La práctica hace al maestro
La práctica es necesaria para ser un experto o profesional de algo. Pero, por desgracia, no siempre practicamos actividades que nos llevan a ser mejor y a convertirnos, de algún modo, en maestros.
A veces, concentramos nuestra fuerza y energía en cosas que no son beneficiosas para nuestro completo bienestar. De modo que dedicamos mucho tiempo de nuestra vida a practicar la impaciencia, el estrés, la rabia, la frustración, la tristeza, el enfado, el miedo, la inseguridad, la procrastinación, etc. Lo cual es completamente contraproducente para el desarrollo personal.
La práctica del miedo al qué dirán evita que seas libre
La libertad es la facultad y el derecho de las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad. Por tanto, si vives con un continuo miedo al qué dirán o pensarán los demás, nunca podrás comportarte como quieres, hacer lo que sientes, disfrutar, crecer como persona, etc. En definitiva, nunca podrás ser realmente libre.
Por ello, es importante descubrir cuál es tu propio sueño, lo que es importante para ti, lo que te llena y te hace feliz. Tus objetivas o metas personales te revela cuáles son tus valores, y tus valores te descubren quién eres.
“Sé que has oído mil veces antes. Pero es cierto, el trabajo duro tiene su recompensa. Si quieres ser bueno, tienes que practicar, practicar y practicar. Si no amas algo, entonces no lo hagas.”
En este sentido, debes preguntarte: ¿qué hábitos practico cada día para alcanzar mis sueños? Porque en todo lo que practiques con esfuerzo y tenacidad, te harás un experto. Todo lo que practicas se hará cada vez más fuerte en tu vida, irá ocupando espacio, ganando terreno. Practica cada día, en cada momento, crea una rutina de trabajo.
Esto es la clave para conseguir aquello que quieres, para lograr el éxito, para disfrutando de la vida con plenitud.
¿Qué camino quieres tomar?
El ser humano, como todo organismo vivo, está creado para acercarse a lo bueno, a lo que le otorga bienestar, y alejarse de lo que le causa sufrimiento. Sin embargo, en nuestra sociedad y cultura actual esto no siempre es así.
Muchas veces, la tristeza y la frustración se apoderan de nosotros, y no somos capaces de ver la luz al final del túnel. Nos hundimos con las adversidades, en vez de verlas como oportunidades. Pero, tenemos que cambiar esta perspectiva e intentar aprovechar al máximo la vida.
Para ello, debemos elegir qué camino queremos tomar, decidiendo hacia dónde dirigirnos. Cada uno de nosotros tenemos la oportunidad de, en cualquier momento, cambiar nuestro rumbo y centrarnos en ir hacia una senda que desemboque en la auténtica felicidad.
Así, debes tener siempre presente que tú eres el que dirige tu camino y tu vida, tú marcas los pasos, cuando cambias tu actitud se abren nuevas oportunidades y nuevos caminos.
“El que aprende y aprende y no practica lo que sabe, es como el que ara y ara y no siembra”.
-Platón-
Reclama ese tiempo para ti. Dedica horas de la semana a practicas aquello que te guste o a estar con aquellas personas que te hacen feliz.
Ahora es tu turno, ¿estás listo para cambiar el rumbo de tu vida? Tras ver leer este artículo, ¿cuál va a ser tu nueva práctica? Tómate tu tiempo, piensa, reflexiona y explora dentro de tu interior. ¡Descubre hacia dónde te quieres dirigir!