Nuestro amor es como una historia
“El hecho de ver el amor como una historia nos puede ayudar a mejorar nuestras relaciones amorosas”.
J. Sternberg
Cada persona vivimos el amor de una determinada manera, tenemos una concepción de nuestro amor ideal y a través de esa concepción podemos aprender mucho de nosotros mismos.
En cada una de las relaciones amorosas que vivimos llevamos con nosotros nuestra propia historia de amor, toda nuestra experiencia, aprendizaje, nuestras heridas y nuestros miedos. Cuando elegimos pareja y nos vemos envueltos en otra relación, seguimos llevando con nosotros toda nuestra historia, con los aprendizajes que hayamos sacado de las anteriores relaciones.
¿Sabemos el tipo de relación que queremos mantener?
“La mayoría de nuestros deseos no valen demasiado. Es como si tuvieran su base en lo que creemos que debemos querer y no en lo que realmente queremos”.
J. Sternberg
Para conseguir saber lo que realmente queremos tenemos que conocer cuál es la historia que repetimos una y otra vez con diferentes parejas, en diferentes relaciones sentimentales.
Las parejas que elegimos no son por casualidad o coincidencia, todas ellas repiten unos patrones, unas características comunes que son por las que sentimos una especial atracción. Estas características que nos atraen son diferentes para cada persona.
Si nos preguntamos cuáles son esas características que nos atrajeron de otras relaciones y las que nos atraen actualmente, podremos darnos cuenta de qué es lo que queremos realmente. Las personas que mantienen la relación con su primera pareja, puede comprobarlo a través de las características que poseen las personas con las que más afinidad y acercamiento existe.
Cuando descubrimos lo que realmente queremos en nuestra relación amorosa, estamos más preparados/as para ver qué es lo que no está funcionando en la relación actual y cómo se puede resolver para mejorar la relación.
En muchas ocasiones terminar con la relación no es la solución
Las parejas pasan por crisis, por enfrentamientos, por situaciones complicadas; momentos de insatisfacción; donde el dolor y el sentimiento de abandono es frecuente.
Hablar e intentar solucionar los problemas desde ese sentimiento de angustia puede poner en grave peligro la relación. Puesto que todo se amplifica y ambas posiciones se pondrán a la defensiva.
Hay que evitar hablar cuando se esta alterado y bajo la influencia en plena efervescencia de la emoción, cuando se está dolido, porque se pueden decir muchas cosas con un tono en el que se culpa a la otra persona, cayendo en acusaciones y reproches.
Muchas relaciones, pese a que están con la pareja que reúne los ingredientes necesarios para que la relación vuelva a salir a flote y todo puede seguir adelante desde el amor. Acaban terminando con la relación de una forma apresurada sin dar lugar al proceso y el desarrollo de la relación.
Bajo esta situación no hacemos el aprendizaje correspondiente; por lo que arrastramos de nuevo nuestros problemas en la pareja, el rencor y los miedos a las siguientes relaciones que establezcamos.
Posibilitando que se vuelva a repetir de nuevo, y con el tiempo se produzcan las mismas insatisfacciones, cometiendo los mismos errores, y volviendo a sentir frustración, dolor y abandono. Creyendo otra vez que todo se solucionará terminando con la relación.
Podemos seguir en ese círculo sin salir una y otra vez, dando las mismas vueltas por la vida, con una y otra relación, desgastándonos cada vez más.
Cuando tomamos conciencia de lo que está ocurriendo, de que no se trata con la pareja con la que estamos sino que no sabemos lo que queremos, y que no hemos solucionado nuestros conflictos que a su vez se mezclan y fortalecen en conjunción con los de la otra persona.
En la historia de amor encarnamos un papel que corresponde con aquello que nos representa, aquello con lo que más cómodos/as nos sentimos, de cómo hemos aprendido a vivir a través de la experiencia el amor, a cómo creemos que debe de ser.
Si dejamos que nuestra historia de amor sea la fuerza dominante en nuestras relaciones, esta será siempre la causa de insatisfacción y de disolución de la relación amorosa.
“Si comprendemos las ideas que están detrás de las historias que aceptamos como propias, estamos en condiciones de plantearnos ciertas cuestiones. Podemos preguntarnos qué es lo que nos gusta y lo que no nos gusta de nuestra actual (o pasada) relación y cómo cambiarlo. Entonces nos plantearemos de qué modo podemos reconstruir la historia. El hecho de reconstruir puede significar cambiar las historias o transformarlas para que se adapten mejor a las circunstancias”.
J. Sternberg
Bibliografía consultada:
– Sternberg, R. J. (1999). El amor es como una historia: una nueva teoría de las relaciones.