¿Eres parte de la solución?

¿Eres parte de la solución?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 06 agosto, 2023

En un mundo afectado por las crisis económicas, guerras, pobreza, escasez de recursos, contaminación, entre otros, necesitamos personas “propositivas” para brindar salidas a tantos conflictos que nos aquejan. Pero, ¿qué significa que alguien ser “propositivo”?

Alguien propositivo es aquel capaz de asumir una posición de liderazgo frente a una determinada situación. Es decir, que propone ideas, proyectos o estrategias de manera asertiva para brindar soluciones viables, con actitud innovadora.

Hay ciertos puestos de trabajo en donde las características mencionadas son indispensables. Por ejemplo, se supone que el presidente de un país debería cumplir con dichas cualidades, evitar a toda costa las falsas promesas y contar con la disposición de proponer ideas concretas que luego sean ejecutables.

Pensar claramente

Antes de manifestar tus opiniones, ¿te tomas unos minutos para pensar? Ser propositivo tiene que ver con tu habilidad para identificar cuándo tienes “luz verde” para hablar o en qué momento es más acertado callar.

En la mayoría de las ocasiones, decir lo primero que se nos pasa por la cabeza, y de forma visceral, constituye un grave error.

Tampoco queremos decirte que no digas lo que piensas o que seas incongruente contigo mismo. Solo que pienses detenidamente lo que vas a decir, qué implicaciones tendrá y qué cambios podrá originar en ti mismo y en los demás.

¿Por qué apresurarnos a comunicar nuestras apreciaciones sin antes haber organizado las ideas?… ¡Un pensamiento preciso y bien estructurado será más fácil de expresar!

En cualquier circunstancia es importante que, antes de tomar una decisión en nuestra vida, analicemos las situaciones con detenimiento, de manera que puedan surgir diversas propuestas que no escapen de la lógica, para entonces poder concretar. Nuestra reflexión debe ser comprendida como un proceso necesario, antes de plantear las conclusiones que nos permitirán generar las opciones adecuadas.

Buscar el equilibrio

Si tu objetivo es actuar como un individuo propositivo, es fundamental que desarrolles tu inteligencia emocional. Canalizar moderadamente los estímulos que percibes del exterior evitará que tus reacciones sean impulsivas y de esta manera, podrás obtener resultados satisfactorios a la hora de tomar una medida correspondiente.

Quien disfruta de bienestar emocional proyecta equilibrio y esto le permite desempeñarse como un excelente líder, de forma natural. Manifestando esta actitud, es posible crear la empatía necesaria para comunicarse con las demás personas.

Para convertirse en un líder propositivo, además de ser emocionalmente inteligente, es importante saber utilizar el lenguaje correctamente. Esto no solo tiene que ver con la palabra, pues también nos expresamos con los gestos y es importante aprender a identificar los mecanismos más eficientes, a fin de que el mensaje que queremos transmitir se comprenda.

Mantener la coherencia

Al exponer un argumento, debes asegurarte de que no existan discrepancias entre lo que dices y lo que haces. Si eres propositivo, entonces conoces la importancia de dar el ejemplo adonde quiera que vayas. ¡Cuidado con las contradicciones!, las personas te toman más en serio cuando le das valor a tu palabra y sigues al pie de la letra todo aquello que predicas. De lo contrario, será muy difícil que alguien pueda depositar su confianza en ti.

Cuando inicies un tema de conversación, no te quedes por la mitad, concluye tus ideas para que se comprenda el punto de vista que mantienes. Esto generará un “feedback” o respuesta positiva, síntoma de una comunicación que ha sido manejada adecuadamente.

Culmina tus proyectos, termina lo que comienzas. Creer en tu visión se convertirá en una de tus mejores fortalezas. Esmérate por demostrarte a ti mismo y a los demás que puedes lograr lo que te propongas.

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.