El método Grisham para realizar proyectos paralelos
El método Grisham es una técnica que sirve para realizar proyectos paralelos al trabajo habitual. Casi todo el mundo tiene algún propósito que no ha podido realizar por falta de tiempo. El día tiene las horas que tiene y dentro de esas 24 horas no siempre caben actividades que demandan mucho tiempo.
A veces solo quisieras tener un blog y actualizarlo de forma periódica, pero tu agenda no parece lo suficientemente flexible como para que puedas comprometerte a ello. Otras veces, lo que quieres es poner en marcha tu propia empresa sin renunciar al trabajo que tienes, pero sucede lo mismo: nunca cuentas con el tiempo suficiente para avanzar y materializar tu idea.
Incluso es posible que tu proyecto no sea de índole laboral o intelectual, sino estrictamente personal. Por ejemplo, pasar más tiempo con tus hijos o cultivar una afición que te seduce. En todos esos casos, el tiempo suele ser un obstáculo importante. ¿Cómo sortearlo? El método Grisham puede ser una excelente respuesta.
“No hay nada que progrese a un ritmo razonable, así que aprendes a ignorar los relojes”.
-John Grisham-
El método Grisham y su origen
El método Grisham debe su nombre al afamado escritor John Grisham. Él es autor de libros tan famosos como El informe Pelícano, La gran estafa o El secreto de Gray Mountain. Como ves, varios de esos nombres coinciden con los títulos de películas que casi todos hemos visto.
Grisham dedicó buena parte de su vida y su energía a su gran pasión, la escritura. Hablamos de un abogado prestigioso que en 1993 fue elegido a la Cámara de Representantes del estado de Misisipi, en Estados Unidos. Como puedes suponer, su agenda siempre estaba llena.
Todo cambió para él en 1984, cuando en su calidad de autoridad estatal presenció un juicio que le estremeció. Una niña de 12 años testificó como víctima en un caso de violación sexual. Fue tan impactante para él que se molestó en conocer todos los pormenores del caso.
La historia fue tan perturbadora para Grisham, que llegó a sentirse incapaz de pensar en otra cosa. Con los días, decidió que quería compartir el relato de esa situación con el mundo. Sin embargo, tenía el mismo problema de todos: ¿de dónde sacaría el tiempo para escribir una novela , si apenas daba abasto con su trabajo habitual? Como respuesta a esa pregunta nació el método Grisham.
¿En qué consiste este método?
John Grisham encontró una solución sencilla, pero eficaz para solucionar el problema del tiempo. Usó su sentido común, más que alguna teoría o doctrina. Simplemente, se propuso dedicar media hora antes de ir a su trabajo a escribir. Los 30 minutos no afectaban a su rutina habitual, y parecía que era la única forma de que su proyecto no se quedara en un sueño inconcluso.
Durante tres años, Grisham cumplió con ese compromiso diario. El resultado fue su primera novela, Tiempo de matar. No tuvo mucha suerte en un comienzo con los editores, hasta que uno de ellos decidió publicar 5000 ejemplares de la obra. Sin embargo, no tuvo demasiado impacto.
El novel escritor comenzó su segunda novela un día después de terminar la primera. Había probado que su método funcionaba y que esto le permitía disfrutar de su gran pasión: escribir. De este modo, llegó a ser el escritor norteamericano más vendido de la historia, en los años 90. Por entonces, se retiró de su profesión y se dedicó a la escritura.
Lo que enseña el método Grisham
Como lo ves, el método Grisham no tiene ningún secreto. O más bien, el único secreto que tiene es el del compromiso. Debe cumplir una condición: alcanzar todos los días, a una hora determinada, un pequeño objetivo. Eso es todo. Avanzar paso a paso y no detenerse. Es el valor de la constancia venciendo o terminando con límites que pueden parecer innegociables.
En las distintas entrevistas que ha concedido este autor, también ha señalado dos puntos que sería necesario tener en cuenta. El primero es que las personas deben ser conscientes de que existen días buenos y días malos. Eso quiere decir que a veces esa media hora resulta muy productiva y otras veces no. Lo importante es seguir.
El segundo criterio fue expresado por el propio Grisham de la siguiente manera: “no escribo la primera escena hasta que no conozco la última”. Hay que decir que esto no solo aplica para la escritura, sino para cualquier actividad: es importante tener el mapa mental del lugar a donde se quiere llegar.
Total, el método Grisham está al alcance de cualquier persona que tenga un proyecto paralelo ubicado en el archivo de “algún día”. Para terminar, un último consejo de John Grisman: “comience mañana”.
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- Pringle, M. B. (1997). John Grisham: a critical companion. Greenwood Publishing Group.