Los efectos de la soledad en la salud
La soledad no puede medirse en números. No estás menos solo porque tengas mil conversaciones al día, ni estás más solo porque pases buena parte del tiempo sin contacto con otras personas. Lo que te hace sentir solo o no es la calidad de vínculos que establezcas con las demás personas.
Varios estudios indican que si tienes un par de confidentes en los que realmente confíes, probablemente nunca te sentirás solo. En cambio, por más que hables con muchas personas, si no puedes entrar en una verdadera relación de confianza con ellas, seguramente sí vas a sentir el peso de la soledad en tu vida. Esto tiene efectos sobre tu bienestar emocional, pero también sobre tu salud física.
La Academia Americana de Medicina ha establecido los principales riesgos de salud en las personas que dicen sentirse solas. Son los siguientes.
Alteraciones del sueño
Este problema se presenta principalmente en los casos donde las personas duermen solas en su lugar de vivienda y que, además, se sienten solas en la vida. En estas condiciones aparece una sensación de desprotección que se manifiesta como un estado de alerta. Esto impide que concilien un sueño continuo y profundo. Lo más frecuente es que despierten varias veces durante la noche, como manteniéndose en una actitud de defensa por su sensación de vulnerabilidad. Con el tiempo, esto se traduce no solamente en un estado de fatiga permanente, sino también en aumento de peso.
Sustitución de la compañía con otros objetos
Si te sientes solo puedes tener la inclinación a llenar el vacío, que te deja la falta de compañía, con objetos que te den un sentimiento de compensación. Sin notarlo siquiera, es posible que muestres especial apetito hacia las comidas que contienen grasa o azúcar y que también busques el alcohol. Todos estos productos revitalizan tu cuerpo de manera súbita y, sin que te des cuenta, son antídotos pasajeros contra el desánimo. La clave está en eso: son pasajeros. Si el consumo de los mismos se convierte en hábito, te van a ocasionar varios problemas de salud.
Vulnerabilidad a los virus
Según un estudio llevado a cabo por el profesor John Cacioppo, de la Universidad de Chicago, el organismo de las personas que viven solas se vuelve más resistente a las bacterias, pero, a la vez, más vulnerable a los virus. Los virus se adquieren por contagio, vale decir, por contacto con otros seres humanos. Las personas solas se muestran menos fuertes a los efectos que ese contacto produce y tienden a recibir con más facilidad los virus de otros.
Aumento del estrés
La compañía de los demás seres humanos genera conflicto y también estrés. Pero la falta de contacto produce más estrés aun. Inconscientemente las personas solas desarrollan fuertes sentimientos de amenaza y esto se refleja en el organismo con el incremento de los niveles de cortisol (la hormona del estrés). Por eso hay una preocupación constante, sin que existan peligros objetivos a la vista.
Muerte prematura
En una investigación realizada con 45 mil personas, pudo detectarse que quienes viven solos presentan mayor riesgo de morir tempranamente por infartos, accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones de salud asociadas. Quienes viven acompañados son más resistentes a este tipo de enfermedades y se recuperan mejor de ellas si llegan a padecerlas.
Imagen cortesía de Jesús Solana