Poesía para aliviar el dolor

A través de la poesía podemos tejer caminos hacia nuestras profundidades, para encontrarnos y dejar de tapar nuestra luz.

Escrito y verificado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Última actualización: 18 mayo, 2020

Hay algunos momentos en la vida en los que sentimos que nuestro corazón está roto en mil pedazos, nuestro pensamiento fragmentado y nuestro cuerpo agotado. Nos cuesta abrir los ojos, y nos sumergimos en un profundo sufrimiento. Sentimos que la tempestad se va a quedar en casa.

En esos instantes podemos recurrir a la poesía, pues gracias a ella podremos aliviar parte de ese dolor. Acompáñanos y recorre con nosotros el maravilloso vínculo del arte con la salud, descubre cómo las poesías pueden ayudar a descargar parte del sufrimiento que llevamos en nuestra mochila emocional.

Arte y salud

El arte es un poderoso vehículo que funciona tanto de soporte como de medio para expresar asuntos conscientes e inconscientes. A través de diferentes formas de arte, podemos mostrar cómo nos sentimos, qué pensamos e incluso cómo somos. Esto facilita que dejemos fluir y que reflexionemos sobre nosotros.

El arte es utilizado en distintos campos de la salud para aliviar el dolor. A través de la música, la pintura, la fotografía, el teatro… A cada cual le va mejor una forma de arte, pero a todos puede servirnos. Por ejemplo, a personas con cáncer terminal les hace sentir mejor ver las cosas con humor; por ello, en algunos hospitales practican la clownterapia. A las personas con Alzheimer se les estimula con olores para que liberen sus emociones; también, a través del arte-terapia, muchos les hacen frente a sus traumas.

Con esto no estamos queriendo decir que el arte ayuda a que dejemos de sentir por completo el dolor. Pero recordemos que la salud es un asunto integral, que también tiene que ver con lo mental y social. Al estar interconectados, la sensación de dolor puede disminuir.

Poesía para aliviar el dolor

Según la Real Academia de la Lengua española la poesía es la ‘manifestación de la belleza o el sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa’. Las palabras comunican emociones, pensamientos y acciones. A través de ellas podemos llegar a un estado de calma. ¿Cómo?

Las poesías están llenas de símbolos, historias, y expresiones que nos pueden llegar al alma. Son tan poderosas que llegan a sintonizar con lo más profundo de nuestro ser. Así, podemos llegar a sentir que alguien comparte eso que nos está sucediendo.

Es como si capturarán el instante. Aquello que nosotros ni siquiera sabemos cómo poner en palabras, las poesías lo narran con tanta claridad que pareciera que conocieran nuestros secretos más íntimos.

Psicoterapia, escuela y comunidad

Poesía como terapia

La poesía se ha utilizado con fines terapéuticos a lo largo de la historia de la humanidad. Por ejemplo, Aristóteles llegó a discutir la catarsis a través de la poesía para una cura emocional y, a principios del siglo XIX, se utilizó a nivel psiquiátrico como recomendación de lectura para los enfermos mentales, gracias a Benjamin Rush.

El autor de la terapia de poesía fue Eli Griefer, un poeta que iba como voluntario al Hospital Estatal Creedmor en Nueva York, de la mano del psiquiatra Jack J. Leedy. Escribieron los principios de este tipo de terapia y sugirieron el uso de la poesía en los tratamientos de trastornos emocionales.

En 1981, se estableció la Asociación nacional de Terapia de Poesía, que cada año organiza conferencias alrededor de Estados Unidos. En los últimos años, cada vez surgen más libros sobre poesía y terapia, unos de los más famosos en los que se ha reconocido a la poesía como medio para la psicoterapia son: “The Princeton Encyclopedia of Poetry and Poetics“.

Ahora bien, para profundizar en investigaciones científicas recientes, se puede explorar la revista Journal of Poetry Therapy .

La poesía permite que nos expresemos desde un espacio seguro y que, poco a poco, nos vayamos abriendo. A través de metáforas nos ayuda a trascender los significados de la palabra y conectarnos desde lo más profundo, así como a visualizar lo que sentimos, pensamos y actuamos.

Ahora bien, también nos alivia el dolor componerla. Por un lado, nos permite sublimar la angustia y, por otro, adentrarnos en símbolos, palabras e imágenes que nos ayudan a generar contenidos que a través del lenguaje cotidiano no sabemos cómo poner en palabras.

Poesía en la educación y en la comunidad

La poesía puede servir como un recurso educativo para potenciar la inteligencia emocional en las aulas. Un asunto bastante investigado, pero poco aplicado en el ámbito académico a la par que tan necesario como cualquier otra asignatura.

Por otro lado, potencia la expresión creativa que ayuda al autoconocimiento, a expresar partes de nuestra sombra, a ser compasivos, a generar empatía, a crear contenidos con profundidad, a identificarnos, a aliviar tensiones y a convertir el sufrimiento en aprendizaje, entre otros asuntos.

Al trabajar con comunidades también se puede utilizar la poesía, ya que puede enlazar las emociones, pensamientos y acciones de los sujetos que la componen; además, potencia la creación a partir de las raíces, tradiciones y creencias propias.

Se puede profundizar en las comunidades a través de poemas colectivos que unifican y ayudan a trascender la comunidad. Además, acercan a la población al rescatar el valor de las metáforas ancestrales en las que se narran historias cargadas de aprendizajes.

En resumen, la poesía nos acerca a nuestros lugares más oscuros y nos ayuda a construir un camino a través de palabras para dar luz a un nuevo horizonte. Alivia el alma a través de la expresión de nuestras sombras. Una forma de excavación y brillo que apacigua el dolor y nos ayuda a transformarlo, trascendiendo.