Psicopatía: características y curiosidades
No todos los psicópatas son criminales ni se encuentran en prisión. Tampoco son asesinos encapuchados ni individuos de apariencia siniestra, aunque el cine y la literatura hayan publicitado ese retrato. Según Robert Hare, doctor en Psicología y experto en psicopatía, la mayoría de ellos se encuentran entre nosotros, en el ámbito político o en los negocios. Increíble, ¿verdad?
Los psicópatas no se encuentran desorientados ni presentan delirios o alucinaciones; tampoco experimentan un gran estado de malestar. De hecho, son personas bastante racionales, que son conscientes de lo que hacen y su porqué. Es decir, sus comportamientos son frutos de elecciones libres. Ahora bien, ¿qué hay detrás de esa fachada carismática y atractiva que suele caracterizarlos? ¿Cuáles son sus mecanismos de actuación? ¿El funcionamiento de su mente es diferente al de una persona empática? Profundicemos.
“No es sorprendente que muchos psicópatas sean considerados oficialmente como criminales, pero muchos otros se hallan fuera de las prisiones y usan su encanto y sus habilidades camaleónicas para abrirse camino en la sociedad y dejar un rastro de vidas arruinadas detrás de él”.
-Robert Hare-
Visión histórica
El término psicopatía significa literalmente ‘enfermedad mental’ (de psique, ‘mente’ y de pathos, ‘enfermedad’). No obstante, los medios de comunicación suelen utilizarlo de forma indebida, ya que suelen emplearlo como sinónimo de loco. La cuestión es que la psicopatía no debe entenderse como el resto de enfermedades mentales; ya que, como dijimos anteriormente, los psicópatas son racionales, eligen cómo comportarse y no experimentan malestar por su condición.
A principios del siglo XX, el psiquiatra francés Philippe Pinel fue uno de los primeros autores en escribir sobre psicópatas. Utilizaba el término enfermedad mental sin delirio, para describir a esos individuos con conductas caracterizadas por una marcada implacabilidad y una falta de restricciones. Además, consideraba que eran moralmente neutros, concepción con la que no están de acuerdo todos los autores, ya que para algunos los psicópatas se encuentran moralmente enfermos.
En 1941, el psiquiatra americano Hervey Cleckley realizó la primera descripción detallada de la psicopatía en su obra The Mask os Sanity. Este libro se convirtió en toda una referencia entre los investigadores de la época.
“El [psicópata] no está familiarizado con los hechos o datos que definen lo que podríamos llamar valores personales. Tiene una gran incapacidad para entender tales temas. Por ejemplo, le es imposible dedicarle el más mínimo interés a la tragedia o a la alegría humana representada en la literatura o el arte. También permanece indiferente a esas mismas emociones en la vida real. Belleza y fealdad (excepto de una manera muy superficial), bondad, maldad, amor, horror y humor no tienen significado para él, no le motivan. Le falta, desafortunadamente, la capacidad de ver que los demás se conmueven”.
-Hervey Cleckley-
Más adelante, numerosos psiquiatras y profesionales de la investigación se han dedicado al estudio de la psicopatía, pero si debemos destacar alguno por sus avances, datos y resultados es Robert Hare. Este psiquiatra ha dedicado más de tres décadas a la psicopatía, generando las escalas más utilizadas para valorar esta dimensión: la PCL y la PCLR.
No obstante, Kent Kiehl, profesor de Psicología en la Universidad de Nuevo México, y Kevin Dutton, psicólogo de la Universidad de Oxford, también son autores muy reconocidos en el estudio de la psicopatía.
Como curiosidad, existe un extracto de una entrevista que realizó Dutton a un psicópata en prisión que muestra la habilidad de este para cuestionarlo y crearle confusión. En un momento determinado, el psicópata da a entender que si una chica se negase a tener relaciones con él, sería capaz de conseguirlas de otra manera. Dutton comienza a recoger para marcharse y le expresa que con la entrevista ha aprendido que ellos dos están cableados de manera diferente y por esa razón, el psicópata está en la cárcel y él fuera. Y el entrevistado le respondió:
-“No dejes que te engañe tu cerebro, Kev, con todos esos exámenes que no te dejan ver la realidad. Solo hay una diferencia entre tú y yo: yo lo quiero y voy a por ello, tú lo quieres y no vas a por ello”.
-“Estás asustado Kev, tienes miedo. Tienes miedo de todo, lo veo en tus ojos. Miedo de las consecuencias. Miedo de que te cojan. Miedo de lo que pensarán. Miedo de lo que te harán cuando vengan a llamar a tu puerta. Tienes miedo de mí”.
-“Mírate. Tienes razón, tú estás fuera y yo estoy aquí dentro. Pero… ¿quién es libre, Kev? Libre de verdad, quiero decir. ¿Tú o yo? Piensa en ello esta noche. ¿Dónde están los barrotes de verdad Kev? ¿Ahí afuera? (señala la ventana). ¿O aquí dentro? ( y se toca la sien). Sin duda alguna, la conversación sorprende y da para reflexionar.
Características principales de los psicópatas
Existen una serie de rasgos y características comunes en la mayoría de psicópatas. No obstante, también es cierto que muchas personas pueden presentar algunas de ellas, pero eso no significa que sean psicópatas. Por esta razón, recordemos que la psicopatía es un síndrome; es decir, un conjunto de síntomas relacionados, que solo puede ser diagnosticada por un profesional especializado.
A continuación, describiremos, de manera breve, los rasgos más representativos, según Robert Hare:
- Mente simple y superficial. A pesar de que suelen parecer ingeniosos y se expresen bien, con frecuencia cuentan historias poco probables. La cuestión es que son capaces de darles realismo gracias a la gran interpretación que hacen.
