¿Qué influye en el bienestar de las personas mayores?
En las últimas décadas se ha trabajado de forma considerable en mejorar la salud física de todos nosotros. Se ha investigado sobre un número infinito de enfermedades, así como los distintos tratamientos para conseguir curarlas. Aunque queda mucho por descubrir, gracias a esto la esperanza de vida ha aumentado mucho en el último siglo.
Pero hay algo que se ha dejado de lado de forma sistemática: el bienestar de las personas mayores. Dado que cada vez vivimos más años, ¿no sería bueno que este tiempo extra fuera de calidad? ¡Sigue leyendo y descubre cómo mejorar la salud mental en esta etapa de la vida!
“Envejecer es todavía el único medio que se ha encontrado para vivir mucho tiempo”
-Charles Augustin Sainte-Beuve-
El papel de la autoaceptación y la autonomía en el bienestar de las personas mayores
Un primer factor fundamental en el bienestar de las personas mayores es la autoaceptación. Pero, ¿qué es esto? Es el conocimiento y la aceptación tanto de los aspectos positivos como los negativos de uno mismo. En este sentido, tener actitudes positivas hacia nuestra propia persona va a conllevar un mayor bienestar psicológico.
De hecho, las personas mayores con baja autoaceptación suelen estar más insatisfechas consigo mismas, además de tener un mayor deseo de ser diferentes y una mayor desaprobación por su pasado en comparación con aquellas que tienen una autoaceptación elevada.
En el bienestar de las personas mayores también influye su autonomía. Es decir, su capacidad para mantener con determinación las propias convicciones y de comportarse siguiendo su escala de valores. De esta forma, resisten mejor a las presiones sociales y tienen una menor dependencia a la hora de tomar decisiones.
“No ha de ser dichoso el joven, sino el viejo que ha vivido una hermosa vida”
-Epicuro de Samos-
La mirada hacia el futuro de las personas mayores
Los objetivos y las metas que dan sentido a nuestra existencia conforman nuestro propósito vital, dando forma a nuestros objetivos. Llegados a cierta edad, buscar ese algo que dé significado a los años vividos y a los que vendrán funciona como motivación para seguir adelante, además de ayudarnos a asumir las obligaciones que todos tenemos y a aguantar situaciones complicadas.
En relación con el propósito vital, hay otro factor que influye en el bienestar de las personas mayores: el crecimiento personal. Este incluiría tanto la apertura a nuevas experiencias como el desarrollo de las propias cualidades. Es decir, es la capacidad de crecer y continuar evolucionando cuando le hacemos frente a los retos y nos planteamos nuevas metas.
Este deseo de mejorar a nivel personal hace que el interés por lo que se dibuja en el horizonte, aumente. Además, nos motiva por adquirir y desarrollar nuevas actitudes y capacidades, impidiendo el deterioro de algunas habilidades y propiciando que mejoren la destreza en otras.
“Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida”
-Pablo Picasso-
La relación con los demás y la percepción de control sobre el entorno
Por último, es importante hablar de un par de factores que influyen en el bienestar de las personas mayores y que están relacionados con su alrededor: la relación positiva con los otros y el dominio del ambiente. Ser capaces de establecer relaciones estables, íntimas y satisfactorias con los demás es base fundamental para gozar de un buen apoyo social en esta etapa de la vida.
De hecho, estas personas tienen altos niveles de empatía y de preocupación por los demás. Además, son confiadas con las otras personas y estas las ven como cálidas y accesibles. De esta manera, pueden iniciar y mantener de forma duradera lazos fuertes con quienes les rodean.
Para terminar, hay que tener en cuenta la capacidad para manejar el entorno y crear contextos favorables que permitan satisfacer los deseos y las necesidades propias. Estas personas que se ven capaces de influir sobre el ambiente, de forma que este mejore, muestran menos inseguridades que los que no se suman a esta perspectiva.
Imágenes cortesía de Nick Karvounis, Fabrizio Verrecchia y Roya Ann Miller.