Logo image

7 razones por las que te sientes cansado todo el tiempo y cómo solucionarlo

5 minutos
El agotamiento constante puede deberse, entre otras causas, a falta de sueño reparador, estrés, enfermedades o sedentarismo; identificar la razón permite recuperar la energía y el bienestar.
7 razones por las que te sientes cansado todo el tiempo y cómo solucionarlo
Última actualización: 12 noviembre, 2025

Es probable que más de una vez te preguntaras “por qué me siento cansado y sin ganas de hacer nada”. Pues, no es algo que te pasa solo a ti; estudios refieren que entre el 10 % y 20 % de la población consulta a médicos primarios por fatiga. El cansancio puede deberse a problemas de sueño, estrés, enfermedades, alimentación inadecuada, ciertos medicamentos o deficiencias nutricionales.

Cada vez más personas se sienten agotadas sin una causa clara, y muchos casos están relacionados con el estilo de vida moderno: jornadas largas, uso excesivo del móvil y hábitos poco saludables. Te contamos en detalle por qué puedes sentirte cansado, fatigado, sin ganas de nada, y cómo gestionar esta apatía.

1. Falta de sueño reparador

Además de dormir ocho horas, conviene evaluar la calidad del sueño. Si te despiertas varias veces en la noche, roncas o te levantas con sensación de pesadez, tu descanso no es profundo y el cuerpo no se recupera completamente.

Esto puede ser por usar el móvil antes de dormir, comer alimentos con alto contenido en grasas o azúcares en la noche, tomar café, o por condiciones como la apnea del sueño que provoca interrupción repetida de la respiración. ¿Qué puedes hacer? Lo recomendable es adoptar una rutina constante, evita pantallas al menos una hora antes de acostarte y prepara tu habitación para dormir, sin luz ni ruidos.

2. Estrés

Vivir bajo presión aumenta la producción de la hormona del estrés, el cortisol, para mantener el cuerpo alerta. Cuando esta situación se prolonga por mucho tiempo, aparecen síntomas como insomnio, mala digestión y agotamiento rápido de energía. También se puede afectar el sistema inmunitario y la concentración, lo que puede llevar a dolores musculares o sensación de “nudos en el estómago“.

Las técnicas de relajación ayudan a reducir el estrés. Por ello, practica todos los días respiración consciente, yoga o caminatas suaves. Intenta desconectarte de pantallas o tareas laborales una hora o más antes de dormir.

3. Depresión y ansiedad

El cansancio también puede ser señal de malestar emocional. La depresión y la ansiedad disminuyen los niveles de serotonina y dopamina, sustancias responsables del estado de ánimo y la energía. Esto causa dificultad para concentrarse, sueño excesivo, apatía o falta de interés por actividades cotidianas.

Si te sientes triste, desanimado o con sensación de “vacío”, conviene buscar ayuda profesional. La psicoterapia, los hábitos saludables y el apoyo emocional pueden ayudar a recuperar la vitalidad y el bienestar.

4. Problemas de salud

La fatiga puede tener una causa médica. Hay enfermedades que pueden generar cansancio, porque alteran el metabolismo y disminuyen la energía disponible para los órganos. Por ejemplo, la anemia reduce el transporte de oxígeno por el cuerpo; el hipotiroidismo enlentece el metabolismo y todo funciona “a cámara lenta”; y la diabetes dificulta que las células obtengan energía con normalidad.

Si notas cansancio junto a mareos, piel pálida, caída del cabello, pérdida de peso o cambios en el apetito, conviene acudir al médico. Es posible que te indiquen pruebas de sangre para identificar deficiencias o alteraciones hormonales.

5. Sedentarismo

Estar quieto por un largo periodo no siempre significa recuperar energía, de hecho, puede favorecer el cansancio. Nuestro cuerpo necesita ejercicio para mejorar la circulación, oxigenar el cerebro y activar las mitocondrias, la fuente de energía de las células. Si dejas de moverte por mucho tiempo puedes experimentar fatiga, bajo estado de ánimo y sueño excesivo.

Entonces, ¿cómo activarnos cuándo nos sentimos mal? Puedes empezar con paseos cortos de 20 minutos al día, subir escaleras o hacer estiramientos. A medida que te acostumbras, tu cuerpo libera endorfinas que aumentan la sensación de bienestar y energía.

