Nunca subestimes tus palabras
Las palabras son muy poderosas, aunque no lo creamos. No solemos darle la importancia que realmente merecen, pero hoy comprenderás que nunca jamás deberás subestimar a tus palabras.
Utilizamos las palabras para todo. Con ellas describimos las experiencias que nos suceden en la vida, pero no somos conscientes de que estas palabras que usamos para describir se convierten en la propia experiencia.
“Lo único que te impide conseguir lo que quieres es la historia que te sigues contando a ti mismo”
-Tony Robbins-
¿Recuerdas ese momento en el que las palabras habladas hicieron tanto daño? Una palabra puede hacer mucho daño. Mucho más daño, a veces, que cualquier otra cosa. A veces, son incluso más dolorosas que el daño físico pues nos afectan emocionalmente.
¡Eres lo que te dices a ti mismo!
Todos nos comunicamos con nosotros mismos. Algunas personas tienen un diálogo interior más desarrollado que otros, pero todo tenemos esa vocecita con la que a veces interactuamos.
Esa vocecita a veces te dice cosas positivas, pero otras no para de dedicarte palabras negativas. Esto es lo que más abunda. Las palabras negativas parecen mucho más fáciles de decir que las positivas. Esa vocecita nos machaca y, en ocasiones, nos deprime.
Como ya hemos dicho, las palabras que describen las experiencias se acaban convirtiendo en las propias experiencias. ¿Cómo ocurre esto? Imagínate que no cesas en decirte a ti mismo que eres malo, un inútil, que no sirves para nada, que todo lo que haces lo haces mal, que eres un fracasado.
Todo eso, si te lo repites, si esa vocecita no logras acallarla de ninguna manera, se hará realidad. Al final acabarás siendo aquello que te dices una y otra vez. Si dices que eres un inútil, serás un inútil.
“Tu diálogo interior tiene un gran impacto en tu autoestima”
-Marc Reklau-
Así que ten cuidado con la forma en la que te describes a ti mismo, pues como ves las palabras que te dedicas son demasiado poderosas y tu autoestima puede verse afectada. Ya tendrás que lidiar con las críticas de los demás, con las ofensas, con las decepciones, con los insultos, como para hacértelo gratuitamente a ti mismo.
Piensa que la manera en la que te comunicas contigo mismo cambia la forma en la que te ves a ti mismo. Lo cambia todo. Ya no volverás a sentir lo mismo con respecto a ti y todo esto modificará tu forma de actuar.
Usa tu diálogo interior para apoyarte
Tu diálogo interior es poderoso por eso no debes ponerlo en tu contra. Con tan solo una palabra negativa, puedes anularte por completo. Utilízalo con un fin mayor, empieza a usarlo para apoyarte. Necesitarás en muchas ocasiones algo para poder resistir las críticas, las presiones, un sinfín de cosas en las que tu autoestima, tu paciencia, tus fuerzas se verán afectadas.
¿De verdad vas a hacerte más daño? ¿Vas a destruir tu autoestima? Solo tú te conoces, solo tú eres capaz de saber lo que eres capaz de hacer. No permitas que tu diálogo interior se ponga también en tu contra.
Necesitas un apoyo, alguien que le dé ese empujoncito a tu autoestima cuando esta esté cayendo en picado. ¿Sabes quién? Tú mismo. Para que tu diálogo interior sea positivo puedes seguir estos 3 breves consejos:
- Formúlate preguntas correctas tales como ¿qué puedo aprender de esta situación?, ¿qué puedo sacar positivo de esta situación?, ¿dónde ha estado el error realmente?, ¿cómo puedo mejorar tras esta caída?
- Reflexiona y encuentra soluciones. Permítete un tiempo para pensar sobre una situación, intenta verla desde diferentes perspectivas y si es necesario pide una segunda opinión. Eso sí, piensa que siempre de algo malo se puede sacar algo bueno.
- Impúlsate para continuar pase lo que pase. Tras encontrar las respuestas, tras aprender de los errores, tras reflexionar y ver las soluciones, coge impulso y ¡sigue adelante! No permitas que nada te frene.
“Si el pensamiento corrompe el lenguaje, el lenguaje puede también corromper el pensamiento”
-George Orwell-
Empieza a cambiar cómo te hablas a ti mismo. Utiliza un lenguaje más positivo. Una vez seas consciente de ello verás la cantidad de veces que te estás poniendo en tu propia contra…
Cambia tu vida, cambiando tu lenguaje. Tú eres tu único apoyo, así que no tomes como un enemigo más a tu diálogo interno. Haz las paces con él, empieza a hablarte de forma más positiva.
Imágenes cortesía de Shiori Matsumoto y A. Mora