El trastorno por atracón
Cuando nadie la ve va en busca de su mejor compañera, la despensa: chocolate, galletas, patatas fritas, todo vale. Come con ansiedad, rápida y vorazmente. Cuando termina nunca vomita, solo siente un gran remordimiento y un gran sentimiento de culpa por haber comido de esa manera.
Es insegura y necesita verse delgada para sentirse bonita, una y otra vez cae en las mismas dietas que tanta hambre le hacen pasar. Su cuerpo es su cárcel y su peor enemiga es ella misma. Cuando llega a casa se quita los tacones, se mira en el espejo y siente una profunda tristeza que solo sacia sin comer o comiendo en exceso. Ha caído en una espiral de la que no sabe como salir, el mayor de sus secretos.
El trastorno por atracón
El relato que os acabamos de contar podría pertenecer a una persona que está sufriendo el trastorno por atracón, también llamado “binge eating”. Solo un buen profesional puede diagnosticar si estás sufriendo este trastorno que cada vez afecta a más personas. Suelen padecerlo más mujeres que hombres y afecta más a las personas que sufren de sobrepeso y que suelen someterse constantemente a dietas muy restrictivas. Además es un trastorno mucho más frecuente que la anorexia o la bulimia.
A continuación queremos indicarte cuáles son las señales típicas de este trastorno:
-La persona ingiere una gran cantidad de comida de forma rápida (atracones), aunque no tenga hambre, hasta sentirse lleno o incluso indispuesto. El estado de ansiedad previa al momento del atracón es el culpable de esta conducta.
-Siempre lo hacen a escondidas por miedo o vergüenza. De noche, cuando no hay nadie en casa, tras un momento de alta tensión emocional, etc.
-Sobre todo comen cuando están bajo presión o se sienten débiles psicológicamente.
-Durante o después este tipo de ingestas tienen un gran sentimiento de culpa y/o vergüenza.
-A diferencia de otros trastornos como la anorexia o la bulimia, no hay posteriores métodos de purga como vomitar, hacer ejercicio en exceso, ayunar, etc.
-Suele afectar a personas que sufren de estrés, ansiedad o depresión asociados con un gran descontento con su apariencia física, con su peso, con una baja autoestima u otro tipo de problemas emocionales.
-La personas afectada suele tener hábitos alimentarios anormales con fluctuaciones frecuentes de peso.
-Tienen la sensación constante de que tiene que seguir una dieta estricta para bajar de peso. Cuanto más estricta es la dieta que llevan, mayor es la proporción de descontrol y desorden.
-Si la persona realiza esta conducta al menos durante 2 días a la semana en un período de seis meses como mínimo, podría estar sufriendo un trastorno por ingesta compulsiva.
¿Cómo podemos ayudar a una persona que esté sufriendo un trastorno por atracón?
Si detectamos que nuestro amigo, nuestro familiar o incluso nosotros mismos podemos estar sufriendo este trastorno, lo mejor es acudir al psicólogo o psiquiatra cuanto antes. Ellos nos pueden ayudar con diferentes terapias individuales y/o grupales que combinan la orientación nutricional y la intervención psicológica. Solo un profesional evaluará también si el paciente necesita de medicación para inhibir sus impulsos .
Estas terapias tratan de ayudarnos a alimentarnos correctamente, combatiendo un trastorno que puede traernos consecuencias no deseadas tanto para nuestra salud mental como física.
Imagen cortesía de Corepics VOF