Erotomanía: el delirio de ser amado
Desde que Elena descubrió que Martín, CEO de la empresa en la que ella trabaja y uno de los mejores líderes de su país, está locamente enamorado de ella, se siente como en una nube. No hay día en el que no lo comente con sus compañeras de trabajo. El problema es que ellas no opinan lo mismo. Cuando Martín da los buenos días, Elena dice que la mira de manera seductora… aunque lo único que hace saludar mientras mira su móvil e incluso, Elena dice que ha cambiado de perfume para impresionarla. Lo que no sabe es que fue un regalo por su cumpleaños de parte de su hermana. ¿Qué puede estar pasando? Elena padece erotomanía.
La erotomanía, también conocida como el síndrome de Clerambault, es un trastorno psicológico en el que una persona cree ser amada por otra de mayor posición social o que de algún modo le resulta inalcanzable, de manera errónea.
Esta convicción delirante se suele manifestar en mujeres, aunque existen algunos casos aislados en hombres. La edad aproximada en la que aparece es igual o mayor a 30 años y sobre todo se da en personas que están en estado de soltería.
¿Cómo es posible que las personas que tienen erotomanía no se den cuenta de que todo es un equívoco? ¿Cómo son capaces de ver que el otro muestra interés en ellas cuando no hay nada? La respuesta es sencilla: ellas creen que es real porque son víctimas de una mala interpretación de su propia realidad, fruto de un delirio.
“Y, más que por el goce y el delirio, amarte por la angustia y por la duda”
-Xavier Villaurrutia-
Historias de amor ficticias
Si nos ponemos en la piel de una persona que pueda padecer este trastorno, quizás podamos comprenderlo un poco mejor. ¿Cuántas veces nos ha gustado alguien y hemos interpretado mal alguna de sus señales? Quizás una sonrisa o una palabra agradable la hemos percibido como una correspondencia a nuestros sentimientos. Aunque pronto nos damos cuenta de si estamos en lo cierto o no.
A las personas que sufren erotomanía les pasa algo similar, solo que ellas se creen una historia de amor que en ningún momento se ha iniciado. Además, su idea delirante gira en torno a una relación de amor romántico idealizada y en algunos casos, se refieren a ella como una unión espiritual con su supuesta pareja (que no deja de ser una víctima).
Así, la erotomanía se va construyendo poco a poco sobre gestos que supuestamente el otro manifiesta, aunque no sea así. Una mirada, un saludo o una sonrisa que son interpretados como símbolos de amor secretos por parte de la persona que sufre este trastorno.
“En ocasiones, el objeto de la ilusión puede no existir en realidad”
Consecuencias de la erotomanía
A pesar del rechazo o la negación que la supuesta persona amada pueda manifestar, la persona con erotomanía no lo tiene en cuenta porque está totalmente convencida de que ese amor es real. Así, en su mundo delirante creará cualquier tipo de razón que sea capaz de justificarlo como que el otro todavía no es consciente de su profundo sentimiento o que es tímido y le cuesta aceptarlo delante de los demás.
Como vemos, este tipo de delirios puede ser bastante grave y en ocasiones persistente por lo que requerirá tratamiento psicológico y en algunos casos psiquiátrico. Incluso, puede que no solo se presente de forma aislada sino que forme parte de otros cuadros clínicos como la esquizofrenia paranoide, la depresión grave, el trastorno bipolar o el trastorno esquizoafectivo.
Además, la persona que lo sufre puede experimentar un duro golpe emocional ante eventos como una boda o el nacimiento de un hijo de la persona que supuestamente, lo ama. Sin duda, es probable que tras esa luna de miel inicial, con el paso del tiempo la persona con erotomanía sufra porque no dejar de imaginar una relación sentimental con alguien que en realidad no le corresponde.
¿Padezco erotomanía?
Si te has hecho esta pregunta, deberías comprobar todo lo mencionado anteriormente. Como ya hemos comentado, probablemente nos hayamos creído correspondidos más de una vez, pero esto no tiene nada que ver con el delirio erotomaníaco o el síndrome de Clérambault.
“Mi dolor es continuo y mi fracaso evidente y mi delirio constante”
-Rapsusklei-
La erotomanía en casos extremos puede incluso, construir falsas realidades como relaciones sexuales que no han existido, embarazos psicológicos o comportamientos obsesivos de control del otro.
Entonces, ¿cuándo hablamos de verdadero trastorno? Cuando a pesar de la distancia, de la ignorancia, de los rechazos, nos creemos amados y correspondidos; cuando el otro es totalmente inaccesible pero aún así creemos que está enamorado de nosotros. Y sobre todo, cuando un profesional especializado lo ha diagnosticado… A menudo, un trastorno es algo más que padecer unos síntomas.
Si crees que puedes sufrir este trastorno, acude a un especialista. No dudes en pedir ayuda e intentar solucionarlo.
Cortesía imagen de Christian Schloe