Prefiero una soledad digna, que una relación incompleta
Tememos a la soledad, tanto hombres como mujeres, pero la soledad a veces no solo es necesaria sino que es curativa. Estar solo significa poder pensar en nosotros mismos, en lo que deseamos, en lo que soñamos y, sobre todo, en cómo nos sentimos.
Estar solo no significa estar triste, significa disfrutar de ese momento, de esos días, de esos años, para relajarnos, para exprimir la vida. La soledad nos dignifica, nos aleja de relaciones que son incompletas, que nos hacen daño.
“La soledad no me debilita, me fortalece, me llena de algo extraño que me nutre, me habla de noche, me cuenta cuentos, historias que son verdad, que son verdades.”
-Chavela Vargas-
Ser feliz con uno mismo
No podemos hacer depender nuestra felicidad de otra persona, de una pareja. Si no eres feliz solo, no lo serás en pareja. Quererse a un mismo es fundamental para que otra persona nos quiera. ¿Cómo pretendes que alguien te quiera si tú no te quieres?
La soledad se asocia al desarrollo espiritual, de hecho personajes como Cristo, Buda o Mahoma, tuvieron revelaciones cruciales en soledad. También se relaciona la soledad con la creatividad, puesto que escritores, filósofos y científicos la han elogiado como un elemento fundamental para la generación de nuevas ideas.
Actualmente, las redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, permiten estar continuamente conectados con otras personas, pero parece que se fomenta el estar conectado con alguien siempre y cuando esa persona no seas tú mismo. Pero el amor por nosotros mismos, el pensar en nosotros, es un acto de egoísmo necesario en muchas ocasiones.
Existe una idea muy arraigada de que muchas cosas se deben hacer en compañía, pero ¿Qué ocurre si vas al cine sólo, si vas a tu restaurante preferido sólo, si te quedas sólo en casa un sábado por la noche, si vas a una exposición sólo? Lo único que ocurrirá es que disfrutarás.
Con los años, la soledad es mejor compañera
Somos animales sociales, es un hecho, pero con el paso de los años, cada vez se reduce más la necesidad de estar con otras personas continuamente. Con la edad tenemos más claros nuestros intereses y nos centramos en ellos, sin necesidad de probar otras cosas que no nos gustan o de relacionarnos tanto con otras personas.
Simplemente se alcanza un equilibrio en el que disfrutaremos igual de nuestra soledad, que del tiempo que compartimos con otras personas. La soledad puede volverse una compañera con la que también pasar parte de nuestro tiempo.
La soledad puede ser la oportunidad para desarrollar nuestras inquietudes personales o laborales, para dedicarnos a cuidarnos física y mentalmente. No hablamos de una soledad triste, sino de una soledad buscada y necesaria para reconciliarnos con nuestra mente y nuestro espíritu.
“La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes.”
-Arthur Shopenhauer-
Decir adiós a una relación incompleta
Muchas veces relacionamos la soledad con no tener pareja, pero incluso en casos en los que tenemos pareja y no nos sentimos bien, es bueno realizar una reflexión profunda sobre cómo es la relación que tenemos y la que queremos.
Una gran dosis de crudo realismo, es dura pero esencial para ver lo que no queremos ver. Una relación en la que te sientes mal, no te vale, una relación en la que te tratan mal, no te vale. Huye cuanto antes.
Di adiós a lo que te hace sentir mal, es difícil despedirse, pero no mata. Durante un tiempo pensarás en los buenos momentos que compartiste con esa persona, pero no debes olvidar la realidad. Deja que el tiempo acaricie las heridas, no te precipites en buscar a otra persona, disfruta de ti mismo.
Siempre existe un periodo de duelo tras una ruptura de pareja, que suele durar entre seis meses y un año. Si necesitas llorar, llora, si necesitas pasear bajo la lluvia, hazlo, si necesitas olvidar di ¡basta!, cada vez que aparezca un recuerdo que te lleve al pasado.
Ahora eres libre, con todo lo que ello significa. Decide, disfruta, haz y deja de hacer, camina, corre, sueña, besa, abraza, mira, exprime la vida. Deja que la soledad te envuelva, que sea un manto cálido, deja que tus pensamientos vuelen libres, que tus sentimientos afloraren en tu piel.
“He decidido hacer lo que me gusta, porque es bueno para la salud.”
-Voltaire-