Las 7 mejores frases de Séneca
Muchas de las frases de Séneca han sobrevivido al tiempo porque son verdaderos compendios de sabiduría. No podía ser de otro modo con uno de los hombres más ilustres del Imperio Romano, que hizo escuela con su pensamiento e influyó decisivamente sobre sus contemporáneos.
Lo más destacado de las frases de Séneca es su mensaje ético. Casi todos sus escritos y, de hecho, su vida misma, son un modelo de moralidad. Pertenecía a la escuela filosófica del estoicismo, que propugnaba por la moderación. Eran tiempos en los que precisamente lo que predominaba era el exceso.
“Si os sujetáis a la naturaleza, nunca seréis pobres; si os sujetáis a la opinión, nunca seréis ricos”.
-Séneca-
La impresionante inteligencia y la capacidad oratoria de este pensador generaron muchas intrigas y envidias. Sufrió toda su vida de un asma recurrente. También estuvo cerca del poder, del conocimiento y de la filosofía. Estas son solo algunas de esas frases de Séneca que han quedado para la posteridad.
1. Atreverse o no hacerlo
Una de las frases de Séneca dice lo siguiente: “No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas”. Una aguda reflexión que resulta impresionante si se toma en cuenta que fue hecha hace unos 2.000 años.
Séneca quiere decir con esto que las cosas pueden resultar mucho más complicadas en la mente , que en la realidad misma. Comprendió que los seres humanos tendemos a sobredimensionar aquello que observamos desde el miedo.
2. Una de las más bellas frases de Séneca
Esta es, sin duda alguna, una de las más bellas frases de Séneca. Dice así: “Sin razón se queja del mar el que otra vez navega”. En esta breve sentencia se aprecia su capacidad poética, su delicada sensibilidad y su realismo lúcido.
La metáfora alude al hecho de que una persona no tiene razón para quejarse de aquello que él mismo busca. Implícitamente, señala que quizás la primera vez es excusable, pero no la reincidencia. Si otra vez navega es porque ya lo había hecho antes. Si no le gusta, ¿por qué lo vuelve a hacer?
3. Los odios ocultos y descubiertos
Si de algo supo Séneca fue de odios. Muchos de ellos, totalmente gratuitos. Nunca fue un hombre de conspiraciones, ni de intrigas contra los demás. Pese a esto, su inteligencia y fluidez despertaban suspicacias, envidias y prevenciones.
Quizás por eso una de las frases de Séneca dice: “Peores son los odios ocultos que los descubiertos”. Es posible que todos hayamos vivido alguna vez esa realidad. Con frecuencia, los odios más enconados no son los más visibles.
4. El valor de la dificultad
Como buen estoico, Séneca le daba un gran valor a la dificultad. No le daba un significado negativo, ni le parecía que debía evitarse. Todo lo contrario. Sostiene que los problemas son fuente de crecimiento y avance.
Así queda maravillosamente plasmado en esta frase: “Las dificultades fortalecen la mente, como el trabajo lo hace con el cuerpo”. En otras palabras, Séneca ve la dificultad como una oportunidad para ejercitar y desarrollar la capacidad de razonamiento.
5. Una medida contra la ira
Esta es otra de esas frases de Séneca que sorprende por su sencillez y profundidad. Ofrece una medida concreta para manejar la ira. Es una fórmula simple y totalmente eficaz para quien la practica. Señala: “Contra la ira, dilación”.
Se trata de una medida que no falla. En la mayoría de ocasiones, la ira simplemente se controla con una pequeña pausa. Basta con mantenernos quietos y callados por un par de minutos. La calma vuelve y no hacemos o decimos algo de lo cual podamos arrepentirnos.
6. El valor de vivir
Definitivamente, la vida de Séneca no fue un jardín de rosas. Especialmente durante el reinado de Calígula, quien lo persiguió cruelmente solo por celos. También, después, con Nerón, su pupilo. El mismo que lo condenó a pena de muerte.
Todo esto sin contar con que Séneca siempre tuvo una salud muy frágil y sufrió indeciblemente por sus ataques de asma. Quizás por todo ello, una de las frases que ha pasado a la historia dice: “A veces, incluso el vivir es un acto de valor”.
7. La lógica de las costumbres
Séneca hace una afirmación que resulta muy sabia y aguda, en torno a las costumbres. Dice lo siguiente: “Las buenas costumbres se conforman unas con otras, y por eso duran”. Como siempre, en una breve sentencia resume un mundo de sabiduría.
Lo que plantea es que las costumbres no son realidades aisladas. Una buena costumbre no sobrevive en medio de varios hábitos negativos. Para que sean estables, deben ser también consistentes o coherentes entre sí.
Las frases de Séneca se cuentan por cientos y todas ellas son verdaderamente extraordinarias. No es gratuito que su pensamiento haya roto las barreras del tiempo y tenga plena vigencia en el mundo de hoy.