6. Medicamentos

Algunos medicamentos, como los antialérgicos, antidepresivos, anticonvulsivos o tratamientos para la presión arterial, pueden alterar el sistema nervioso o el metabolismo, lo que genera somnolencia o debilidad. Sin embargo, nunca suspendas un tratamiento sin consultar con tu médico o farmacéutico de confianza. A veces, solo se necesita ajustar la dosis o cambiar la hora de ingesta para reducir el efecto de fatiga de los fármacos.

7. Falta de nutrientes o deshidratación

El cuerpo requiere de la energía de los alimentos y el agua para trabajar. De lo contrario, la falta de nutrientes esenciales (como hierro, vitamina D, B12 o magnesio) y la deshidratación pueden causar fatiga muscular, mente nublada y disminución del metabolismo, lo que baja el rendimiento del cuerpo.

¿Qué puedes hacer? Bebe suficiente agua a lo largo del día (un mínimo de 1,5 litros), consume alimentos ricos en hierro (legumbres, espinacas, carnes magras) y no abuses del café como fuente de energía. Y si sospechas que tu dieta no es suficiente o no sabes cómo organizarla, es aconsejable acudir al nutricionista.

Controla tu energía y contribuye a tu bienestar

En resumen, estas son algunas razones de por qué te sientes cansado sin ganas de hacer nada. También hay otras causas físicas o emocionales, como las infecciones recientes o los trastornos del estado de ánimo.

Por esta razón, si ves que todavía estás cansado, sin ganas de hacer nada y sientes que la fatiga no mejora o se acompaña de otros síntomas (dolor, mareo, falta de aire o apatía profunda), conviene acudir al médico o psicólogo. Estos profesionales pueden determinar la causa exacta e indicarte tratamiento. Ten presente que cuando controlas tu energía, contribuyes con tu bienestar y te acercas más hacia una vida plena.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Bade, B. C., Faiz, S. A., Ha, D. M., Tan, M., Barton-Burke, M., Cheville, A. L., Escalante, C. P., Gozal, D., Granger, C. L., Presley, C. J., Smith, S. M., Chamberlaine, D. M., Long, J. M., Malone, D. J., Pirl, W. F., Robinson, H. L., Yasufuku, K., & Rivera, M. P. (2023). Cancer-related Fatigue in Lung Cancer: A Research Agenda: An Official American Thoracic Society Research Statement. American journal of respiratory and critical care medicine207(5), e6–e28. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC10870898/
  • Caldwell, J. A., Caldwell, J. L., Thompson, L. A., & Lieberman, H. R. (2019). Fatigue and its management in the workplace. Neuroscience and biobehavioral reviews96, 272–289.  https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0149763418305220?via%3Dihub
  • Flythe, J. E., Hilliard, T., Lumby, E., Castillo, G., Orazi, J., Abdel-Rahman, E. M., Pai, A. B., Rivara, M. B., St Peter, W. L., Weisbord, S. D., Wilkie, C. M., Mehrotra, R., & Kidney Health Initiative Prioritizing Symptoms of ESRD Patients for Developing Therapeutic Interventions Stakeholder Meeting Participants (2019). Fostering Innovation in Symptom Management among Hemodialysis Patients: Paths Forward for Insomnia, Muscle Cramps, and Fatigue. Clinical journal of the American Society of Nephrology: CJASN14(1), 150–160. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC6364524/
  • Gregg, L. P., Bossola, M., Ostrosky-Frid, M., & Hedayati, S. S. (2021). Fatigue in CKD: Epidemiology, Pathophysiology, and Treatment. Clinical journal of the American Society of Nephrology: CJASN16(9), 1445–1455. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC8729574/
  • Latimer, K. M., Gunther, A., & Kopec, M. (2023). Fatigue in Adults: Evaluation and Management. American family physician108(1), 58–69. https://www.aafp.org/pubs/afp/issues/2023/0700/fatigue-adults.html
  • Maisel, P., Baum, E., & Donner-Banzhoff, N. (2021). Fatigue as the Chief Complaint–Epidemiology, Causes, Diagnosis, and Treatment. Deutsches Arzteblatt international118(33-34). 566–576. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC8579431/
  • Rogal, S. S., Hansen, L., Patel, A., Ufere, N. N., Verma, M., Woodrell, C. D., & Kanwal, F. (2022). AASLD Practice Guidance: Palliative care and symptom-based management in decompensated cirrhosis. Hepatology (Baltimore, Md.)76(3), 819–853. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC9942270/
 

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.