¿Cómo podemos potenciar nuestra resiliencia?
La vida puede ser maravillosa, sí, pero hemos de ser realistas; no siempre lo será, aunque nos esforcemos mucho para conseguirlo. Por otro lado, hay cosas buenas que nos van a pasar por mero “azar”, pero la gran mayoría van a depender de nuestro esfuerzo. ¿Y qué pasa con las cosas malas? La realidad es que vivir implica que ocurran contratiempos y que no siempre obtengamos lo que pretendemos.
Esto nos pasa a todos, pero… ¿Reaccionamos todos igual ante estas situaciones? Obviamente, la respuesta es que no. Y por otro lado, ¿es posible que salgamos reforzados de estos momentos negativos? Si queremos crecer a nivel personal, es precisamente aquí donde se encuentra la clave ¡Continúa leyendo y descubre cómo potenciar la resiliencia!
“El mundo rompe a todos y, después, algunos son fuertes en los lugares rotos”.
-Ernest Hemingway-
Para potenciar nuestra resiliencia, primero tenemos que saber qué es
Empecemos por el principio: ¿qué es la resiliencia? La realidad es que, aunque es un término actual y de uso frecuente, puede que no tengamos del todo clara su definición. Es normal que tengamos nociones vagas sobre lo que significa, pero que no supiésemos definirlo si alguien nos propusiera que lo hiciéramos.
Así pues, la resiliencia es la capacidad de una persona para adaptarse de forma positiva ante situaciones que le son adversas. La gente resiliente, en consecuencia, es capaz de salir reforzada de los momentos complejos que le han tocado vivir. No supone simplemente “ver el lado bueno de las cosas”, sino que la idea va más allá.
La resiliencia implica, entre otras cosas, ser capaces de regular de forma eficaz nuestras emociones, algo primordial para poder hacerle frente a estos contratiempos que nos han surgido. Pero, lo que es más importante, nos ayuda a superar los obstáculos con los que nos vamos encontrando.
Y tiene otra parte positiva, no es una parte determinada genéticamente de nuestra personalidad. Es decir, no nacemos con “x” capacidad de resiliencia. Por el contrario, esta se va desarrollando a lo largo de nuestra vida y en nuestra interacción con el ambiente que nos rodea. Es decir, ¡es posible potenciar nuestra resiliencia!
“Los obstáculos no tienen que detenerte. Si te encuentras con un muro, no te des la vuelta o te rindas. Averigua cómo escalarlo, atravesarlo o rodearlo”.
-Michael Jordan-
Factores internos que nos ayudan a potenciar nuestra resiliencia
Ahora bien, ¿cómo podemos conseguir potenciar nuestra resiliencia? Para ello, es importante saber qué factores, tanto personales como del ambiente, influyen en esta capacidad. De esta manera, podemos trabajar sus distintos componentes y lograr adaptarnos de manera positiva a las adversidades.
En primer lugar, tenemos que aceptar aquello que nos está pasando. Obviamente, esto no ocurre de un momento a otro, inmediatamente después de ocurrirnos una desgracia. Es algo gradual que se consigue con el paso del tiempo y, en muchas ocasiones, con ayuda de un psicólogo cualificado.
“No sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción que te queda”.
-Bob Marley-
Por otro lado, es importante poder hacer algo de lo que ya hemos hablado: ver el lado bueno de las cosas. Es decir, ser optimistas. Pero aquí hay que reseñar algo primordial: este optimismo tiene que ser realista. No tenemos que quedarnos solo con lo negativo y despreciar el lado positivo, pero tampoco tenemos que elevar este a un extremo inalcanzable. Si hacemos esto, el choque con la realidad será más duro.
Por último, hay algo que nos ayuda enormemente a potenciar nuestra resiliencia. Es nuestro sentido del humor. Ser capaces de reírnos de nosotros mismos o de las situaciones que nos pasan en nuestra vida cotidiana es una herramienta valiosísima que nos va a facilitar la adaptación a los distintos hándicaps que se nos presenten.
Factores externos que nos ayudan a potenciar nuestra resiliencia
Pero además de factores personales, hay otros externos que pueden influir en que seamos capaces de potenciar nuestra resiliencia. Por ejemplo, cuando estamos ante una situación complicada, contar con apoyo formal (asociaciones, instituciones especializadas, etc.) puede suponer un factor relevante en este proceso de adaptación.
También va a marcar la diferencia el apoyo social con el que contemos. Poder tirar de nuestra familia, nuestra pareja y nuestros amigos. Que estén ahí, tanto a nivel emocional como si necesitamos algún favor o ayuda es un recurso a nuestro alcance que no tiene precio.
Es importante que tengamos en cuenta todos estos factores si se nos presenta una situación complicada. Es normal que en un primer momento nos cueste adaptarnos a ella, pero nadie nace sabiendo. El punto clave de todo esto es que sabemos qué herramientas utilizar para potenciar nuestra resiliencia y crecer a nivel personal con lo que nos ha tocado vivir… ¡Si nos caemos, podemos levantarnos!
Imágenes cortesía de Ib Wira Dyatmika, Nick Nice y Andy Omvik.