Estrategias efectivas para educar la tolerancia

Los seres humanos somos muy distintos. De la pluralidad de opiniones, creencias y formas de entender la vida nace la riqueza que nos caracteriza; la misma que podemos considerar como nuestro patrimonio. Ahora, ¿cómo ser tolerantes frente a las diferencias que pueden surgir?
Estrategias efectivas para educar la tolerancia
Gorka Jiménez Pajares

Escrito y verificado por el psicólogo Gorka Jiménez Pajares.

Última actualización: 20 enero, 2023

Cada vez son más los casos de violencia en nuestra sociedad. A pesar de que podemos hacer mucho en labores de prevención, la violencia se instaura como un sinsentido en contextos que deberían ser amables, como el escolar. En este contexto, necesitamos educar en tolerancia: al sembrar sus semillas, obtendremos capacidades como la comprensión y la cooperación con otras personas, muy necesarias para desarrollarnos plenamente como individuos y como sociedad.

Vivimos en mitad de una vorágine de incertidumbre. En muy poco tiempo hemos transitado por una pandemia y una guerra. Ambas han creado un contexto de crisis económica y en conjunto han hecho que percibamos el mundo de una forma más incierta. En este sentido, la incertidumbre actúa como un caldo de cultivo para la intolerancia.

«Son tiempos de pesimismos, tiempos de menosprecios, tiempos de pobreza y degradación. Este es el hábitat donde ahora crece la intolerancia de forma galopante».

-Esteban Ibarra-

¿Qué es la tolerancia?

Ser tolerante significa aceptar y abrazar lo que es diferente a nosotros. Para Canto-Sperber, la tolerancia es una habilidad de autocontrol. Consiste en nuestra habilidad para abstenernos de emitir opiniones, juicios y acciones que puedan herir a otras personas.

El objetivo de la tolerancia es que, como grupo, las personas vivamos en armonía. Los seres humanos somos seres muy diversos. De hecho, somos tan diversos como las historias que forman parte de nuestra biografía.

En este sentido cabe preguntarse: ¿existen más razones que justifiquen la necesidad de educar en tolerancia? La respuesta es sí, puesto que a través de la tolerancia educamos nuestra vista con una óptica más amable. Podemos percibir las situaciones de conflicto y de malentendido como algo normal, inherente al ser humano y trabajar por superar las diferencias que podamos tener mediante la comunicación.

Necesitamos ser tolerantes si queremos vivir en la sociedad globalizada de hoy. El objetivo es que seamos capaces de cohabitar en el mismo contexto sin violencia, sin conflictos y sin discriminación. Parece algo de sentido común, pues solo a través de la cooperación los seres humanos hemos sido capaces de alcanzar grandes proezas como especie, como el desarrollo de la rueda, la ciencia o la más moderna tecnología.

«La tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y maneras distintas de manifestar nuestra condición humana».

-Declaración de 1995 de la UNESCO-

Niños riendo
Educar en tolerancia favorece el desarrollo de la comprensión y la cooperación.

Algunas estrategias para educar en tolerancia

La tolerancia puede aprenderse desde que somos niños. Si crecemos en entornos en los que se promueve la aceptación y el respeto por lo diferente, es probable que lo incorporemos a nuestro sistema de creencias y valores personales.

A continuación, vamos a exponer algunos “medio de cultivo” que pueden ser eficaces para promover la tolerancia.

1. La cooperación como herramienta

Cuando somos niños, una buena forma de entrar en contacto con la humanidad de personas que son diferentes a nosotros es mediante la interacción y la cooperación. A través de la cooperación, los niños pueden trabajar de forma conjunta para alcanzar una meta. Para lograr esto es interesante que los niños entren en contacto con contextos diferentes al que están acostumbrados a fin de familiarizarse con lo diferente.

2. La importancia de la comunicación

Por otro lado, las personas somos seres sociales, un ámbito en el que los conflictos son normales. La buena noticia es que, frente a este tipo de dinámicas comunes, tenemos la capacidad de ir más allá del conflicto con el objetivo de superar nuestras diferencias y alcanzar acuerdos que sean compartidos, ricos y diversos.

En este sentido, la forma en que comunicamos es importante. Recordemos que el objetivo es respetar al que es diferente a nosotros. Para ello, la comunicación asertiva puede ser una buena opción y es susceptible de entrenarse en el seno de la familia.

«Podemos fomentar la comunicación entre la escuela, el hogar, el medio social en que viven los niños y la comunidad, tanto de inmigrantes como la autóctona».

-Esteban Ibarra-

Padres hablando con sus hijos
Una buena comunicación familiar permite desarrollar la expresión emocional y la empatía, aspectos relacionados con el valor de la tolerancia.

3. Tejer hilos emocionales

Para tejer hilos emocionales con personas distintas a nosotros podemos hacer uso de la empatía, una habilidad que puede ser entrenada. La empatía es una capacidad que nos permite experimentar las emociones que están sintiendo otras personas. También nos permite imaginarnos qué pueden estar pensando.

La capacidad empática es extraordinaria porque nos conecta con intimidad a otras personas, independientemente de las diferencias que puedan separarnos.

Tanto las escuelas, como las familias, los gobiernos o nosotros mismos somos responsables de que construir una sociedad más tolerante. En nuestra mano estáconstruir un contexto en el que las diferencias con los demás dejen de ser irreconciliables y se conviertan en enlaces que nos vinculen y nos acerquen.

Además, si educamos nuestra vista para captar las similitudes en vez de las diferencias, quizá nos llevemos la sorpresa de que somos más parecidos entre nosotros de lo que pensábamos. Y tú, ¿estás dispuesto a ser más tolerante?


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