¿Qué es la hiperreflexividad?
¿Qué es la hiperreflexividad? Antes de entrar en su definición, hablemos de lo que significa ser reflexivo (o lo que es lo mismo, tener tendencia a reflexionar). Reflexionar significa pensar y considerar algo con atención y detenimiento. Esta acción tiene el objetivo de estudiar, comprender y formarse una opinión válida sobre un determinado asunto o cuestión.
Normalmente, para tomar una decisión al respecto. En el caso de la hiperreflexividad, hablamos de una reflexividad excesiva o muy grande. Concretamente, de una hiperreflexión hacia uno mismo.
Este fenómeno se podría definir como la ‘autoconciencia intensificada’. Pero ¿qué significa exactamente y cómo encuadra en el ámbito de la psicopatología? ¿Qué relación tiene con los trastornos mentales?
¿Qué es la hiperreflexividad?
Para entender qué significa la palabra hiperreflexividad vamos a atender al origen de esta cualidad. Alguien reflexivo es alguien acostumbrado a actuar con reflexión, es decir, a través del pensamiento y del razonamiento. Las personas que son muy reflexivas acuden, con frecuencia, a procesos de introspección. Piensan mucho antes y después de actuar; eso es reflexionar.
En el caso de la hiperreflexividad, se le añade el prefijo -hiper-, que significa ‘excesivo, muy grande o superior’. Así, la hiperreflexividad pretende denotar la tendencia a reflexionar en exceso, sobre todo en relación a uno mismo.
La hiperreflexividad en psicopatología
El concepto de hiperreflexividad lo encontramos en el ámbito de la psicopatología. Según Marino Pérez Álvarez, en un artículo publicado en Psicothema en el año 2008, la hiperreflexividad se entiende como una “autoconciencia intensificada en la que la persona se desvincula de las formas normales de la implicación con la naturaleza y la sociedad, tomándose a sí misma como su propio objeto”.
Otros autores, como Stanguellini (2009), han denominado este concepto autorreconocimiento hiperreflexivo. Por su parte, Foucault, en 1966, definió este concepto como una “hipertrofia de la subjetividad”.
Varias teorías psicológicas, como ya propone Marino Pérez en el artículo mencionado, defienden que la hiperreflexividad es la condición de los trastornos mentales, ya que sin esta muchos de ellos no existirían.
“A través de la hiperreflexividad, el sujeto pasa a ser sujeto de la observación de sí mismo”.
-Francisco Traver Torras-
Perspectiva clínica e histórica
Esta tesis de la que hablamos se argumenta a través de dos perspectivas: una clínica y una histórica. Desde la perspectiva clínica se defiende que la hiperreflexividad no es un mero concomitante de los trastornos mentales, sino que tiene una prioridad causal (de causa-efecto) sobre ello.
Esta relación de causa-efecto se sostiene por evidencia empírica de diferente tipo (correlacional, experimental y terapéutica); es decir, ha sido estudiada y demostrada en numerosos estudios de diferente naturaleza.
Por otro lado, desde la perspectiva histórica, se muestra que este fenómeno depende de ciertas circunstancias histórico-culturales dadas a partir del Renacimiento, y que tienen que ver con la persona. Siguiendo con esta perspectiva, los trastornos mentales que conocemos a día de hoy no existirían antes de esa época.
La influencia de la sociedad
Pero ¿qué más hay detrás del concepto de hiperreflexividad? La influencia de la sociedad en el surgimiento de los trastornos mentales. Y es que, según las teorías que defienden este fenómeno, los trastornos psicológicos tienen que ver con el modelo social impuesto por la modernidad y la postmodernidad.
¿Por qué? Porque configuran y contextualizan el trastorno y porque la sociedad en parte los genera, además de tener un efecto causal en su interacción con la persona que lo padece.
Tal y como afirma Francisco Traver Torras, Jefe de Servicio del Área de Salud Mental del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, “las sociedades determinan las cualidades de los trastornos psicológicos y, además, causan trastornos psicológicos, aunque solo sea porque la etiqueta trastorno psicológico pertenece a la modernidad”.
Un ejemplo de hiperreflexividad: la tristeza
Este concepto es un poco complejo y no siempre resulta fácil de entender. Para comprenderlo un poco mejor, Francisco Traver propone un ejemplo con la tristeza.
Según él, tanto la tristeza patológica como la tristeza “normal” son adaptativas. Lo que ocurre es que la tristeza normal es funcional y la patológica es disfuncional.
Ambos tipos de tristeza surgen para resolver problemas y para conseguir adaptarnos en momentos de adversidad y derrumbe del mundo afectivo. Pero con la tristeza patológica sucede algo paradójico; esta pasa a ser el objeto de la atención focalizada del paciente o, lo que es lo mismo, la persona pasa a observarse a sí misma (es sujeto de su observación).
Y este ejemplo podríamos extrapolarlo a otro tipo de emociones siguiendo con la hiperreflexividad como base de los trastornos psicológicos o como base de ciertas emociones disfuncionales.
¿Cómo llega la hiperreflexividad?
Traver continúa su explicación en relación a la tristeza. Plantea que cuando ocurre esto que mencionábamos de la tristeza patológica (y de forma recurrente), se forma un bucle a través del cual la persona trata de “quitarse de encima” esa representación cargada de emociones displacenteras.
El ruido de esas emociones negativas se vuelve audible y el vacío se convierte en una experiencia corpórea, en cierta forma robotizada y supuestamente dirigida por un artefacto externo. ¿Qué ocurre entonces?
Que la persona trata de comprender, focalizándose en su propia experiencia, situándola en el centro de sus preocupaciones. Entonces llega la hiperreflexividad, ese “yo” que lo ocupa todo, lo que puede acabar derivando en un trastorno psicológico.
El concepto de hiperreflexividad no es fácil de entender. Sin embargo, en este artículo hemos hecho algunas pinceladas de su significado, muy genéricas, para que pueda entenderse por qué algunas teorías psicológicas lo sitúan como condición necesaria a la hora de padecer un trastorno mental.
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- Giddens, A. (1995). Modernidad e Identidad del yo. El yo y la sociedad en la época contemporánea. Ediciones Península: Barcelona.
- Pérez-Álvarez, M. (2003). Las cuatro causas de los trastornos psicológicos”. Universitas: Madrid.
- Pérez-Álvarez, M. (2008). La hiperreflexividad como condición de los trastornos mentales: una perspectiva clínica e histórica. Psicothema, 20(2).