La oveja negra dentro del grupo
Se dice que en toda familia hay una oveja negra. Esta metáfora se usa para calificar a aquellos que son diferentes de la mayoría. Estas diferencias pueden venir tanto por el aspecto físico como por preferencias o comportamientos. Así pues, ser la oveja negra de la familia significa ser distinto al resto de los miembros de la familia.
No obstante, el término oveja negra también parece tener asociados aspectos negativos. Nadie quiere ser la oveja negra de un grupo ya que ello implica calificativos como “marginado”, “desviado” o “antisocial”, así como otros relacionados con cualidades poco aceptadas. Además, el término oveja negra también es destinado a los chivos expiatorios o aquellos que cargan con las culpas de los demás.
La categorización del yo
Como es conocido, las personas pertenecemos a diferentes grupos. Una tendencia humana es la de simplificar, simplificar el mundo para poder comprenderlo más fácilmente. De esta forma, creamos diferentes categorías en las que ubicamos a las personas. Al crear estas categorías, también nos incluimos a nosotros mismos en algunas de ellas. Esto es lo que se denomina la teoría de la categorización del yo.
Al crear categorías y agruparlas, formamos grupos y consideramos que quienes comparten esas categorías pertenecen a ese grupo. Sin olvidarnos de que nosotros también vamos a estar en algunos de esos grupos. Según la teoría de la identidad social, estos grupos a los que pertenecemos nos van a hacer sentir bien. Van a proporcionarnos un sentimiento de pertenencia.
“Una familia sin una oveja negra no es una familia típica”.
-Heinrich Böll-
Favoritismo y discriminación
Nuestro grupo, también conocido como endogrupo, se va a diferenciar de otros grupos o exogrupos. Así pues, vamos a describir a nuestro grupo no solo por lo que es, sino por lo que es en comparación con los exogrupos. De esta forma, el endogrupo saldrá mejor de una comparación con un exogrupo que esté peor. Por lo cual vamos a tender a compararlo con grupos inferiores. Sin embargo, esto no siempre es posible.
En ocasiones, tenemos que comparar al endogrupo con grupos superiores, comparación en la que salimos perdiendo. Por suerte, existen diferentes mecanismos que sirven para que nos sintamos bien con nuestro grupo aun cuando es inferior a otros grupos. Los dos mecanismos más conocidos son el favoritismo endogrupal y la discriminación exogrupal, englobados dentro del sesgo endogrupal.
El favoritismo endogrupal consiste en favorecer a los miembros del endogrupo. Esto puede hacerse ayudándoles más o manteniendo una mejor imagen de ellos. Por el contrario, la discriminación exogrupal consiste en valorar peor a los miembros del exogrupo, lo cual suele hacerse mediante prejuicios o conductas discriminatorias. En fin, valoramos más a los miembros del endogrupo que a los del exogrupo. Pero, ¿qué pasa cuando los “malos” pertenecen a nuestro grupo?
“En un lejano país existió hace muchos años una oveja negra. Fue fusilada. Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque. Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura”.
-Augusto Monterroso-
El efecto oveja negra
A veces, los malos forman parte de nuestro grupo. Cuando esto sucede, cuando miembros del endogrupo no siguen las normas o transgreden los valores del grupo, se da el efecto oveja negra. ¿Qué hacemos en estas ocasiones? Según el efecto oveja negra, en estas ocasiones tratamos de forma más dura a los miembros de nuestros grupo. En otras palabras, si alguien realiza un comportamiento ofensivo, lo vamos a tratar peor si es miembro del endogrupo que si lo es del exogrupo.
¿Porqué vamos a evaluar peor a los miembros de nuestro grupo? El efecto oveja negra indica que tratarlos más duramente va a hacer que mantengamos la imagen positiva de nuestro grupo. Esto es, un grupo que castiga a quienes se desvían es mejor visto que otro que permanece impasible ante el incumplimiento de sus normas. En consecuencia, los miembros del endogrupo se encargan de castigar y vigilar que los demás miembros sigan las normas del grupo. Como el dicho popular indica: quién bien te quiere, te hará llorar (cumplir).
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- Marques, J. M., & Páez, D. (1996). Identidad Social y Diferenciación intergrupal: El “Efecto Oveja Negra” como una función y un antecedente del control social subjetivo. In J. F. Morales, D. Páez, J. C. Deschamps, & S. Worchel (Eds.), Identidad social: aproximaciones psicosociales a los grupos y a las relaciones entre grupos. Valencia: Promolibro.
- Marques, J. M., Yzerbyt, V. Y., & Leyens, J.-P. (1988). The “Black Sheep Effect”: Extremity of judgments towards ingroup members as a function of group identification. European Journal of Social Psychology, 18, 1–16.