Fijarte demasiado en tus propios defectos, ¿por qué y cómo superarlo?

Una de las formas más comunes de automaltrato tiene que ver con el protagonismo que les damos a los errores, por la excesiva atención que les prestamos a nuestros defectos. Si te pasa, en este artículo te damos algunas estrategias que puedes utilizar.
Fijarte demasiado en tus propios defectos, ¿por qué y cómo superarlo?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 14 diciembre, 2022

Fijar la atención en tus propios defectos no es un acto de honestidad ni una vía para tener más conciencia frente a lo que eres. La autoevaluación es importante para aprender de tus errores, pero de ahí a enfocarte en ellos, edificar en sus raíces y criticarte sin piedad hay un gran trecho.

Dentro de las grandes capacidades del cerebro humano, está la de ver casi “desde fuera” una actividad propia en el mismo momento en que se está realizando. Dicho de otra manera, nos observamos, al tiempo que actuamos, pudiendo juzgar en ese momento lo que estamos haciendo.

Por desgracia, esta capacidad a veces se torna demasiado incisiva. Es entonces cuando comienzas a fijarte demasiado en tus propios defectos y en lugar de hacerte una autocrítica  sana, te fustigas, te reprochas y terminas por menospreciarte. ¿Por qué ocurre esto? ¿Existe alguna forma de superarlo? Veamos.

No hay que ser tan duro con uno mismo ni autocastigarse. Hay que ejercitar la autocompasión y creerle a la ciencia y a los estudios que demuestran que tratarnos bien cuando cometemos un error no afecta negativamente a nuestros resultados”.

-Celia Antonini-

Mujer mirándose al espejo con miedo
La focalización en los errores y defectos puede llegar a ser muy destructiva.

¿Por qué te fijas tanto en tus defectos?

Fijarte demasiado en tus propios defectos es un ejercicio que llevas a cabo, la mayoría de las veces, sin darte cuenta. Lo más probable es que lo hayas adoptado como costumbre sin percatarte de ello. De hecho, es posible que lo consideres positivo, ya que sostienes la creencia de que esta es una vía de para mejorar.

Lo que no tienes en cuenta es que la autocrítica excesiva está lejos de ser un camino para crecer. Enfocarte con especial interés en tus errores o desaciertos no te lleva a ser mejor, sino que te hace daño. Es una forma de autoagresión que termina por limitar la acción, al tiempo que aumenta tu inseguridad.

¿Por qué mantienes este hábito mental? Existen dos posibles causas:

  • Patrón educativo. Tuviste una infancia en la que la crítica era protagonista. Internalizaste la idea de que es adecuado estar señalando errores y enrostrando las equivocaciones. Fijarte demasiado en tus propios defectos es congruente con esta idea.
  • Sentimiento de culpa inconsciente. Hay algo en tu vida de lo que te sientes avergonzado o culpable, pero no eres consciente de ello. Es posible que hayas hecho o deseado hacer algo que consideras reprobable y la autocrítica severa es una forma de castigarte continuamente.

Las señales de una autocrítica excesiva

Es posible que fijarte demasiado en tus propios defectos sea algo que consideras perfectamente normal. Incluso, no te das cuenta de que lo haces con frecuencia. ¿Cómo saber, entonces, si estás cayendo en un patrón autodestructivo o solo quieres ser consciente de tus errores?

Las siguientes son señales de que te criticas en exceso:

  • Culpa latente. Siempre que ocurre algo negativo, piensas que pudiste haber hecho alguna cosa para evitarlo.
  • Generalizas tu propia conducta. “No soy capaz de hacer nada bien” o “siempre se me salen las situaciones de las manos”, etc.
  • Enorme autoexigencia. Para que consideres que algo de lo que hiciste está bien, en realidad tiene que estar perfecto. Si no lo está, lo consideras un fracaso.
  • No te felicitas. Si cometes un error, te fustigas; pero si haces algo bien, lo dejas pasar como si no fuese nada.
  • Pensamiento dicotómico. “O blanco, o negro”. Si no lograste todo, significa que no lograste nada.
  • Te comparas con los demás para salir perdiendo.
  • Temes a los riesgos.
  • Piensas que perdonarte es ser condescendiente contigo mismo y que esto es inaceptable.
Mujer preocupada pensando
La autocrítica excesiva está llena de sesgos, como la ilusión de hacer las cosas perfectas para sentirse mejor.

El camino de salida: la autocompasión

La autocompasión es una palabra injustamente estigmatizada, pues suele asociársele con el victimismo. Nada más errado. Ser compasivo con uno mismo es casi un deber. Significa solidarizarnos con nosotros mismos, adoptar una actitud comprensiva frente a nuestros errores y perdonarnos con espontaneidad y alegría.

La autocompasión no te lleva a ser más permisivo con lo que haces. Todo lo contrario; si fortaleces la imagen que tienes de ti mismo y en lugar de fijarte demasiado en tus propios defectos decides simplemente dejarte ser, es muy probable que obtengas mayores logros en todos los aspectos de tu vida.

La autocompasión motiva y propicia, de forma espontánea, cambios positivos en ti mismo. En cambio, la autocrítica severa y excesiva solo destruye y reduce tus posibilidades de avanzar. Aprendiendo a ser un buen amigo de ti mismo, ganas mucho más que portándote como tu propio verdugo.


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  • Arrebola-Domínguez, M. (2018). La autocompasión.
  • I Massó, A. G. (2009). El cerebro como máquina para aprender, recordar y olvidar. Arbor, 185(736), 451-469.
  • López Cavada, C. (2020). Tratamiento de la Autocrítica a través de la Terapia Focalizada en la Emoción.

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