Neuroestimulación: cómo curar el parkinson en enfermos precoces
Una nueva esperanza es la que surge cuando se descubre que una enfermedad que puede llegar a causar tanto dolor como el Parkinson ya no es que pueda intervenirse en algún momento sino que además se sepa cómo curar el parkinson en enfermos precoces. Los nuevos hallazgos colocan a la neuroestimulación como guía principal en este camino hacia la mejora de la calidad de vida de las personas con parkinson pero, ¿A qué precio?
Enfermos precoces de Parkinson y neuroestimulación
La historia de la neuroestimulación como terapia para los enfermos de Parkinson aparece hace un cuarto de siglo cuando el Doctor R. Figueiras saca adelante un estudio mostrando los buenos resultados en los enfermos de parkinson avanzado cuando se les colocaban electrodos situados en determinadas cavidades del cerebro en base al “mapa neuronal” que guiaba a los científicos hacia las zonas cerebrales que controlaban el aparato motor.
Sin embargo, los resultados negativos de estas medidas no conformaban una buena opción para aquellos pacientes que aún no habían atravesado la primera fase de Parkinson en la que la funcionalidad es alta. Hay que tener en cuenta que los riesgos de salud que se corrían con la neuroestimulación conllevaban hemorragias cerebrales, sangrados, confusión y otros posibles efectos secundarios por lo que únicamente era viable a partir de que los pacientes presentaban un estado muy avanzado en el Parkinson..
¡La gran noticia! Intervención del enfermo precoz
Hasta hace tan solo unos meses se pensaba que las intervenciones solamente eran posibles a partir de los 10-15 años de padecer Parkinson. Sin embargo, aunque todavía no exista un manual de cómo curar el Parkinson en enfermos precoces, sí que es posible conseguir que los enfermos de entre 6-7 años desde el diagnóstico mejoraran notablemente su calidad de vida tras la intervención quirúrgica.