Los golpes de la vida pueden convertir a parejas convencionales en uniones extraordinarias
Las películas de amor nos encantan, pero algunas/os encontramos en ellas un “pero” bastante reseñable: acaban cuando la relación realmente no ha hecho sino comenzar. La rutina o las dificultades que atraviesan la mayoría de las parejas resultan muy poco atractivas de retratar.
Ese tipo de realidad, que no es otra que la más real, es la “hermanita fea” de la pasión. Sin embargo, son los problemas, los golpes, las encrucijadas, las que determinarán si una unión convencional de dos amantes podrá convertirse en una unión extraordinaria.
Soñar con tener una relación en la que las representaciones mentales del uno y del otro nunca cambien es como mostrar a un niño un trozo de arena mojada en la mano, sin darle la posibilidad de adentrarse a conocer el mar, turbulento, peligroso, excitante, en calma, atendiendo a las fuerza de las mareas.
Qué golpes del destino pueden destruir o fortalecer una pareja
Dentro de la experiencia de la vida en pareja no se pueden tener todas las variables del entorno bajo control y por ende es bueno que las parejas desarrollen canales comunicativos que sirvan para hacer de las dificultades problemas compartidos, de manera que su resolución pueda unirles aún más. Algunos de los desafíos emocionales y vitales a los que se enfrentan las parejas son:
- Crisis económica. La Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología de España en el año 2012 detectaba un incremento de entre 20% y 30% en el número de demandas de terapia de pareja, algo que atribuía en gran medida a la crisis económica. La solución no solo pasa por mejorar la situación económica, sino conocer por qué muchos de los lazos emocionales se han debilitado en una situación económica desfavorable.
- Infidelidad. Un artículo publicado en The New York Times por la sexóloga Tammy Nelson describía cómo están cambiando muchas de las normas establecidas respecto a las relaciones de pareja y el sexo. El adulterio puede influir positivamente en una relación, ya que abre la puerta a hablar honesta y profundamente sobre los intereses y pasiones sexuales de los miembros, más allá de los prejuicios iniciales de los que se partía. No es la infidelidad lo que separa, sino la infelicidad en la pareja y la incapacidad para hacerle frente.
- Enfermedad o muerte de un hijo: Cuando el motivo de la muerte de un hijo ha sido una enfermedad degenerativa, de manera que su vida se ha ido apagando poco a poco, los padres se han podido ir adaptando a esa sensación de estrés que produce la muerte. No ocurre así cuando la muerte ha sido por accidente.
Durante este proceso, la relación de pareja puede verse afectada porque se ha dañado la ilusión y el proyecto vital familiar. Esta situación puede producir desajustes entre los padres.
La psicóloga clínica Susana de Cruylles, coordinadora del programa para padres del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, asegura que es importante que los padres, al igual que se ponen de acuerdo en la formación de la familia y en educación de los hijos, intenten hacer este proceso juntos.
- Infertilidad. Las parejas que uno o los dos sufren infertilidad, además de contemplar nuevas vías para conseguir su sueño de ser padres, pueden también reconsiderar un proyecto vital común sin hijos, sin que ello tenga que suponer un trauma. La desilusión inicial puede abrir nuevas puertas en el conocimiento mutuo o, en última instancia, a la adopción.
- Enfermedad. Los resultados de un estudio dirigido por Amelia Karraker de la Universidad de Iowa, publicados en la revista Journal of Health and Social Behavior, concluyeron que en los matrimonios en los que a la mujer se le detecta una enfermedad grave, y no al hombre, “existe un 6% más de probabilidades de ruptura con respecto a los matrimonios sanos”. Esto puede deberse al mayor desequilibrio en los patrones comportamentales de las parejas, en las que aún hoy se asume que la mujer tiene que adoptar el rol de cuidadora dentro de la pareja.
Cuando el dolor no separa, sino que fortalece a las parejas
Las parejas pasarán por muchas etapas, pero a veces serán los golpes duros de la vida los que determinarán que se pase de un amor fatuo u loco a una amor consumado, o incluso que sean las dificultades las que transformen un amor de compañía en un amor loco. Sería conveniente recomendar para entender estas fases del amor la película “El velo pintado”: una auténtica película de amor que no pretendía ser romántica.
Porque el amor en pareja es mucho más excitante cuando pasa por dificultades y se superan, porque en rara ocasión no se encontrarán dificultades y porque la vida no se vive en base a las representaciones mentales que tengamos de ella. Hay que asumir y superar los obstáculos y tragedias con voluntad de estar unidos. Porque hay situaciones que, lejos de romper la unión de dos personas que se aman, transforman relaciones en algo realmente extraordinario.