- Personalidad egocéntrica y presuntuosa. Los psicópatas tienen una visión narcisista de la vida. Se creen seres superiores, a los que se les debería permitir vivir según sus normas. De hecho, no suelen avergonzarse de sus problemas personales, económicos o legales, los ven como baches temporales. También piensan que sus habilidades les permitirán alcanzar cualquier objetivo que se propongan.
- Falta de remordimientos o culpa. Este tipo de personas muestran una gran despreocupación por las consecuencias de sus acciones en los demás, aún siendo devastadoras. Es decir, no se arrepienten del dolor ni de la destrucción que causan y admiten abiertamente que no tienen sentimientos de culpa. No obstante, puede que, en alguna ocasión, hablen de cierto remordimiento, aunque después se contradigan con sus acciones o declaraciones posteriores.
La falta de remordimiento en los psicópatas suele estar asociada a su gran capacidad para racionalizar y evadirse así de la responsabilidad de sus acciones.
“Cualquier cosa que haya hecho en el pasado no me preocupa. ¡Intente tocar el pasado! Intente hacer algo con el pasado. No es real. ¡Es sólo un sueño!” expresó Ted Bundy en una entrevista. Bundy fue un asesino en serie que acabó con la vida de casi 100 jóvenes.
- Falta de empatía. Son incapaces de ponerse en la piel de los demás, excepto a nivel intelectual. No tienen emociones y ven a los demás como objetos que les pueden dar gratificaciones. Es decir, utilizan a las personas de forma instrumental. Su falta de empatía es en general, tanto hacia conocidos como extraños: si mantienen vínculos con sus familiares es porque les ven como posesiones.
- Habilidades de manipulación y mentira. Son sus talentos naturales. Incluso cuando son descubiertos, tienen la capacidad de cambiar la historia o reordenar los hechos sin mostrar vergüenza ni perplejidad, pero sí indiferencia. Además, parecen estar orgullosos de su gran habilidad para mentir.
- Portador de emociones superficiales. Los psicópatas suelen manifestar cierta pobreza emocional que limita la profundidad de sus sentimientos. Son fríos, aunque, en ocasiones, pueden mostrar emociones sinceras, pero muy apagadas. Eso sí, el lenguaje que emplean no está carente de contenido emocional, aunque les cuesta mucho explicar los diferentes estados afectivos. Por ejemplo, igualan el amor con el deseo y la excitación sexual, la tristeza con la frustración o la rabia con la irritabilidad.
Estilo de vida
Los psicópatas se caracterizan por llevar un estilo de vida crónicamente inestable, sin dirección y en el que la violación de las normas sociales es un factor común. “Lo hice porque así lo sentía” suele ser una de sus respuestas más frecuentes ante cualquier cuestionamiento de sus acciones.
A menudo, son impulsivos para satisfacer su principal motivación, como puede ser la obtención del placer o el alivio inmediato de cualquier necesidad. Según los psicólogos Willian y Joan McCord son como niños centrados en sus necesidades y que demandan que sean saciadas inmediatamente.
Otro rasgo característico es que su grado de control suele bajar cuando sienten que alguien ataca su yo o compromete sus intereses. Cuando esto sucede, son muy reactivos. Ahora bien, a pesar de que, en ocasiones, este control disminuya, rara vez olvidan cuál es el propósito de lo que hacen, manteniendo la frialdad en su comportamiento
La necesidad de excitación es otro punto fuerte en su estilo de vida. Pueden llegar a desear vivir en la cuerda floja o al límite porque es ahí donde encuentran la acción, la intensidad o ese subidón que a veces, necesitan. De hecho, suelen entregarse a situaciones de desenfreno emocional y son bastante intolerantes con las rutinas.
Otros datos de interés sobre la psicopatía
Los psicópatas conocen el significado de las palabras, pero cometen errores al comprender su valor emocional. Es decir, les falta la dimensión emocional del lenguaje.
Esta carencia la suplen empleando frases que han visto utilizar a los demás en situaciones parecidas. Sentencias que han tenido éxito para quienes las emplearon y que pueden estar totalmente desconectadas de su estado emocional. También suelen irse por las ramas en sus explicaciones, fracasar al conectar frases de manera coherente y, gracias a una habilidad perfeccionada con la práctica, son capaces de esquivar preguntas sin dar esta sensación.
Su discurso es fragmentado -muestran incoherencias y contradicciones-. Por ejemplo, un psicópata en una entrevista afirmó que nunca había sido violento, pero en otro momento confesó que tuvo que matar a alguien. Como curiosidad, según las últimas investigaciones sugieren que los psicópatas mueven más las manos, sobre todo, cuando hablan sobre aspectos emocionales.
Por otro lado, trabajan con una definición de conciencia muy intelectual. Consideran que es el producto de las normas que los demás se inventan y que, al igual que la culpabilidad, sirve como mecanismo de control social. Tiene muy poco valor para ellos, como el amor y la compasión.
Como vemos, el espectro de la psicopatía es misterioso… a la par que interesante. De ahí que las investigaciones sobre el tema sean tan importantes para seguir avanzando en el conocimiento de la personalidad psicopática.
“Los psicópatas son depredadores que encandilan, manipulan y se abren camino en la vida sin piedad, dejando una larga estela de corazones rotos, expectativas arruinadas y billeteras vacías. Con una total carencia de conciencia y sentimientos por los demás, toman lo que les apetece de la forma que les viene en gana, sin respeto por las normas sociales y sin el menor rastro de arrepentimiento o piedad”.
-Robert Hare-
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- Hare, Robert D. (2003). Sin conciencia. El inquietante mundo de los psicópatas que nos rodean. Madrid: Editorial Paidós.