Hay trenes que es mejor coger cuando vuelven a pasar

Hay trenes que es mejor coger cuando vuelven a pasar
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 28 julio, 2019

Nos han dicho tantas veces que los trenes solo pasan una vez en la vida que a veces, hemos reaccionado ante esa oportunidad cuando no estábamos preparados para hacerlo. De esta manera, lo que conseguimos es decepción, frustración y un recuerdo amargo de un camino que en otro momento habría sido maravilloso.

Esos trenes vienen cargados de esperanzas, de oportunidades, de progresos en nuestra vida y dejarlos pasar, así como si nada, parece algo que no nos podemos permitir. Una ley no escrita dice que si lo hacemos, estaremos destinados a la desgracia.

Por fortuna, esto no es más que el resultado de otra de las muchas creencias irracionales existentes en nuestra sociedad, que lo único que hacen es sobreactivarnos y generarnos ansiedad. Nos apremian para que estemos siempre alertas a cualquier tren que pase y que nos acerque a nuestro futuro, por mucho que los obstáculos que nos platee sean mayores que las herramientas o los recursos con los que vamos a poder contar a corto plazo.

Nada es irreversible

La vida es un camino lleno de trenes y cada día es una nueva estación en la que podemos decidir cuál coger. Decisiones en las que las renuncias son tan importantes como los billetes que sí decidimos financiar. Pensamos que si alguna vez tuvimos esa oportunidad de oro entre nuestras manos y la desaprovechamos, ya no podremos tener ninguna más y esto no es más que producto de un pensamiento mágico, ilógico, irreal.

No vivimos en un mundo en el que haya que estar entre la espada y la pared, un mundo de decisiones determinantes u oportunidades únicas.

Chica esperando tren

Vivimos en un mundo en el que cuando se cierra una puerta, se abren cinco, cuando una oportunidad se te escapa, aprendes y tras ese aprendizaje, aparece otra mejor y así, durante toda tu vida. Así, tengas la edad que tengas, puedes seguir apostando por cambios.

Pocas cosas son irreversibles, menos de las que pensamos. Reflexiona: si no lograste algo hoy porque no te sentías preparado para tomarlo, porque no te enteraste de que estaba ahí o porque simplemente no era tu momento, no te preocupes porque ni se acaba el mundo por ello ni tampoco van a dejar de pasar trenes.

Olvídate de “era el amor de tu vida y no lo supiste ver” o “era una oportunidad laboral que no podías permitirte desaprovechar”. Todo esto solo son pensamientos de terceros, terceros que tienen miedo a fallar, al fracaso o a que no todo en esta vida les salga perfecto.

Crees que existe algo así como “el amor o el trabajo de nuestras vidas” pero eso no es cierto: Existen amores, personas con las que congeniamos más o menos y existen trabajos, unos mejores y otros peores, pero no son más que eso. El problema es que tú piensas que tu felicidad dependía de ello.

El calificativo de “el de nuestra vida” se lo ponemos nosotros y por ello lo pasamos tan mal cuando se nos escapa ese en particular. Lo que has de tener presente es que todos, absolutamente todos nosotros hemos perdido alguna vez “ese tren”, pero hemos sobrevivido, hemos aprendido de ello y hemos cogido el siguiente que venía cargado de sorpresas apasionantes.

Algunos hasta hemos pensado que: ¡menos mal que perdimos ese tren, porque el que vino después era mucho mejor!

Pareja esperando un tren

Trenes que vuelven a la estación

Esos trenes que crees que se esfumaron para siempre, han de volver a su estación de origen. Quizá vengan con otros pasajeros a bordo, quizá con otras cosas que ofrecerte: nuevos trayectos, diferentes paisajes, pero lo que sí es seguro es que volverán.

Es importante para que no caigas en la desmotivación, que sepas que la vida es cíclica y cambiante, que nada es determinante, que las cosas no son blancas o negras: o lo coges o lo pierdes para siempre.

Son solo nuestras ideas las que hacen que suframos por creernos que esto es así aunque no lo sea.

Por lo tanto, has de darte cuenta de que en cualquier momento, en cualquier esquina, puede pasar uno de tus trenes, de los muchos que cogerás a lo largo de tu vida. Lo que sí depende mucho de ti es que estés atento y no te resignes.

Vía del tren

Sigue luchando por ese sueño, sigue buscando el amor, sigue caminando a pesar de todo, aunque creas que ya perdiste, aunque pienses que no hay más oportunidades. Nunca sabes cuándo la vida puede sorprenderte de nuevo. No todo está perdido, sin más.

Es importantísimo que no te rindas, que sigas perseverando, que sigas llamando a puertas y que nada te frene a ello: ni el miedo, ni la edad, ni pensar que no vales o que vales menos.

La perseverancia es la madre del éxito y lo que no sabemos, es que en realidad, los trenes somos nosotros mismos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.