesta global coordinada, y sostenida por la cooperación.
Por lo que el G20 es una plataforma para establecer redes de cooperación grupal entre los organismos internacionales, a la vez que una herramienta para compartir experiencias e información sobre medidas que han resultado eficaces y establecer así compromisos que mantengan la disponibilidad de los recursos necesarios para abordar la situación.
Tengamos en cuenta que la cooperación grupal internacional es vital si queremos mitigar la expansión del virus.
“El COVID-19 pone a prueba nuestra solidaridad, a nivel político, financiero, científico y también social. Tenemos un enemigo común, uno que no sabe de fronteras, de cultura, religión o estratos sociales. Ahora es más necesario que nunca actuar unidos”.
-Tedros Adhanom (OMS)-
Dosis de solidaridad y ayuda mutua
Tal y como nos indican los organismos internacionales y los expertos en la materia, es el momento de remar todos en una misma dirección, hacia un objetivo común. En este contexto, es importante que todos pongamos nuestro granito de arena y colaboremos con vistas al objetivo final: el bien común.
De hecho, podemos escuchar el eco de la colaboración grupal a través de gestos y donaciones por parte de varios sectores. Son muchos los profesionales (psicólogos, psiquiatras, profesores…) que, desde sus casas, están ofreciendo ayuda a quienes la necesiten. A su vez, la lista de empresas y personas que realizan donaciones, tanto económicas como de materiales, va incrementándose por momentos.
Es más, la solidaridad y la colaboración de cada día es más notable: personas que se dedican a hacer mascarillas, vecinos que van a hacerle la compra a los más mayores, aplausos desde los balcones para reconocer la labor de los sanitarios, estudiantes que se ofrecen para cuidar niños…
El espíritu de los buenos actos se contagia
Tengamos en cuenta que cada gesto, cada pequeño detalle, cuenta y suma. En este sentido, se está produciendo un efecto de “contagio de buenos actos” entre las personas, pues cada vez somos más los que queremos aportar nuestro grano de arena. Nos estamos uniendo y sumando a la cooperación grupal tan necesaria como imprescindible -“entre todos podemos hacer frente a esto”-.
Si algo podemos sacar en claro, a modo de conclusión, en estos tiempos tan difíciles para todos, es la bondad y la buena voluntad de los seres humanos.
Somos seres extraordinarios y lo estamos demostrando día tras día, mediante numerosos actos de solidaridad y comprensión. Y esta es la lección más valiosa que nos está enseñando la situación tan compleja que estamos viviendo.
La cooperación grupal es el ingrediente más poderoso para superar con éxito las mayores dificultades, reaccionar como un grupo unido y no como individuos.