¿Por qué las ballenas cantan "jazz"?
En todo lo extenso del océano, a excepción del mar Báltico y el océano Ártico, habita la yubarta. Esta especie de ballena jorobada tiene como costumbre variar sus cantos de manera anual. Nunca falla. Los cetáceos siempre nos han llamado la atención por esa singular facultad, la de emitir sonidos, a menudo dotados de armonía y complejidad. Otras veces se limitan a usar simples ráfagas de clicks o silbidos de alta frecuencia.
Sin embargo, ¿por qué lo hacen? ¿Por qué emiten estos cantos? Los mamíferos marinos, tales como las propias ballenas, los delfines y las marsopas, dependen mucho más del sonido que nosotros para sobrevivir. Al fin y al cabo, en el medio acuático, la vista y el olfato pierden parte de su potencial y funcionalidad.
Sin embargo, el sonido viaja cuatro veces más rápido en el agua que en el aire. Tiene mayor impacto. Esto hace que la mayoría de mamíferos habituados a este escenario dependan de él para relacionarse y explorar. Sin embargo, ¿por qué animales como las ballenas jorobadas emiten cantos de lo más originales, rítmicos y cautivadores? Lo analizamos.
Aunque ambos sexos cantan, son los machos quienes emiten unas tonalidades más complejas y de larga duración.
Las ballenas cantan jazz: sus cualidades acústicas son fascinantes
Las ballenas son criaturas sociales que viven en manadas de varios individuos, también llamadas “vainas”. Lo primero que podríamos contestar a la cuestión de por qué emiten cantos es que lo hacen para comunicarse entre ellas, para cortejarse e informarse incluso de la cercanía de alimento y de bancos de peces.
Evidentemente, es así, al fin y al cabo, los procesos de comunicación entre todo grupo social cumplen dichos fines. Sin embargo, los biólogos y los expertos en bioacústica (estudio de los sonidos animales) intuyen que ese registro tan complejo de clics, silbidos y cantos cumpliría más propósitos. Cabe la posibilidad de que estos maravillosos mamíferos marinos canten también para ellos mismos por placer.
Los naturalistas y cetólogos avisan del riesgo que supone para la vida de las ballenas el aumento de ruido ambiental marino. Los barcos y los constantes estudios sísmicos marinos están afectando a su salud y supervivencia.
Las ballenas jorobadas y el jazz: cantantes que adoran improvisar
Este mismo año, el psicólogo Eduardo Mercado de la Universidad de Búfalo publicó un estudio revelador sobre la conducta de los cetáceos. Según explicó en ese trabajo a modo de metáfora, las ballenas cantan jazz. Es decir, son capaces de improvisar sus cantos y evidencian unas cualidades acústicas extraordinarias.
No se limitan a crear una secuencia de sonidos y repetirla como hacen los pájaros. Sus creaciones son más espontáneas, flexibles y creativas. Es más, en ocasiones, en un mismo grupo de ballenas, unas pueden copiar por un momento el canto de alguna y al instante, variar ese patrón acústico aportando su “sello personal”, como hacen los músicos de jazz.
Asimismo, cabe señalar que son las ballenas jorobadas macho quienes producen los cantos más complejos a la vez que extensos. Pueden estar horas emitiendo sus registros musicales y escucharse a más de 30 kilómetros de distancia. Cantan en toda estación, pero con mayor frecuencia en la época de invierno, coincidiendo con los cortejos y la reproducción.
¿Qué función tienen sus cantos?
Los cetólogos, así como el propio doctor Mercado, inciden en que las ballenas están intrínsecamente motivadas para el canto: se deleitan con ello. Es cierto que la emisión de ciertos sonidos, como los silbidos o los clásicos clics de elevada frecuencia tienen múltiples finalidades, como las siguientes:
- Los clics permiten diferenciar entre criaturas amistosas y los depredadores. También para comunicarse entre ellas.
- Las ballenas pueden emitir cantos concretos para alertar de la cercanía de un banco de peces.
- Sus sonidos tendrían a su vez funciones de ecolocalización, pareciéndose así más al registro acústico de los murciélagos que al canto de los pájaros.
- Asimismo, es interesante saber que las ballenas también utilizan la comunicación no verbal. Lo hacen mediante sus colas y aletas al generar “bofetadas” o golpes en la superficie del mar.
Por otro lado, los expertos inciden en la importancia de diferenciar la comunicación social de la mera expresividad personal de cada individuo. Cada vez cobra más valor la idea de que las ballenas cantan también para darse a conocer. Podrían incluso usar sus cantos y registros vocales como señales de sonar.
Se ha descubierto que existen diferentes “dialectos” vocales entre distintos grupos de manadas de ballenas.
Las ballenas cantan y se inspiran canciones entre ellas
Ha podido verse que las ballenas jorobadas, que ocupan una misma área geográfica, cantan canciones parecidas, pero con ciertas variaciones. Recordemos, son como cantantes de jazz, capaces de imitar piezas acústicas, pero improvisándolas a su manera. El aprendizaje social de los cetáceos marinos es tan llamativo que es inevitable compararlo con la conducta humana.
Las ballenas aprenden cantos las unas de las otras y los imitan como cuando nosotros nos aprendemos el estribillo de una canción y la tarareamos con nuestro estilo particular. Se retroalimentan musicalmente, se inspiran, pasan patrones acústicos de una generación a otra y conforman incluso dialectos entre manadas.
Para concluir, si bien es cierto que aún no hemos desentrañado por completo el misterio de por qué las ballenas cantan, hay un aspecto indudable. Sus cantos nos fascinan e inquietan, tienen algo atávico, un matiz entre místico y aterrador por igual. Estos dioses del océano albergan secretos que tal vez nunca descubramos, pero mientras merecen todo nuestro respeto y también nuestra protección.
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