Parálisis del sueño, una aterradora experiencia
Antes de profundizar en la parálisis del sueño, si te preguntaran qué es el sueño, ¿cómo lo definirías? No es fácil dar una respuesta a esta pregunta, al menos desde un punto de vista no académico. Aun así, podemos decir que el sueño es una función fisiológica fundamental.
Asimismo, se puede definir como “un estado funcional, reversible y cíclico, con algunas manifestaciones características, como una inmovilidad relativa y/o un aumento del umbral de respuesta a estímulos externos. A nivel orgánico se producen variaciones en parámetros biológicos, acompañados por una modificación de la actividad mental que caracteriza el soñar” (Buela-Casal, 1990a).
Durante el sueño tienen lugar grandes modificaciones en el funcionamiento del organismo que incluyen cambios en la presión arterial, la frecuencia cardíaca y respiratoria, la temperatura corporal y la secreción hormonal, entre otros. Además, también se ha observado que existen una gran cantidad de variables, tanto físicas como conductuales, que son en gran parte responsables de muchos de los trastornos del sueño.
Los trastornos del sueño
La clasificación internacional de los trastornos del sueño incluye cuatro categorías (Buela-Casal y Sierra, 1996a):
- Disomnias: trastornos de inicio y mantenimiento del sueño, somnolencia excesiva y los del sueño relacionados con el ritmo circadiano.
- Parasomnias: trastornos del despertar, de la asociación sueño-vigilia y los asociados al sueño de movimientos oculares rápidos (REM o MOR).
- Los trastornos asociados con alteraciones médicas o psiquiátricas.
- Otros posibles trastornos sobre los que no se posee suficiente información para ser considerados específicos del sueño.
En este artículo nos vamos a centrar en un tipo de parasomnia: la parálisis del sueño.
¿Qué es la parálisis del sueño?
Los sucesos paranormales que algunas personas aseguran haber sufrido (ataques diabólicos, visitas de espíritus y abducciones por extraterrestres, entre otros) probablemente encubren episodios de la llamada parálisis del sueño.
La parálisis del sueño podría explicar los relatos de fantasmas y extraterrestres; durante el ataque las víctimas perciben con intensidad esa presencia, habitualmente dañina. Asimismo, dan cuenta de sensaciones cinestésicas inusitadas: ser arrastrado fuera de la cama, vibrar, volar o caer.
Tales episodios pueden conducir a experiencias extracorpóreas en toda su extensión. La parálisis del sueño tal vez aterrorice, pero nunca será peligrosa. Afortunadamente sus episodios sólo duran unos pocos segundos.
Sin embargo, estos sucesos no tienen nada de paranormal. La parálisis del sueño es una incapacidad transitoria para realizar cualquier tipo de movimiento voluntario que tiene lugar durante el período de transición entre el estado de sueño y el de vigilia.
Puede ocurrir en el momento de comenzar a dormir o en el de despertarse y suele acompañarse de una sensación de gran angustia. Suele durar entre uno y tres minutos, tras los cuales la parálisis cede espontáneamente. La parálisis suele desaparecer de forma automática si la persona es tocada o sacudida. Aunque el afectado no pueda moverse, es capaz de ver y escuchar con normalidad. Incluso en algunos casos puede emitir sonidos.
Como vemos, un episodio de parálisis del sueño es aterrador para el que lo sufre y suele ser recordado con grandes dosis de ansiedad.
“La parálisis del sueño es una incapacidad transitoria para realizar cualquier tipo de movimiento voluntario que tiene lugar durante el período de transición entre el estado de sueño y el de vigilia”
Síntomas de la parálisis del sueño
Son varios los síntomas que ocurren durante estos episodios, la mayoría de ellos aterradores para quienes los sufren:
- Alucinaciones visuales: hay personas que dicen haber visto a alguien dentro de la habitación donde duermen, aunque no son capaces de reconocerlo. Esa presencia suele percibirse en la periferia del campo de visión o camuflada entre las sombras de la habitación.
- Alucinaciones auditivas: suelen percibirse sonidos elementales, mecánicos e intensos, como zumbidos, rumores, siseos, correteos, rugidos, campanadas, golpes, vibraciones, silbidos, chillidos o gimoteos. En otros casos son sonidos identificables, como timbres de teléfono, sirenas, herramientas, motor eléctrico, golpes de puerta, arrastrar de muebles, vidrios o vajilla rompiéndose, música extraña, etc.
- Dificultades respiratorias: las personas que sufren parálisis del sueño pueden sentir presión en el pecho, dificultad para respirar o asfixia. Estos síntomas provocan gran angustia y pánico ya: existe el temor de morir asfixiado.
- Sensación de presencia: la persona puede experimentar la sensación de que en la casa donde habita hay “presencias” extrañas. Se puede incluso percibir como la presencia se mueve, entra en la habitación y se acerca a la cama. Algunas personas relatan que se sienten como si estuvieran siendo observados, pero no saben desde dónde.
¿Por qué se produce?
La parálisis del sueño se vincula en ocasiones con otros trastornos como la apnea del sueño y, principalmente, con la narcolepsia. Sin embargo, ocurre normalmente de forma aislada, cuando la persona se encuentra bajo un momento de fuerte estrés o presión.
Lo que ocurre es que al momento de ir a dormir hay algunos circuitos neuronales que siguen sobreexcitados debido a ese estrés. Entonces se producen pesadillas y la persona se despierta bruscamente. Sin embargo, el organismo no reacciona tan rápidamente porque se encuentra en la fase REM, y por lo tanto los músculos están sin tono. Ese es el motivo por el que la persona no puede moverse, aunque sea consciente de lo que ocurre a su alrededor.
Si alguna vez has sufrido algún episodio de este tipo, no te preocupes, no te pasa nada raro. Es importante que no te asustes, aunque no es fácil. Cuando recuerdes el episodio repítete que solo fue un mal sueño, algo parecido a una pesadilla pero en la que tus ojos estaban abiertos. Esto te tranquilizará.
Prevalencia e influencia cultural
El equipo de Carrillo-Mora (2017) afirma que la parálisis del sueño puede presentarse desde una sola vez en la vida hasta varios episodios por mes o año. Estipulan que un 7,6% de la población en general lo ha sufrido. Al mismo tiempo que también se observa en un 28,3% de estudiantes y en un 39,1% de pacientes con patologías psiquiátricas.
Un interesante dato que apuntan los autores, es que las alucinaciones auditivas, visuales o táctiles pueden estar influidas por la cultura y la época en la que vivimos. Apuntan que “resulta interesante como dichas elucidaciones están fuertemente influidas por la época, las tradiciones y la cultura de cada población, por lo que en cada país o región se le dan una explicación sobrenatural diferente“.
Bibliografía:
- Chóliz, M. (1994). Cómo vencer el insomnio. Madrid: Pirámide.
- Buela-Casal, G. (2002). Trastornos del sueño. Madrid: Síntesis.
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- Chóliz, M. (1994). Cómo vencer el insomnio. Madrid: Pirámide. Buela-Casal, G. (2002). Trastornos del sueño. Madrid: Síntesis.