Las siete virtudes del bushido japonés

¿Sabes qué valores regían a los guerreros samuráis? ¿Qué les hacía ser tan respetados y determinantes? Aquí te contamos más sobre el bushido o código ético samurái.
Las siete virtudes del bushido japonés
María Vélez

Escrito y verificado por la psicóloga María Vélez.

Última actualización: 22 septiembre, 2020

El bushido (traducido como El Camino del Guerrero) es el código ético tradicional que seguían los samuráis. Realmente una forma de vida estricta en la que se comprometían con valores como el honor, la lealtad o la justicia. Hasta el punto de tener que dar la vida por ello. Esta ética, se cuenta, se le inculcaba a los japoneses de clases dirigentes desde bebés.

Al bushido se le conoce pues como el código samurai, pero más que tratarse de una lista que cumplir, se trata de una guía, una forma de vida, “el camino” que se ha de seguir para no perder la humanidad. Es decir, una lista de principios que todo hombre o mujer tiene que contemplar para luchar sin perder los valores más básicos.

“El samurái debe obrar sin dudar, sin confesar el más mínimo cansancio ni el más mínimo desánimo hasta concluir su tarea.” 

-Yamamoto Tsunetomo-

El camino del guerrero

Se cuenta que por el año 1702 un grupo de 47 valerosos guerreros se vieron obligados a convertirse en ronin, vagabundos. Esto se debió a que al señor al que pertenecían tuvo que suicidarse mediante seppuku, ya que había agredido a un alto funcionario del gobierno nipón. A partir de ese momento, y en plena era Edo, la sociedad japonesa vería a los ex-guerreros como meros desechos humanos.

Aquellos vagabundos, de momento sin función social pero que terminarían siendo samuráis, decidirían vengar a su daimyo. Cuando finalmente lo consiguieron, estos guerreros se entregaron voluntariamente a la justicia japonesa y después del juicio fueron sentenciados a cometer seppuku al igual que su señor.

Samurai seguidor del bushido al atardecer

El bushido

Siglos más tarde, la historia sobre los samuráis vagabundos sigue siendo muy famosa en el país del sol naciente, ya que ensalza los valores de la justicia, valor, honor y lealtad. El nombre que recibe hace honor a cómo los samuráis se llamaban entre ellos, bushi, que significa “caballero armado”. Así, el bushido se considera el camino del caballero, del guerrero.

Este código se resume en siete virtudes, de las que cualquier cultura y en cualquier época podría aprender y aplicar a sus vidas.

Gi – Justicia

Un samurai cree en la justicia ciega. Hará lo posible para que se convierta en realidad y luchará siempre para que ésta se cumpla. Aquí no existen “medias tintas”. Para un samurái solo existe lo correcto e incorrecto y peleará con cualquier medio a su alcance para conseguir lo primero hasta el fin de sus días.

Yuuki – Coraje

Lo más deshonroso para un samurái es meterse en “un caparazón de tortuga” y no actuar. Por ello es muy importante sacar el coraje cuando la situación lo requiera y mover a las masas para defender una causa justa, aunque eso suponga poner en riesgo su vida.

Los samuráis debían tener el valor digno de un héroe. Esto suponía una vida arriesgada, peligrosa, pero también suponía una forma de vida plena y completa. Para ellos, el coraje no era ciego, sino fuerte e inteligente. Reemplazaban el miedo por el respeto y la precaución.

Jin – Benevolencia

El samurái es un guerrero hábil, fuerte y rápido, al contrario que los demás hombres de a pie. Por esta razón, éste siempre tiene que usar su fuerza para proteger a los más débiles. Si no surge la situación, hay que buscarla para poder ayudar a los demás en la medida de lo posible.

La compasión era un aspecto clave del samurái y les llevaba a ayudar a cualquier persona en cualquier momento. De hecho, la palabra samurái significa “el que sirve”. Así pues, siempre estaban al servicio de los que más lo necesitaban.

Rei – Respeto, cortesía

 

Hombre bosque

La crueldad y la irrespetuosidad son los mayores enemigos de cualquier buen samurái que se precie. Incluso en la batalla, el guerrero tiene que ser respetuoso y bondadoso con sus contrincantes. De lo contrario solo está mostrando su lado más fiero y asesino, y eso le convierte en un mero animal, en una bestia que solo se rige por sus instintos.

Makoto – Honestidad

La palabra de un samurái tiene más valor que cualquiera de las piedras más preciosas del mundo. Cuando éste dice que va a hacer algo, es que ya está hecho. No dice: “de acuerdo, te prometo que lo haré”. ¿La razón? Decir y hacer son dos palabras sinónimas para un samurái.

Meiyo – Honor

Sin duda, una de las virtudes más relevantes que existen dentro del código del bushido. Las acciones y no las palabras son las que definen a los buenos samuráis. Si por la razón que fuese, y por mínima que sea, han realizado un acto de deshonor, solo pueden restaurarlo mediante el ritual de suicidio seppuku.

Chuugi – Lealtad

Un samurái es plenamente fiel con cualquiera de los que le sigan. Da igual que sea su amo o un sirviente a su cargo. Si les ha prometido que les cuidará y honrará, tiene que cumplir con su palabra con todas sus consecuencias. De lo contrario se convertirá en un mentiroso, deshonroso y poco fiable.

Una vez más, la cultura japonesa, como podría tratarse de otras, nos enseña una cultura y filosofía basada en valores humanos que, a pesar de no ser samuráis, podríamos aplicar a nuestra vida diaria.


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